Dos quemados a lo bonzo en Málaga por no poder soportar la miseria es una noticia espeluznante. Una más, pero no la última con toda probabilidad. La miseria se extiende en España como un reguero de pólvora y va dejando un rastro de suicidios, dolor, frustración, desempleo, hambre, desahucios y desesperanza en el porvenir de este país que a muchos nos resulta tremendamente injusto. Ahora son cada vez más las voces que reclaman salir de esta situación a la que nos llevaron con una moneda maldita llamada Euro.
El euro es un invento alemán pero enemigo del resto de los países que se dejaron engañar por este funesto artilugio pensado para dominarnos y eventualmente arruinarnos. Sería, sí, muy bueno salir de este engendro de moneda única y negarse a pagar una deuda impuesta al pueblo por las amas de llaves de los banqueros norteamericanos y alemanes que son estos gobiernos que nos tienen doblemente atrapados en sus redes.
En España se trataría de volver a la peseta, nacionalizar la banca, obligarles a los bancos a devolver el dinero prestado contra nuestra voluntad por nosotros, los contribuyentes, acabar con el paraíso fiscal de las sicavs, perseguir judicialmente a los grandes defraudadores y obligarles a pagar sus deudas, investigar la lista de los ricos con cuentas en paraísos fiscales y hacerles pagar igualmente sus deudas, y poner impuestos progresivos a las grandes fortunas. Todo esto se ha dicho, pero son precisos dos elementos para llevarlo a cabo: un movimiento social unido, – y no sectorial como hasta ahora- y que empuje al segundo elemento: los políticos y sindicatos. Es preciso un empuje social no corporativo que obligue a definirse, comprometerse en serio y mover su acomodado trasero a sindicalistas y políticos que se dicen de izquierdas y viven de derechas.
En un artículo de Paco Torre publicado en Kaosenlared y que lleva por título ¿“Por qué salir del euro”? podemos leer lo siguiente:
“Como está en juego el futuro de un Estado con la soberanía perdida en Europa, deberemos cuestionarnos si la deuda impuesta por las políticas anti-democráticas de la Troika: FMI, Comisión Europea y Banco Central «Europeo» -con finanzas especuladoras de «latrocinio legal»- no deberá pagarse, por ilícita.
¡Á‰sta es la clave del asunto..! Así se manifiesta la Diputada griega por Syriza, María Bolari, quien propone, resistir luchando en la calle.
Dada la importancia de este asunto, es necesario un debate por abajo, para rebatir a las élites las políticas económicas del Estado.
¿Cuál es exactamente la naturaleza de la crisis? La quiebra de Lehman Brothers sumada en el Estado español a la esperpéntica burbuja inmobiliaria, ha acumulado una deuda, entre la privada y la pública, superior a los 3 billones €. Las políticas económicas del PSOE y del PP, en este asunto, -por mucho que lo disimulen, » tanto montan»- han convertido gran parte de la deuda privada en pública. Para sanear la banca han reformado la Constitución amistosamente.
El rechazo oligárquico a la salida del € de algunos estados, arguyendo la descomposición de la UE, es un argumento ficticio. El € es una institución jurídica posterior a la construcción europea. Además, once estados de la UE no forman parte de él.
Con la salida, se podrá regenerar la sociedad, mediante democracia sustancialmente participativa, con mínimos de soberanía digna, que garantice todos los derechos básicos. Si seguimos en él la dependencia total nos llevará inevitablemente al vasallaje neocolonial, generador de subdesarrollo, exclusión, miseria, militarismo y destrucción”.
(Hasta aquí la cita)
Sin analizar, debatir y poner en práctica aquello que consideremos útil para cambiar este tremendo despropósito de los gobiernos dominados por los capataces del euro, no hay nada que hacer por más vueltas que le demos. Y todavía habría que añadir modos de neutralizar el estrago que ha producido en las mayorías el bombardeo mediático de conformación mental, especialmente a través de la tv, el consumismo como válvula de escape de frustraciones y mantenimiento de negocios e industrias inútiles, y la pasividad de las grandes mayorías. Si , estas que son tan elogiadas por el gobierno por quedar en casa ,pretendiendo que confundamos su pasividad con cordura, madurez cívica, sentido de la responsabilidad y otras añagazas. Pues va a ser que no, que la pasividad mata. Lo estamos viendo a nuestro alrededor como efectos colaterales: el índice de suicidios aumenta por encima del número de accidentes de tráfico. Dos más en Málaga ayer, ¿y hoy, y mañana? Estas son algunas de las consecuencias de la pasividad social que salpican (de sangre) las páginas de los diarios.
Ahora bien: salir de la pasividad y lucha social no deben entenderse como acciones violentas de enfrentamiento con los asalariados de uniforme porque eso solo origina más represión. Debemos aprender a resistir pacíficamente como lo hizo Gandhi en su día y fue capaz de expulsar al Imperio Británico. Nosotros nos conformamos con que nos devuelvan todo lo que nos han robado hasta hoy en forma de derechos y dinero y nos dejen vivir en paz. Algo que ,conociendo el “paño”, solo será posible cuando consigamos el nivel de conciencia preciso y la mayoría necesaria para poder desterrar al capitalismo con todo su equipaje y tener así una auténtica soberanía popular, hoy por hoy secuestrada.