Tiene razón el director del periódico “La Razón”, Francisco Marhuenda, cuando se enfada cada vez que uno de sus contertulios afirma o insinúa que Rajoy ha mentido a los españoles y les acusa de falta de respeto y de insultar al presidente del Gobierno español nada más y nada menos. Ahora, por ejemplo, tenemos el tema de la reforma de las pensiones, esas pensiones que Rajoy prometió que no se tocarían jamás pero que ahora el Gobierno ha decidido hacerlo asegurando que los pensionistas no perderán poder adquisitivo, nada más lejos de la realidad, la ministra de Desempleo, Fátima Báñez, ha dicho que esta reforma reportará un ahorro de 810 millones de euros en 2014 y hasta el año 2022 un ahorro de 33.000 millones (Treinta y tres mil millones de euros). A partir de 2022 el “ahorro” será de 5.000 millones de euros al año. Si se va a producir este “ahorro” ello quiere decir de forma muy clara que los pensionistas van a cobrar menos o que sus pensiones no se verán actualizadas y revalorizadas en la medida que corresponde lo cual sin duda alguna provocará la pérdida de poder adquisitivo a los pensionistas, algo inadmisible si tenemos en cuenta lo que al respecto señala el artículo 50 de la Constitución Española que textualmente dice: “Los poderes públicos garantizarán, mediante pensiones adecuadas y periódicamente actualizadas, la suficiencia económica de los ciudadanos durante la tercera edad. Asimismo y con independencia de las obligaciones familiares, promoverán su bienestar mediante un sistema de servicios sociales que atenderán sus problemas específicos de salud vivienda, cultura y ocio”. Como todos sabemos el Gobierno de Rajoy se ha “cargado” ya la segunda parte de este artículo, la que se refiere a los servicios sociales, ahora va a por la primera, la de la actualización de las pensiones y se puede asegurar desde ya, que lo va a conseguir. Como bien ha dicho un tertuliano en el programa “Al Rojo Vivo” de La Sexta, esto es robar a los pensionistas. De ser esto así, que lo es, habrá que darle la razón de Francisco Marhuenda y dejar bien claro que Rajoy no es un mentiroso, lo que en realidad es Rajoy es un embustero, que habrá quién dirá que es lo mismo, pero me reconocerán que no suena tan fuerte ni tan insultante, es importante, en ocasiones, suavizar los términos y así evitaremos, pienso yo, que el señor Marhuenda no se enfade con sus contertulios.
La verdad es que lo de Francisco Marhuenda, no lo entiendo muy bien, pero si veo que es muy sensible en todo lo que toca a críticas al Gobierno, y en particular a Mariano Rajoy, suele enfadarse y no tiene el menor problema a la hora de mostrar su enfado y de ser muy crítico, tirando a duro, con aquellos que están en desacuerdo con lo que hace el Ejecutivo, sin ir más lejos ahí tenemos como califica de maleducados de todos aquellos que salen a la calle a manifestarse y que según él insultan y gritan sin motivo a Rajoy y sus ministros. En lo de que son unos maleducados tiene toda la razón Marhuenda, hay que reconocer que en la época del franquismo los ciudadanos estaban “mejor educados”. Esto se puede comprobar si recordamos aquellos tiempos en que los estudiantes y algunos sindicalistas, se atrevían a salir a manifestarse para mostrar su disconformidad y su desacuerdo con el régimen y con la falta de libertades, inmediatamente salían también a la calle los “grises” bien a pie o bien montados a caballo, “impartiendo” clases de “educación” golpeando con sus “herramientas educativas” a diestro y siniestro a aquellos maleducados que se atrevían -¡que desfachatez!- a protestar y gritar al Caudillo y su régimen dictatorial. La verdad es que se veía un “gran” interés por parte del régimen en “educar adecuadamente” a los españoles. No pongo objeción o calificativo alguno a que el señor Marhuenda, sea el director de “La Razón” lo que si tengo muy claro es que, en mi opinión, no tiene razón cuando se queja por el hecho de que algunos de sus contertulios afirmen que Rajoy ha mentido, y está mintiendo, a los españoles. Espero que si se tacha de embustero al presidente del Gobierno, en lugar de decir que es un mentiroso, el señor Marhuenda se muestre menos indignado.