Una buena capa no todo lo tapa
Con permiso: «El socialismo humanístico es un sistema en que el hombre gobierna al capital, no el capital al hombre; en que el hombre, en la medida de lo posible, gobierna sus circunstancias, y no éstas al hombre; en que los miembros de la sociedad pueden planificar lo que desean producir, más bien que permitir que su producción siga las leyes de los poderes impersonales del mercado y del capital, con su necesidad inherente de máxima ganancia» (Erich Fromm, 1960, El Socialismo humanista).
Advierte de la diferencia entre “libertad de» y «libertad para”.
Libertad del temor de la opresión y de la violencia y libertad para la participación activa en la realización de la vida.
Apuesta por la socialización de las relaciones contra el aislamiento, apuesta por la humanización: solidaridad, creatividad, trabajo, amor.
Cuando escucho que la acción política ha de encorsetarse a la voluntad del comercio, a la ecuación coste-beneficio, a la ley del mercado, que es la ley del capitalismo y escucho decir que el socialismo ha de edulcorar estas directrices no sé por qué “universales” con detalles de buena voluntad, siento y no me lo reprimo decir con claridad que el socialismo no es la capa buena que tapa al capitalismo.
Y en estos precisos días, en lo que se dilucida el gobierno de España y la Unión (vs DesUnión) Europea, con claridad habría de expresarlo: El Socialismo es un Humanismo, alternativa al Capitalismo.