Martes dispuesto a ver por donde discurren las cosas que últimamente no están en su mejor momento las malas noticias copan todo, no queda otra que buscar refugio en la lectura, en la música y en algunas cosas más que nos ayudan a sobrellevar los días duros que nos han tocado vivir, con la corrupción política, y todos esos chanchullos varios que hacen que te pienses mucho el no involucrarte en nada que tenga que ver con la política.
El futbol es nuestra huida del mundanal político que es estomagante y nauseabundo, no podemos cambiar nada porque el sistema no deja opciones para ello, solo el pataleo a través de internet parece que es lo que nos queda para desahogarnos.
La rebelión de la clase media va a velocidad de tortuga y de aquí que se recojan frutos pasaran muchos años, me temo que la espera será muy larga, mientras tanto el espoleo de nuestros bolsillos continua.
La resignación parece ser nuestro sino, cosa que no comparto en absoluto, mientras la gente no sea consciente de que su vida no debe estar dirigida por ningún político, todo seguirá igual.
La política sigue perdiendo credibilidad a marchas forzadas entre la gente, gracias a la farragosa maquinaria de los partidos que funcionan de forma parecida a una secta donde todos deben una obediencia supina al líder y no se permite disentir, ni aportar nada.
Todo es una maquinaria engrasada donde nadie debe pensar, ni tener criterio propio y ser siempre muy disciplinado.
Es duro pensar que todo el mundo se queja pero es solo resignación y así es imposible cambiar nada.
Quizás haya que buscar un líder al que seguir…