Hace más de 3 años la guerra civil Siria estalló y nadie fue capaz de imaginarse los horrores que traería consigo.
El mundo occidental asistió conmocionado a una de las guerras más crueles de la historia e hizo el amago de la intervención. Pero esa intervención nunca existió. Al país gobernado por el nobel de la Paz le pesaron más los intereses políticos y económicos, con Rusia, que la liberación de un pueblo que no deja de sufrir.
Con el “no” de EEUU poco a poco los países de Europa fueron olvidando la guerra junto a los medios de comunicación. Hoy, ¿Quién se acuerda? Nadie. Hoy nadie se acuerda de los 150.000 muertos, las 2.5 millones de personas que han abandonado su país o las 6,5 millones que han abandonado sus casas en Siria.
Solo espero que de repente se descubra alguna fuente energética en Siria o algo por el estilo para que reavive el interés de Occidente.
Parece ser la única solución.