El jugador del FC Barcelona fue elegido mejor jugador de la fase final de la Liga de Naciones que disputó con la selección española. Un merecido reconocimiento que injustamente pasó desapercibido. Una situación que define muy bien la carrera del ‘crack’ blaugrana.
La selección española de fútbol se quedó a las puertas de ganar el título de la Liga de Naciones, una nueva competición bianual que enfrenta a los mejores combinados internacionales de Europa. España se puso por delante con un gol de Mikel Oyarzabal a pase de Sergio Busquets que llevaba la signatura del centrocampista del FC Barcelona. Pero Francia no dio tiempo ni a celebrar el tanto, y acabó remontando tras empatar con un gran gol de Karim Benzema y ganar con otro de Kylian Mbappé.
La controversia sobre si se debió anular el gol de Mbappé por fuera de juego tapó totalmente el hecho de que Sergio Busquets fuera reconocido como MVP de la Final Four de la competición.
El catalán, que se caracteriza por llevar siempre un perfil bajo y mantenerse alejado de los focos, tampoco lanzó fuegos de artificio. Es un hombre poco acostumbrado a los reconocimientos individuales pese a haberlo ganado absolutamente todo en equipo: 8 Ligas, 7 Copas del Rey y 3 Ligas de Campeones con el FC Barcelona; 1 Eurocopa y 1 Mundial de fútbol con la selección española.
Luces y sombras
En junio de 2021, el seleccionador nacional, Luis Enrique, fue cuestionado por esperar a que Busquets se recuperarse de una baja y pudiera incorporarse a la convocatoria de España, en vez de sustituirlo directamente como había hecho con otros jugadores.
Luis Enrique, cortado por el mismo patrón que el hombre que confió por primera vez en Busquets, Pep Guardiola, apostó por su capitán, y le salió bien la jugada.
La música es muy distinta en Can BarÁ§a, allí no salen bien las jugadas. Desde hace meses, la institución azulgrana no deja de generar titulares que poco tienen que ver con lo deportivo. Ninguno de ellos protagonizado por Sergio Busquets, por supuesto.
Esta temporada, el FC Barcelona de Ronald Koeman está dando mucho trabajo a la prensa deportiva y volviendo locas a las casas de apuestas y los comparadores como OddsChecker, que no saben por dónde va a salir el conjunto del técnico holandés cada semana.
Con la selección sí, con el BarÁ§a no. Con el BarÁ§a, Busquets ni acaba de desplegar todo su potencial dentro de los esquemas de Koeman ni termina de convencer, y aunque se entiende que el esfuerzo y las ganas están ahí, no deja de ser cuestionado. Con la selección, no gana, pero convence e ilusiona; aunque no dé los frutos deseados, se valora muy positivamente el trabajo de un equipo que adora a su capitán.
Las sensaciones que ofrece Busquets son las mismas que ofrecen sus equipos, y viceversa. Pero es lo que tiene ser hombre de equipo. Busquets es el equipo.
¿Qué Busquets?
El hombre que nació en Sabadell el 16 de julio de 1988 no lo tenía fácil para pasar desapercibido. Siendo el hijo de Carlos Busquets, símbolo adorado de un fútbol del pasado y uno de los porteros más icónicos de los años 90, tenía todas las papeletas para llamar la atención.
Pero no lo hizo. Nunca ha llamado la atención pese a ser una pieza fundamental tanto en la selección como en el FC Barcelona, y así parece que seguirá siendo. Dijo una vez Vicente del Bosque que, si fuera jugador, le gustaría ser Sergio Busquets. Palabras mayores; palabras de otro hombre tranquilo.