Sinvergonzona clase política
EL CRISOL
“A la sinvergonzona clase política y gobernante que tenemos en España no se le cae la cara de vergÁ¼enza, la verdad es que no la tiene, aunque bien mirado la vergÁ¼enza la conserva intacta ya que no hace uso de ella”.
Sin temor a exagerar se puede afirmar que España vive una situación dramática allá por donde se le mire. Casi cinco millones de prados, casi dos millones de familias sin ingresos y todos sus miembros parados sin cobrar subsidio alguno la han llevado a una situación dramática que está desembocando en la tragedia y para ello basta con señalar las tres personas que se han quitado la vida cuanto iban a ser desahuciados de sus viviendas y una cuarta que se lanzó, por el mismo motivo, por el balcón de su casa sufriendo múltiples y graves fracturas. Pero hay situaciones dramáticas que se asoman a los medios de comunicación muy de tarde en tarde pero que las están sufriendo a diario miles de familias por causas muy diversas. Hay casos que si los gobernantes tuvieran un mínimo de vergÁ¼enza y de dignidad no deberían producirse, entre ellos el de esos niños y niñas, en riesgo extremo, a las que hay que practicar alguna operación quirúrgica para las que se precisa una alta especialización y medios técnicos, de lo primero lo hay en España pero no de lo segundo, de los medios técnicos, que por el costo de la intervención y tener que desplazarse, en su mayor parte a los Estados Unidos, hacen casi imposible que la salud de estos niños se pueda mejorar y que sobre todo puedan vivir en mejores condiciones, pero lamentablemente el poder económico de la familia es muy limitado, nulo en muchos casos, y tienen que recurrir a recaudar dinero de la forma más inverosímil y sorprendente, entre ellas la recogida de tapones de plástico. A la sinvergonzona clase política y gobernante que tenemos en España no se le cae la cara de vergÁ¼enza, la verdad es que no la tiene, aunque bien mirado la vergÁ¼enza la conserva intacta ya que no hace uso de ella, y asisten impertérritos ante estas dramáticas situaciones, sin piedad ni compasión, ante casos verdaderamente sangrantes, pero su “trabajo” se limita a, cuando lo procedente es dotar con suficiencia económica al sistema sanitario, recortarle a este 7.000 millones de euros, será porque ellos no tienen problema a la hora de ser debidamente atendidos.
Otro drama al que estamos asistiendo a diario es la atención a los mayores y a las personas con distintas discapacidades que precisan de una atención especial y sobre todo de una serie de infraestructuras donde puedan ser debidamente atendidas. Lo de la Ley de Dependencia fue un fuego fatuo que nos ilusionó a todos y nos dio esperanzas pero al final quedó en una falsa expectativa, máxime cuando se le concede a personas que han solicitado ayudas a través de esta ley cuando desgraciadamente ya han fallecido esperando tan concesión. Esto parece una broma o burla trágica propia de gente desalmada y sin sentimientos ni solidaridad con aquellos que lo están pasando mal. ¿A cuántos niños se podría pagar su operación en el extranjero, en vez de recoger tapones de plástico y a cuantas personas mayores o disminuidas se podría atender con los 17 millones de euros que la Generalitat Valenciana ha consignado en los presupuestas para 2013 destinados a ese aeropuerto sin aviones que hay en Castellón?
Toda esta dramática situación se ha agravado en los diez meses que Rajoy lleva al frente del Gobierno. Dicen desde el PP y su caverna mediática que es poco tiempo para que se vean resultados positivos que hay que darle más tiempo al Gobierno, pero lo cierto es que el Ejecutivo presidido por Rajoy, ha sabido aprovechar bien esos diez meses para desmontar el Estado del Bienestar. En eso si han sido rápidos y diligentes.
Sí, España es un drama por donde se le mire. Prestamos atención a los problemas que surgen en el día y nos olvidamos de aquellos que están enquistados y que, por diversas causas, suponen un sufrimiento constante para cientos de miles de afectados y de sus familias.