EL CRISOL – Pascual Mogica Costa
Leo con un cierto grado de ironía por mi parte, que Mariano Rajoy, ha lanzado una oferta a José Luís Rodríguez Zapatero, para pactar una salida de la crisis. Evidentemente si Mariano Rajoy quiere salir de la crisis en que se halla inmerso el Partido Popular y por extensión el propio Mariano Rajoy, va a tener que echar mano de un buen negociador ajeno al PP para poner en orden a “esos piratas que han querido romper el partido”, según palabras de la nueva secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal. Todo el mundo tiene bien claro que el recientemente celebrado Congreso del Partido Popular, un evento que será recordado como el “Congreso de las sonrisas forzadas”, más de uno tendrá que hacer ejercicios faciales de rehabilitación para recuperar su semblante normal, solo ha servido para cerrar en falso una crisis que no ha hecho más que empezar. El citado Congreso no ha conseguido mejorar ese estado de crisis sino todo lo contrario: lo ha empeorado. El propio Javier Arenas, uno de los “nuevos” que Rajoy ha integrado en su equipo, ha puesto el dedo en la llaga. “Ahora solo falta que todos remen en la misma dirección” ha dicho Arenas, que con esta frase deja bien claro que no las tiene todas consigo. Está claro que la batalla dentro del PP no ha hecho más que empezar. Se han dicho cosas muy graves, muy serias, en los días anteriores al Congreso. “Rajoy no es el líder que necesita el PP” dijo Gabriel Elorriaga. “Doy mi apoyo a Rajoy por responsabilidad” ha dicho José María Aznar.
Evidentemente el pacto que Rajoy ofrece a Zapatero para salir de la crisis se refiere al momento por el que pasa nuestra economía, pero es más evidente todavía que un supuesto líder de la oposición como es Mariano Rajoy, no está en condiciones de prestar ayuda a nadie cuando es él el que la necesita. Hoy por hoy el primer partido de la oposición no está en condiciones de marcar rumbo alguno, máxime cuando ha perdido el suyo.
