EL CRISOL
“O sea, que si te quedas en la puñetera calle y no rezas, alguien “allá arriba” te puede retirar su apoyo”.
Cuando hace unos días el periódico El Plural se hacía eco de lo acontecido en una entrevista realizada en la COPE a Antonio María Rouco Varela, nos relataba que el ser preguntado el jefe de los obispos sobre los desahuciados este lanzaba un mensaje “reconfortante” a quienes lo pasan mal por la crisis, subrayando que un cristiano no puede ser “pesimista nunca”, instando a “rezar por ellos” “ya que es muy importante”. Se entiende que hay que llevar la cosa con optimismo, es decir estando siempre alegres y cantando igual que los cristianos salían al circo romano para que se los comieran los leones. Si te desahucian y no sales del lugar que fue tu hogar con una sonrisa en los labios te pueden acusar de ateo, es decir que si hasta ese momento fuiste cristiano perderás tal condición si te dejan en la calle y muestras un gesto de disgusto en tu rostro. Por lo visto el pesimismo es sinónimo de ateísmo y por tanto no es propio de cristianos.
El “capo” de los obispos remachó su reconfortante mensaje señalando que “es muy importante rezar, el señor les va a ayudar” ¡Vaya manera tan desafortunada de mentar a Dios! O sea, que si te quedas en la puñetera calle y no rezas alguien “allá arriba” te puede retirar su apoyo. Este Rouco tan “acertado” como siempre.
Pero mira por donde el padre Ángel, de Mensajeros de la Paz, no va por el mismo lado, mientras Rouco no menciona para nada a los desahuciadores, a los banqueros, el padre Ángel, dijo sobre ellos: “Los banqueros sí tienen alma, pero irán al infierno. El problema es que el infierno no existe”. Y digo yo, se puede uno “colocar bien allá en las alturas” si contribuye a nutrir el “cepillo” de la Conferencia Episcopal Española con un óbolo de una cierta “importancia”. Dicen que el dinero todo lo puede y los banqueros, aunque últimamente están en “plan llorón”, tiene mucho. Supongo que esto sería bien valorado por Rouco Varela y lo tendría en cuenta a la hora de “recomendar” el destino final de ciertos personajes.