Viendo el circo político y como discuten perdiendo el tiempo… uno imagina estampas de burdel y dónde… «las prostitutas celosas, se tiran de los pelos para defender su primacía en el puesto que fuere… para luego seguir ejerciendo de prostitutas». Es la metáfora que se me ocurre para contundentemente señalar la realidad de eso que dicen (pero que no es) política.
Nada se soluciona, nada se acuerda en beneficio de la mayoría del pueblo; esa mayoría que dócilmente trabaja y paga impuestos y que es el verdadero sostén de cualquier Estado. Los políticos y como son de parte, sólo defienden, aparte de su panza y su bolsillo; aquellos intereses que les permiten estar donde han logrado llegar y no quiere retroceder ni «un euro»; puesto que fueron a sólo ello… «a por los euros» y sálvese el que pueda, pero visto la realidad que aflora tan descarnadamente y durante tanto tiempo, pocos serán los que se salven… los otros y quizá los mejores, tuvieron que salir, o los echaron; o peor aún, ni los dejaron entrar, puesto que para entrar en política, hay que tener… «una talla y una medida en todo»; y el que no la tiene o no se amolda, no tiene lugar en la política que estamos viendo y soportando.
Dudo que algunos políticos se planteasen que… «La política es el arte de gobernar bien a los pueblos»; y que en política o cualquier servicio público, aunque sea pagado, es una carga a soportar y mientras más alto es el cargo, mayor es la carga; por lo que el que no se considerase capacitado para ejercerlo, mejor quedarse de subalterno, o mejor aún… quedarse en su casa y en la iniciativa privada, que es donde de verdad se conoce y demuestra el valor de cada individuo.
Lo que antecede es una visión general, viendo como va el planeta, pero como español que soy, comentaré algo sobre la España actual.
A algunos es que ya nos da asco, de ver el maldito «baile de los políticos»; cómo se dedican a eludir responsabilidades, echar la culpa al que sea, de dentro o de fuera; a culpar a todo el que se ponga por delante; y a no recordar la verdadera culpabilidad que no es otra de la del que manda y dispone; el resto sólo puede aguantar.
Ahora y cuando esto escribo, andan en peleas sobre quién va a mandar en las provincias vascongadas (lo de país vasco no se lo creen ni ellos – los vascos) y hasta el momento, todo son secretismos y nadie se entera de por donde van a salir los únicos responsables para que España cambie del desastroso rumbo en que nos llevan estos inútiles.
Y esos inútiles no son otros que los que dicen dirigir a los dos partidos nacionales (Partido Socialista Obrero Español y Partido Popular). Y merecen el calificativo de inútiles (incluso nefastos) si ahora y aprovechando la coyuntura de la situación en vascongadas y que les da pie para gobernar allí, eliminan la dictadura impuesta por los nacionalistas y de paso, acaban con la lacra del terrorismo vasco. Y no se dan cuenta que con todo ello es poco aún, puesto que esa coyuntura les permite hacer un verdadero pacto nacional y que España vuelva a ser un todo y mucho mejor llevado que en el triste pasado, pero con mucha más justicia y equidad que la que hemos soportado en estos treinta y cinco años, de una transición que aún no se ha consolidado; por tanto ya dura más que aquella famosa guerra de los treinta años.
Ahora tienen la oportunidad de hacer pactos positivos para todos y que los regionalistas y mucho más los separatistas, sean llevados al lugar que les corresponde y que no sean, los árbitros de cómo se maneja (gobernar es otra cosa más digna y noble) una nación de cuarenta y seis millones de habitantes. Puesto que no sólo es la crisis o el empobrecimiento económico que soportamos, no, ni mucho menos… España tiene muchos, muchísimos problemas más y que deben ser solucionados con valentía y sin miedo a las consecuencias; puesto que si ambos partidos se unen en las cosas que de verdad importan a España y los españoles, seguro que los españoles los seguiremos. Al español no le importa ya el partido, sino cómo gobierna.
¡Ya está bien de abusos, queremos ser gobernados con eficacia!