EL CRISOL – Pascual Mogica Costa
Querido lector, le supongo enterado de que en la alicantina población de Villena se ha producido una riña callejera entre un edil y un asesor de la alcaldesa y a la vez esposo, este último, de una concejal. Todos ellos pertenecen al Partido Popular.
Lo de las bofetadas que en plena calle se dieron, nunca mejor dicho, después de que el grupo de concejales del PP celebrara una reunión para el reparto de fondos para las distintas concejalías. Esta vez ha sido por el vil metal y hace unos años, en esta ocasión esta en Elche, también llegaron a las manos en una asamblea que se celebró para la elección de compromisarios al Congreso Provincial del Partido Popular. La cosa acabó, en el caso de Elche, en los juzgados.
A estas alturas a nadie le puede sorprender el que en el Partido Popular se den estas situaciones de violencia entre ellos mismos y esto nos lleva a reflexionar sobre esa otra forma de violencia que emplean muchos altos cargo del PP insultando a sus adversarios políticos y mintiendo descaradamente creando situaciones de mucha tensión y de marcada violencia. Si se agreden entre ellos mismos ¡que puedes esperar que hagan con sus contrincantes políticos!
Es verdad que en el PP aún no han asimilado la derrota en las urnas aquel 14 de marzo de 2004. Todo ello les está llevando por unos cauces de desesperación, frustración y sed de venganza ¿por qué? que hace que por cualquier cosa sin mayor importancia se vuelvan verbal y físicamente agresivos. Su ansiedad por recuperar el poder que no el Gobierno, la derecha no quiere gobernar, la derecha solo quiere poseer el poder sobre todo y sobre todos, les lleva a protagonizar estos actos tan poco edificantes que solo dan una pobre, triste y lamentable imagen que no genera más que desconfianza entre los ciudadanos españoles. Esta lamentable actitud es la que contribuye a crear una mala imagen de la política y de los políticos. Afortunadamente los españoles han madurado en esto de la democracia y lo que quieren es respeto y tolerancia entre todos y para todos y lo que no desean, en absoluto, es que gente agresiva, intolerante e irrespetuosa pueda llegar a gobernar en España.