“Los errores de la polÃtica exterior estadounidense no se limitan a la ocupación de Irakâ€, según reacciones a un informe que pretendÃa actuar como antÃdoto al desastre creado por el equipo de Bush.
El ex presidente Bush escogió Bagdad para pronunciar su último discurso sobre la situación en Oriente Medio. Mientras afirmaba que en 2008 la región se habÃa convertido en un lugar más libre y con mayores esperanzas que en el pasado, un periodista iraquÃ, Muntadar al Zaidi expresó su “disconformidad†con la retórica del tejano, tirándole a la cara un par de zapatos y acompañando el nada protocolario gesto con las palabras: “Este es el beso de despedida, ¡perro!â€
Tampoco hay que extrañarse; los valientes medios de comunicación occidentales esperaron hasta el 19 de enero, vÃspera de la toma de posesión de Barack Obama, para tildar a Bush de “peor presidente de los Estados Unidosâ€. Quienes tuvieron/tuvimos el valor de decirlo unos años antes, nos encontramos con un extraño y algo paradójico muro de silencio. Algo asà como una advertencia: no hay que nadar a contracorriente; no hay que llevar la contra a los poderes fácticos del planeta. El mundo unipolar no pecaba exactamente por su… tolerancia.
Mas con el paso del tiempo, las instituciones estadounidenses no tuvieron más remedio que llegar a la misma conclusión: durante sus dos mandatos, Bush consiguió romper el equilibrio entre Occidente (conviene señalar que se trata, ante todo, de los Estados Unidos) y el mundo árabe musulmán.
El constante deterioro de la imagen del “primer mundo†queda reflejado en un listado de quejas/advertencias elaborado por Daniel Pipes, presidente del Middle East Forum y asesor áulico del antiguo inquilino de la Casa Blanca. En un artÃculo en el diario israelà The Jerusalem Post, Pipes se dedica a enumerar los cambios negativos registrados en la región a partir de septiembre de 2001, que resume de la siguiente manera:
• Irán sigue adelante con el proyecto de construir armas nucleares, contemplando un posible conflicto ideológico con Estados Unidos;
• Pakistán, estado fallido de corte islámico, está a punto de convertirse en una potencia nuclear;
• Los elevadÃsimos niveles de precios del “oro negro†se han estabilizado sólo a raÃz de la recesión que afecta la economÃa estadounidense;
• TurquÃa, aliado incondicional de Norteamérica en la zona, se está convirtiendo en uno de los paÃses más antiamericanos;
• Irak sigue siendo un auténtico quebradero de cabeza para Washington, debido al elevadÃsimo gasto militar, el goteo de bajas y la inseguridad imperante;
• En el conjunto de los paÃses árabes, se extiende el rechazo de Israel como Estado judÃo;
• Rusia vuelve a convertirse en potencia hostil en la zona;
• Los intentos de democratización a escala regional han fracasado (Egipto), llevado al incremento de la influencia islámica (LÃbano), allanado la vÃa para la llegada al poder de los islamistas radicales (Franja de Gaza).
Según Pipes, los únicos éxitos de Bush durante el perÃodo 2001-2008 fueron el derrocamiento de Sadam Husein y la renuncia de Libia a las armas de destrucción masiva. Un resultado poco halagüeño, que pone en entredicho no sólo los errores del ex presidente, sino también, la estrategia diseñada por sus consejeros…
Sin embargo, Pipes no duda en cargar tintas contra dos prestigiosas instituciones norteamericanas, el Consejo para Relaciones Exteriores (Foreign Relations Council) y la Bookings Institution, que aprovecharon los últimos meses del mandato de Bush para tratar de elaborar un “antÃdoto†a su desastrosa polÃtica. El resultado de este proyecto de investigación es el amplio informe titulado “Restablecer el Equilibrio – estrategia del futuro presidente en Oriente Medioâ€.
El libro dedica seis capÃtulos al conflicto árabe-israelÃ, la situación en Irán, las perspectivas de normalización en Irak, la lucha contra el terrorismo, la proliferación nuclear y el desarrollo polÃtico y económico de la región.
Daniel Pipes estima que los autores del informe no estudian con bastante detenimiento la cuestión del islamismo, el “peligro nuclear†iranÃ, los cambios registrados tanto en TurquÃa como en Arabia SaudÃ, la marginación de Israel, la “amenaza†rusa o la capitalización y/o enriquecimiento de los paÃses exportadores de energÃa. Tampoco aplaude la idea de establecer un gobierno de Unidad Nacional palestino y la aceptación por parte de Hamas del Plan de Paz árabe de 2002.
Para el antiguo consejero de Bush, la retórica pacifista de los grandes “think tanks†norteamericanos no deja de ser un mero ejemplo de “buenismoâ€, incompatible con la ideologÃa imperial de Washington…
Adrián Mac Liman
Analista PolÃtico Internacional