Una profesora de la Universidad Complutense de Madrid en colaboración con el Southern California College of Optometry (SCCO) ha creado un protocolo que puede evitar un 20% del bajo rendimiento en lectoescritura en la población escolar. Se trata de detectar y tratar en una edad temprana las causas que dificultan el máximo rendimiento escolar.
Sólo en España, más de un millón y medio de niños pueden beneficiarse de los resultados de esta investigación. Si extrapolamos a toda la población escolar hispanohablante, el número de niños beneficiados superaría los 15 millones.
La incidencia de los problemas de lectoescritura en la población escolar supone un 20% del total. Entre un 30 y un 85% de estos problemas están asociados a la visión, que no consisten únicamente en tener dioptrías y en no ver el 100% de lejos, sino también en tener disminuidas la agudeza visual de cerca, la motilidad ocular, la acomodación, la visión binocular y el procesamiento de la información visual y espacial. Una inadecuada motilidad ocular puede provocar perderse al leer o copiar, saltar o leer las mismas palabras o líneas y usar su dedo para guiarle en la lectura. Una disminuida acomodación puede causar síntomas de borrosidad en visión de cerca y de lejos tras mirar de cerca, fatiga después de periodos cortos de lectura o escritura, leer demasiado cerca, tener dificultad en mantener la atención en tareas de cerca, frotarse a menudo los ojos, ojos rojos, evitar las tareas de cerca y dolores de cabeza. La visión binocular supone utilizar los dos ojos como un equipo. Cuando está reducida, puede provocar síntomas de fatiga ocular, malestar visual y dolores de cabeza. En ocasiones leen mejor con un ojo tapado.
La detección temprana de los problemas visuales asociados a la lectoescritura y su tratamiento adecuado pueden reducir el fracaso escolar y la frustración de muchos alumnos.
La evaluación integrada de los problemas de lectoescritura y visuales es una práctica rutinaria en Estados Unidos. A tal fin, existen una serie de protocolos normalizados que permiten la detección de estos problemas en los alumnos de edades escolares tempranas. Esto permite derivar a estos niños a los especialistas pertinentes, de tal forma que en muchas ocasiones es posible solucionar o al menos paliar estos problemas.
En España hasta la actualidad no se realizaba una evaluación integrada de ambos problemas porque no existía un método de detección de dificultades lectoras que pueda realizarse de forma rápida y eficaz en lengua española. Para realizar esta aportación científica, la Profesora Belén Lloréns, colaboradora del Grupo de Investigación de Neuro-Computación y Neuro-Robótica de la Universidad Complutense de Madrid (UCM), en colaboración con el Profesor John Griffin del Southern California College of Optometry (SCCO) han desarrollado un test de detección de problemas de lectoescritura dirigido a la población escolar hispanohablante basado en un protocolo similar al que utiliza el SCCO para la población angloparlante y que es comúnmente utilizado en el Estado de California. El alumno realiza este test en 6-10 minutos. Posteriormente, se combina este test con otros para detectar problemas visuales que interfieran en la lectoescritura (con un tiempo de ejecución de 2-5 minutos). Ambos tipos de test se realizan en el ámbito escolar. A los niños que presentan problemas de ambos tipos se les realiza una evaluación visual completa por optometristas especializados. En muchas ocasiones estos niños necesitan un tratamiento multidisciplinar. Una vez que se realiza el diagnóstico, se deriva a los pacientes a los especialistas que corresponda: optometrista, oftalmólogo, psicopedagogo, otorrinolaringólogo, etc.
En la actualidad la profesora Belén Lloréns está utilizando este protocolo en una experiencia piloto desarrollada en algunos centros escolares. Los resultados preliminares indican que un 15-20% de la población escolar de Educación Primaria presenta distintos problemas de lectoescritura. De ellos, la mayoría presentan a su vez distintos grados de problemas visuales, como motilidad ocular, acomodación, visión binocular y de Procesamiento de la Información Visual y Espacial. La mayoría de estos problemas deben ser tratados mediante una Terapia Visual personalizada.
Una vez que haya finalizado este estudio y que sus resultados sean publicados, se impulsará la implementación del protocolo integrado de evaluación de las capacidades lecto-escritoras y visuales a la población escolar.
Esta propuesta ha sido merecedora de un premio en el IV Concurso de Ideas y Nuevas Empresas de Base Tecnológica de la Universidad Complutense de Madrid (UCM 2010).
Fuente: Universidad Complutense de Madrid