Cuando la ciudadanía está hasta el “moño” al enterarse de los “insultantes” salarios que perciben estos del Fondo Monetario Internacional y los gerifaltes de la Unión Europea, esos que piden que se rebajen los salarios de los trabajadores en un 10% y a los cuales se les quedan unas pensiones de verdadero “ensueño”, añadiendo a esto el que los beneficios empresariales hayan aumentado mientras los salarios han bajado un 6,3% y que el contrato indefinido ha pasado a la historia quedando como contrato “estrella” el contrato temporal al que le auguro una corta vida ya que los empresarios están pidiendo que el contrato temporal pueda convertirse en contrato a tiempo parcial algo que sin duda alguna acabarán consiguiendo lo que significará el paso definitivo a que la relación contractual en el plano laboral dejará de existir para dar paso al “mañana no venga usted a trabajar, ya le avisaremos” sin cobrar un solo céntimo, si a esto le unimos el cinismo de muchos políticos diciendo que están perdiendo dinero por dedicarse a la política y posteriormente la gente se entera de que están cobrando unos sobresueldos que le ponen los dientes largos al más pintado, cuando se ve tanto cinismo, tanta caradura, tan poca vergÁ¼enza, tanta corrupción es lo que provoca que la gente se cabree y salga a la calle gritando, salen poco, deberían salir más porque si no lo hacen se van a morir de hambre dentro de sus casas, cuando la gente harta de tanta golfería se manifiesta o monta acampadas en las plazas públicas, los golfantes los tachan de antisistema.
La verdad es que cuando oigo esto de antisistema no sé a qué sistema se refieren, si es que se va contra el sistema constitucional, no creo que el protestar por la pérdida de derechos y el pasar hambre sea mostrar rechazo alguno al orden democrático, pero si te paras a pensar te das cuenta de que vas contra ellos, porque ellos, los golfos políticos, los que insultan a los que con toda razón se manifiestan contrarios a su forma de actuar son el sistema, un sistema que está arruinando al mundo y creando diferencias de clases abismales que nos recuerdan a tiempos del Medioevo. Está claro que cuando peores sean las condiciones laborales y económicas de los trabajadores más trabajarán y por menos salario, este es un hecho comprobado a través de los tiempos, cuanto más miseria más trabajo y más hambre, pero eso sí, los que conforman el sistema obtendrán mayores beneficios. Está claro que el sistema son ellos.