Sociopolítica

¿Será Garzón el último?

EL CRISOL    –    Pascual Mogica Costa

                   

     Cuando por fin se está haciendo la luz para los restos de todos aquellos que murieron en la etapa más oscura que jamás atravesara España, cuando esos restos están dando testimonio de las atrocidades cometidas por un régimen dictatorial, cuando esos restos demandan que se haga justicia, cuando esos restos con su voz enmudecida por las armas que portaban unos asesinos que invocaban a Dios y a la patria, como si ambas cosas fueran patrimonio exclusivo de ellos, que se restituya su honor y su dignidad mediante una revisión de los juicios que les llevaron a tan ignominiosa y por tanto inmerecida situación, ningún humano es merecedor de morir a manos de otro, cuando recientemente han publicados los medios de comunicación que solamente en Andalucía, en parte de ella, se han localizado 640 fosas comunes conteniendo más de 47.000 víctimas del franquismo, se calcula que en toda Andalucía hubo 130.199 represaliados por un gobernante ilegal,  cuando todo eso ocurrió y está sucediendo, resulta que un juez, Baltasar Garzón, que tuvo la honesta intención de investigar los crímenes del franquismo, está apartado de sus funciones y con una causa abierta contra él que le sentará en el banquillo de los acusados y que tal como se van desarrollando los acontecimientos acabará siendo condenado o como mal menor inhabilitado para seguir ejerciendo como juez.

     Todo esto me lleva a la reflexión y a formular las siguientes preguntas: ¿Qué quiso dar a entender el dictador Franco, cuando dijo aquello de que lo dejaba “todo atado y bien atado”? ¿Se refería a que los crímenes consentidos por él y perpetrados por sus sectarios seguidores quedarían impunes para siempre? ¿Significaba esa frase que aquellos que fueron pasados por las armas sin un juicio justo y algunos sin juicio, habían perdido sus derechos a ser tratados dignamente y a ser respetados por sus ideologías o por simplemente no mostrarse de acuerdo con una España bajo el mando de un dictador sin escrúpulos ni respeto a la condición humana? Es lamentable que 35 años después del de la muerte del dictador aún haya familias que estén intentando recuperar la memoria y la dignidad de aquellos familiares suyos que un día fueron sacados de sus domicilios a punta de pistola y posteriormente asesinados en una cuneta o en la tapia, como fondo, de algún cementerio por creer simplemente que pensar libremente y exponer su opinión  eran un derecho de todo ser humano y que con ello, como así es, no se hacía daño a nadie.

    Y para finalizar, otra pregunta: ¿Será Garzón la última víctima del franquismo, de ese franquismo que muchos dieron por finiquitado, que enorme error, aquel 18 de noviembre de 1.975?

Sobre el Autor

Jordi Sierra Marquez

Comunicador y periodista 2.0 - Experto en #MarketingDigital y #MarcaPersonal / Licenciado en periodismo por la UCM y con un master en comunicación multimedia.