EL CRISOL – Pascual Mogica Costa
Puede que se produjera más de un suicidio por parte de algún miembro destacado del PP si se diera el caso de que antes de las elecciones de 2012 ETA dejara las armas y a la crisis se le vieran signos relevantes de recuperación. Esto sería la ruina política para la derecha que sustenta su actividad política en estos dos pilares: Terrorismo y crisis.
En su empecinada actitud por seguir tomando a los españoles por tontos, la derecha así lo ha considerado siempre, se les llena la boca diciendo que si lo de la legalización del nuevo partido, Sortu, se materializa será por culpa del Gobierno de Zapatero. Hay que reconocer, que no lo hacen de mala fe, que esta no es una postura demagógica y no lo es por la sencilla razón de que en el PP están anclados en el pasado y no se han dado cuenta, o se niegan a reconocer y admitir, que hoy corren otros tiempos por lo tanto es lógico que arremetan contra el Gobierno, ellos creen estar aún en esos tiempos en los que las leyes las hacía y las interpretaba cierto general y por tanto era este militar quien autorizaba o no, normalmente era que no, mejor dicho siempre era que no, a un nuevo partido político. Los únicos partidos que se autorizaban en tiempos del general eran los partidos de futbol. No se han percatado de que ese general ya no está y que ahora hay leyes democráticas, refrendadas por los legítimos representantes de los españoles elegidos a través de las urnas y no como consecuencia de un golpe de estado. Ahora no es ese general que despierta añoranzas en muchísimos dirigentes del PP quien autoriza la legalización de un partido político, no, ahora es la administración de justicia quien, interpretando el sentido de la ley, los aprueba.
Está claro que los nostálgicos franquistas no quieren que la democracia vaya arraigando cada día más en España y creen que para evitar tal cosa lo mejor es ignorarla, pero ¿qué democracia sería esta si la legalización de un nuevo partido político fuera competencia exclusiva del Gobierno? Queda claro que afortunadamente eso no depende de una decisión gubernamental, ya le gustaría a la derecha, ya, pues con esa potestad se podría llegar al extremo de poder declarar legal o ilegal a cualquier partido que le hiciera, o pudiera hacerle, la “competencia”. ¿Se imagina usted, querido lector, si la derecha gobernara y pudiera dejar fuera del mapa de partidos al PSOE y a todos los partidos de izquierdas? No, no es ninguna tontería lo que digo. Si pudieran lo harían.