Ya en Enero de 2011, el nobel de Economía griego Cristóbal Antoníu Pissarides evocaba una “suspensión del euro” para España como mejor solución desde un punto de vista económico. Devaluar la peseta un 20% y luego recalcular la deuda y valorar los activos españoles teniendo en cuenta su real ponderación según esa nueva ponderación. Evidentemente, era mucho más claro en el caso de Grecia…
Porque las subidas de impuestos y los recortes de gastos han sumido a los griegos en una profunda recesión y han hundido su Macroeconomía, incumpliendo muchos compromisos de pago. Si se cumplen las previsiones, la República Griega cerrará el año con un déficit cercano al 11% del PIB y una deuda pública que superará el 158% de su economía. Los analistas, las agencias de rating y los economistas están de acuerdo: Grecia es insolvente y la situación en Europa ha devenido ya insostenible…
Si Grecia abandona el Euro, se complicaría la viabilidad de la permanencia de otros países en la zona Euro, lo que, es obvio, pone en dificultad la misma esencia existencial de la moneda única…
La posibilidad de que Alexis Tsipras gane las elecciones generales en Grecia el 25 de enero y que lleve a su país a terminar con los recortes han asustado en Alemania ante el debate sobre una posible salida griega del Euro.
Además no son únicamente los griegos. La Liga Norte italiana y el Frente Nacional francés hacen frente común en su campaña contra el euro y la inmigración.
“¿Qué hará Alemania si Francia se sale del Euro? El Euro dejará de existir en el mismo momento en que Francia lo deje. Y esa es nuestra fuerza increíble”, declaró Marine Le Pen. “Voy a negociar todos los puntos y si el resultado no es suficiente, nos retiraremos del Euro”…
En España, el auge de PODEMOS asusta a muchos diputados (tienen miedo de perder su panacea): “¿Qué debería hacer una fuerza política democrática que ganara unas elecciones en el Sur de Europa? Yo no tengo dudas. Debería retomar el control de la política monetaria, saliendo del euro e inmediatamente devaluar”.
Aunque la salida del Euro de Grecia, Portugal, Francia, Italia, Irlanda y España pueda ser presentada como un caos por muchos interesados (políticos), en realidad sería una vuelta a la normalidad tras un fracasado experimento que ha tomado a los ciudadanos como cobayas.
Porque el principal perjudicado por el Euro es el pueblo (Grecia y España comparten haber alcanzado un paro del 26%)…y el gran beneficiado de volver al Dracma y a la Peseta serán las familias…
Los políticos, Bancos, grandes Empresas, junto a Instituciones e Inversores internacionales, que ganan mucho gracias al invento del Euro, están atenazados ante la posibilidad (real) de perder su gran negocio y anuncian el cataclismo incluso con economistas que lo ratifican. Son parte interesada.
Tranquilos, porque peor no estaremos. El nobel de Economía Pissarides ya lo anunciaba…