A propósito del sexto aniversario de la entrada en vigor de la “ley integral contra la violencia de género†(28 de diciembre de 2004)
¿Por qué no está teniendo éxito la Ley Integral contra la Violencia de “Género�
Nos educan para vivir en pareja (mejor dicho: nos inculcan que “lo mejor es vivir en parejaâ€) toda la gente acaba imaginando de forma más o menos realista cómo será ese momento de vivir “a dosâ€, que se supone que será de dicha, de felicidad… Todos pensamos que ese es el estado perfecto, lo mejor para ser feliz es “encontrar la mujer de mi vida, el hombre de mi vidaâ€, envejecer juntos, “hasta que la muerte nos separeâ€â€¦ El problema es que esa aspiración bastante común, no es cierta, es una de las muchas falsedades que nos inculcan, y que acaba frustrando a muchÃsima gente, causando profundas infelicidades, tragedias personales y de grupo; tal vez sea necesario incluir con urgencia en el currÃculo escolar una asignatura de educación relacional-afectivo-sentimental, posiblemente se acabarÃan muchas rupturas tormentosas, impregnadas de rencor, de sensación de fracaso, y cosas por el estilo… La tendencia general es a considerar un fracaso el que una pareja no funcione, pero por supuesto nadie suele arrogarse responsabilidad alguna en tal “fracasoâ€, siempre la “culpa†es del otro o de la otra… De considerar asà las cosas a pensar que es legÃtimo “castigar†a la otra persona hay una distancia muy corta. Otra cuestión no menos importante, que condiciona especialmente las rupturas de pareja es la tendencia a prolongar la relación “innecesariamenteâ€, darse enésimas oportunidades para “salvar†la pareja, cuando desgraciadamente la relación está tan deteriorada que ya no cabe remedio de ningún tipo…
Sirva este comentario –necesario- como preámbulo al asunto que pretendo abordar: la llamada “Ley Integral contra la violencia de género†y las causas de su fracaso.
Ha pasado ya más de un lustro (seis años concretamente) desde su aprobación, y las cifras de mujeres asesinadas siguen siendo semejantes a las que se decÃa que se pretendÃa poner freno con la aprobación de la LIVG (por supuesto, también la cifras de varones, de niños, de ancianos, siguen en un “tono†muy semejante)
¿Qué está fallando?
No cabe duda de que la ley no está funcionando. Tras varios años de aplicación la cifra de muertes de mujeres en el tiempo transcurrido se sigue manteniendo en el mismo tono que el de los años 1999, 2001, 2002, 2003, y 2004 –no se olvide que la perversa ley entró en vigor el dÃa de los “Santos Inocentes†de 2004- (en 2005, 2006, 2007, 2008, 2009, y en el año 2010 a punto de finalizar, apenas ha variado el número de mujeres y hombres muertos en el ámbito doméstico respecto de los años anteriores)
Es importante señalar que la frase tantas veces repetida de, “no para de aumentar el número de mujeres muertas†y cosas por el estilo (amplificada hasta la saciedad por los diversos medios de comunicación…) es una absoluta falsedad, pues como demuestran las estadÃsticas del Ministerio del Interior (y de la Asociación Unificada de la Guardia Civil, y del Instituto Nacional de EstadÃstica…) el número de mujeres y hombres muertos en el ámbito familiar, se mantiene más o menos estable…
La ley está fracasando por la sencilla razón de que está diseñada desde la ideologÃa o perspectiva de género y no desde la interpretación de la realidad. La Ley Integral contra la violencia de género es un homenaje a tal doctrina (que no son pocos los que la consideran totalitaria…) cuyos efectos resultan negativos no solamente por su escasa eficacia sino porque ha judicializado penalmente las relaciones de pareja.
La Perspectiva de Género, una doctrina totalitaria
La perspectiva del género es una doctrina que pretende ser “total†(pretende dar una respuesta “global†a la totalidad de la problemática del ser humano) como ocurre con el marxismo en cuyas fuentes bebe sin lugar a dudas.
Según la interpretación de la ideologÃa de género la sociedad actual está fundamentada en el matrimonio y la familia, familia en la que existe una determinada división de roles, es intrÃnsicamente perversa porque está sujeta a los dictados de una “clase†dominante: los varones; la familia es un ámbito donde se educa de manera que facilita la violencia contra la mujer.
La teorÃa en la que se inspira la fracasada ley es que la violencia contra la mujer, los feminicidios, es la respuesta del “macho dominante†a los deseos de emancipación y libertad de la mujer. El varón apegado a formas de conducta ya periclitadas, el varón educado en la familia y la religión judeocristianas, en el patriarcado, niega la autonomÃa de su pareja y a partir de un determinado lÃmite resuelve el conflicto matándola.
Naturalmente, dado que es una ideologÃa bastante chapucera, no existen datos que corroboren o apoyen tales hipótesis. Todo lo contrario.
Si la hipótesis de la “perspectiva de género†fuera verdad, la violencia y, sobre todo, los asesinatos se darÃan en mayor medida en las personas educadas de forma más tradicional que en las personas jóvenes. Sin embargo, la tozuda realidad demuestra que las cosas no son asÃ: la inmensa mayorÃa de homicidas son menores de 40 años, y el veinte por ciento menores de 30. Las homicidas mayores de 50 años, el grupo en teorÃa más peligroso por su supuesto “patriarcalismoâ€, apenas representan el 40 por ciento de los casos.
Si la teorÃa fuera cierta, las personas con mentalidad tradicional deberÃan cometer más homicidios que las más “liberales†o “progresâ€. Pero no es asÃ. Las personas unidas por matrimonio religioso presentan una menor tendencia al homicidio que las unidas por matrimonio civil, y a su vez, éstas muchÃsimo menos que las que viven como pareja de hecho. Casualmente, las estadÃsticas demuestran que existen 10 veces más posibilidades de homicidio en una relación de pareja de hecho.
Si las afirmaciones de la perspectiva de género, que inspiran la ley fueran ciertas, los paÃses “más liberalesâ€, con una mayor tradición de emancipación de la mujer, como los paÃses nórdicos y anglosajones, deberÃan poseer una incidencia mucho menor que los paÃses de raÃz tradicional y católica, como Portugal, España, Italia, Grecia (ortodoxa), incluso Irlanda. Pero no es asÃ, sino todo lo contrario. Suecia tiene el dudoso honor de liderar el ranking junto con Gran Bretaña y los PaÃses del Norte de Europa, mientras que la cola corresponde precisamente a los paÃses mediterráneos e Irlanda.
El tópico-estereotipo de un presunto “macho violento†de pelo en pecho, color cetrino y mirada cejijunta frente a un rosado nórdico, de ojos azules y actitudes liberales, es falsa: el nórdico estadÃsticamente presenta una mayor tasa de feminicidios y, no sólo esto, sino también de violaciones.
La ley falla porque no ve que el origen de la violencia intrafamiliar está en la ruptura de pareja.
Existen tres factores (que a menudo se olvidan) que guardan una Ãntima relación con los feminicidios. Uno ya ha sido señalado, las parejas de hecho; el segundo es la inmigración desestructurada, sin familia (que no la inmigración a secas) y el tercero son los procesos de ruptura de pareja.
Pero en realidad estos tres factores se pueden resumir en un único factor: el que ya hemos nombrado de las rupturas, porque la inmigración desestructurada suele derivar en parejas de hecho y éstas presentan un grado de inestabilidad, de ruptura, por consiguiente, muchÃsimo más elevado que los matrimonios. De ahà también, que el aumento del número de divorcios tienda a presionar al alza el número de homicidios.
Pero la ley no querÃa abordar en profundidad el asunto porque resulta social y polÃticamente incorrecto señalar la ruptura como el factor de riesgo, porque lo importante era criminalizar al hombre-varón, y no buscar la causa real del por qué en unos casos concretos la violencia estalla mientras que en la mayorÃa no. Para la ideologÃa de género es necesario que la violencia contra la mujer sea inherente al sistema y el feminicidio su corolario.
Y ¿qué hacer ante semejante panorama, por cierto nada halagüeño? Pues sencillamente, “más mediación familiar y menos policÃas»
Es tan obvio, que la ex Juez Decana de Barcelona, Maria Sanahuja (actualmente Magistrada de la Audiencia Provincial de Barcelona) miembro de la Asociación “Progresista†de Jueces para la Democracia, y feminista militante, ha afirmado de manera reiterada que,“la única alternativa a esta ley es poner en marcha los mecanismos que permitan la mediación entre las parejas, lo que supone una revisión en profundidad de la norma, ya que el texto legal prohÃbe de manera clara esta fórmulaâ€. La juez apunta con precisión a la raÃz del problema: Evitar o atenuar la ruptura mediante la conciliación. Esta sà es una buena vÃa, pero hay que reparar en el detalle: la ideologÃa sectaria de la ley lo prohÃbe. MarÃa Sanahuja critica muchos más aspectos que deberÃan ser tenidos en cuenta porque inciden sobre puntos de la normativa vigente que han sido denunciados desde otras perspectivas jurÃdicas. Una de ellas es el desequilibrio que se produce, cuando ante un mismo hecho la pena sea distinta si el autor es hombre o mujer. Y la diferencia no es poca: si es mujer determinados supuestos de “ilÃcitos penalesâ€Â serán una falta, pero si es un hombre podrán ser un delito con una pena incluso superior a dos años, con lo que deberá ingresar en prisión. La Juez afirma que “no sólo estamos provocando problemas con las órdenes de protección a las mujeres, estamos también haciendo millares de detenciones para nada. Con la reforma del código penal hemos convertido en delincuentes a la inmensa mayorÃa de maridos y parejas, como consecuencia de las tensiones que se producen en los momentos más conflictivos de las separaciones y divorciosâ€.
La ex Juez Decana de Barcelona propone, incluso, suprimir los juzgados de violencia de género y devolver al ámbito de la jurisdicción civil y penal este tipo de conflictos, tal como estaba antes. Además, considera, que “las órdenes de protección a las mujeres están paralizando a la policÃaâ€.
Pero en lo que más insiste es en la mediación familiar, que recuerda que funciona hace más de 10 años en Europa y más de 25 en Estados Unidos con Ãndices de acuerdo que llegan a ser casi del 80%. Por esto afirma: “cualquier solución que trate de resolver el problema de la violencia sin mediación está abocada al fracaso». “Con esta ley hemos creado en los juzgados y en la policÃa unos problemas que no tenÃamos†y pide que se restablezca el sentido común en la redacción y aplicación de las leyes. Más claro imposible.
Esta ley no sólo no protege a la mujer sino que provoca situaciones de mayor violencia, desorganiza el sistema judicial y policial y judicializa las relaciones entre las parejas. Hombres y mujeres concretos son los perjudicados, una situación que se acentúa por la insólita ley española del divorcio al establecer su aplicación sin separación previa, sin ningún tipo de mediación y por solicitud unilateral de uno de los cónyuges que acostumbra a ir seguida de una denuncia en muchas ocasiones para obtener ventajas.
El gobierno de RodrÃguez Zapatero y su peligrosa ideologÃa sobre el hombre, la mujer y el matrimonio nos ha metido con sus leyes en una situación delirante…