Ignacio Doadrio es profesor de investigación del CSIC y el mayor especialista en peces continentales de España. Una de las cosas que más llama la atención del curriculum de este investigador del Museo Nacional de Ciencias Naturales es la variedad de proyectos que ha llevado a cabo y que desarrolla actualmente. Sin embargo, parece existir un nexo de unión en todos ellos: más allá de la ciencia parece muy interesado en la conservación.
La mayor parte de tu investigación se centra en los peces ¿qué ventajas ofrece este grupo de vertebrados para el estudio de las diferentes disciplinas de la biologÃa?
Los peces tienen una diversidad muy elevada y unos procesos de especiación curiosos. Son interesantes para estudiar la evolución y los modos de especiación ya que algunos no funcionan con las premisas que establecieron Darwin y Mayr: no tienen reproducción sexual, no son todos diploides, etc. Además, los peces son el grupo más diverso dentro de los vertebrados y están en dos medios muy distintos: aguas continentales y marinas. Muchos descubrimientos relevantes en biogeografÃa los han hecho los ictiólogos, por ejemplo las biogeografÃas vicariantes del Caribe han puesto las bases para la biogeografÃa moderna. Igualmente, un gran número de importantes estudios sobre especiación en simpatrÃa se han hecho en los grandes lagos de Ãfrica; también muchos estudios de selección sexual. Los peces aportan mucho al conocimiento de los procesos evolutivos y de la diversidad biológica.
¿Qué ha supuesto el extraordinario avance de la biologÃa molecular en los últimos años para el desarrollo de tu investigación?
Cuando comencé en los años 80, la secuenciación directa de ADN no era posible, tenÃamos que recurrir a métodos indirectos como la electroforesis de proteÃnas, que consistÃa en separar proteÃnas en un campo eléctrico. La biologÃa molecular ha avanzado en las últimas décadas a un ritmo colosal. Esto ha supuesto una auténtica revolución en el campo de biologÃa, se han descubierto cosas que nadie podÃa imaginar. Como contrapartida, resulta muy difÃcil para el investigador seguir el ritmo de estos avances.
¿Cuáles consideras que son tus mayores logros desde un punto de vista estrictamente cientÃfico?
Aquà habrÃa que separar por temas. En cuanto a la descripción de la diversidad, estoy especialmente orgulloso de mi contribución al conocimiento de la fauna española y mediterránea, soy la persona que más ha estudiado los peces continentales mediterráneos. Por otra parte, también he trabajado en proyectos de biodiversidad en otras partes del mundo.
Me interesa mucho la biogeografÃa y destacarÃa nuestro estudio en las islas del Caribe. La teorÃa biogeográfica actual predice que el impacto del meteorito caÃdo en el Yucatán, hace 65 millones de años, tuvo un efecto catastrófico en toda la región y provocó la extinción de muchas especies de animales y plantas, incluidos los dinosaurios. Nosotros pensamos que no es asà e hicimos un trabajo rechazando esta hipótesis de extinción masiva en el Caribe.
En cuanto a procesos biológicos, hay que mencionar nuestras aportaciones al estudio de la especiación del complejo alburnoides. El calandino Squalius alburnoides es una ciprÃnido endémico de la penÃnsula Ibérica, de origen hÃbrido, con poblaciones de diferentes ploidÃas y sistemas reproductivos, y que sirve de modelo para estudiar las posibilidades de que los vertebrados unisexuales escapen de ser un fondo de saco evolutivo para tener vÃas de especiación.
También has investigado en biologÃa de la conservación.
Asà es, no sólo con peces sino también con otros vertebrados como osos, linces, conejos y urogallos. Por ejemplo, a comienzos de los años 90 estimamos genéticamente que la población de osos era casi el doble de la que se estaba calculando a partir de los censos de osas con crÃas, y que el error estaba no sólo en el observador sino en que existÃa una proporción de sexos desequilibrada, por lo que las estimas poblacionales eran equivocadas. Esto hacÃa muy vulnerable a la población oriental, por lo que insistÃamos que debÃan hacerse un mayor esfuerzo de conservación frente a la occidental, que estaba en mejor estado.
También hemos encontrado nuevas poblaciones reproductoras de lince en Ciudad Real, a partir de análisis genéticos de excrementos; hemos investigado el flujo genético en las poblaciones de urogallo cantábrico y hemos participado en proyectos de conservación del cangrejo de rÃo autóctono o en los virus que afectan a las poblaciones de conejo, entre otros.
Eres un gran amante de los perros. ¿Has trabajado con ellos?
Soy el impulsor del Proyecto de ADN y MORFOLOGIA para las razas caninas puras que se ha puesto en marcha a través de un acuerdo de colaboración entre el CSIC y la Federación de Asociaciones para el Fomento y Conservación de las Razas Caninas Puras, y cuyo objetivo es la creación de un banco de datos genéticos y fenotÃpicos que va a estar depositado en el Museo Nacional de Ciencias Naturales. Además, a través del MNCN, he firmado un acuerdo de colaboración con la asociación que lleva una de las razas más emblemáticas de España: el perro mastÃn español.
Un tema que me interesa actualmente es la relación entre las enfermedades en perros y su herencia genética. Hay una enfermedad que afecta a más del 50% de los mastines que es la displasia de cadera. Hemos seleccionado un gen candidato y creemos que hay una correlación muy alta entre los perros que presentan una deleción en ese gen y la displasia de cadera, al menos en los mastines. Es un trabajo pionero. Ya hemos realizado el análisis genético, y ahora estamos a la espera de que la Universidad de León nos proporcione las radiografÃas de las caderas de los perros para acabar el estudio.
¿Por qué has abordado temas tan diversos a lo largo de tu carrera investigadora?
A mediados de los años setenta, un grupo de naturalistas que lideraban Javier Castroviejo y Fernando Palacios montaron un laboratorio de zoologÃa en la calle Topete de Madrid. Yo provengo de este grupo; tenemos un tipo de formación diferente a la universitaria convencional: krausista, integral, con un conocimiento muy vasto de las ciencias naturales, diferente a la educación académica de entonces, que era muy especializada. Esto tiene sus inconvenientes, ya que la educación, no sólo en España, sino en la mayorÃa del mundo es asÃ, el sistema de selección está basado en una superespecialización, lo cual permite un mayor número de publicaciones. Sin embargo, también tiene sus ventajas; por ejemplo, si yo he podido trabajar con osos sin ningún problema, es porque conozco el tema: habÃa visto osos, habÃa recogido sus excrementos, habÃa hablado con la gente donde viven. Esta formación, también resulta útil para trabajar en biogeografÃa, para lo que se necesita un conocimiento muy amplio. Tengo una base paleontológica, porque he trabajado con fósiles; saber que pasa no sólo con mi grupo, los peces, sino con otros vertebrados como aves o reptiles, es muy útil en biogeografÃa, una ciencia multidisciplinar. Otros temas como el cambio climático, también requieren de un conocimiento integral que aporte una mayor perspectiva, sobre todo si se pretende liderar un equipo multidisciplinar.
Eres el cientÃfico vivo que más especies de peces de agua dulce ha descrito y que más ha estudiado este grupo en el Mediterráneo. Háblanos del libro que acabas de publicar «Ictiofauna Continental Española. Bases para su seguimiento«.
El origen de este libro fue un proyecto del Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino para realizar un seguimiento de los peces de agua dulce en España, habida cuenta de que la regresión de los peces autóctonos es formidable. En esta obra hemos revisado todas las especies de la ictiofauna continental, su distribución potencial y real; se incluyen unas claves para poder determinar fácilmente las especies en el campo y se describen cómo y dónde deben hacerse los seguimientos de peces. Es una sÃntesis de la ictiofauna española, y ahora estamos trabajando en una similar para los peces del norte de Ãfrica, que saldrá en breve. Uno de los aspectos más interesantes de esta monografÃa es la documentación gráfica, que es de primera calidad, ya que hasta la fecha era muy deficiente.
¿Cuál es el estado de conservación de nuestra ictiofauna?
Lamentablemente, hay que reconocer que es muy malo. De las 61 especies de peces continentales autóctonas que viven en la penÃnsula Ibérica, nada menos que 57 están amenazadas conforme a los criterios de la UICN (Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza), 10 de ellas en peligro crÃtico.
¿Cuáles son los principales problemas de nuestros rÃos?
Un problema muy importante es la depuración del agua, ya que a pesar del gran número de depuradoras que existen, el déficit de mantenimiento impide que el agua se depure correctamente. Se da la paradoja de que se ha invertido mucho dinero en crear sistemas de depuración que ahora no se pueden mantener, por lo que el agua contaminada acaba en los rÃos.
Los regadÃos también representan un problema grave, no sólo porque acaparan entre el 70 y el 80% del agua, sino porque también requieren elevadas dosis de fertilizantes y pesticidas, los cuales finalmente van a parar a los rÃos y a los acuÃferos. Por otra parte, el desarrollo industrial y el creciente número de infraestructuras hidráulicas han degradado sensiblemente los ecosistemas acuáticos.
¿Qué grado de amenaza representan las especies invasoras para los peces autóctonos?
Las especies invasoras constituyen una amenaza importante. El incremento del tiempo de ocio se ha traducido en un mayor número de pescadores, que además son muy selectivos. Los peces españoles no les satisfacen, necesitan peces que resulten deportivamente más atractivos: grandes, depredadores, más voraces, que ataquen mejor a las cañas de pescar. Pero en España no hay peces piscÃvoros, excepto las truchas. Como consecuencia de la falta de educación ambiental, la gente suelta peces en los rÃos; los propios gestores desconocen lo que hay en los rÃos y el valor de los mismos. Un ejemplo de ello es el último debate que se ha generado con la trucha arco iris y el black bass. Este último es una de las especies más destructoras de nuestra fauna, sin embargo el ministerio pretendÃa excluirlo de la lista de las especies invasoras, porque los pescadores presionan en este sentido.
¿Qué piensas del debate que se ha abierto sobre la excelencia cientÃfica?
La excelencia en ciencia como en todos los ámbitos es una meta, pero esa meta es imposible de conseguir haciendo culpables a determinados investigadores de que no se alcance. Son los gestores de la ciencia, a todos los niveles, los que tienen una mayor responsabilidad, al no haber desarrollado una estructura y un entramado social que permita una mejor formación, un mayor estÃmulo y una mayor facilidad para captar recursos. Cuando alguien habla de los problemas evidentes de la investigación, y ocupa cargos de gestión, no debe sólo explicar los recortes y la optimización de los centros, debe explicar también cuáles son sus ideas sobre la captación de nuevos recursos y que nuevos estÃmulos ofrece para impulsar la investigación.
¿Y sobre la burocratización del sistema de investigación?
La burocracia para mà no es un problema importante en la ciencia española, siempre es mejorable claro, pero pienso que ese no es un problema de fondo. Por ejemplo, en nuestro centro hay muchos investigadores que trabajan fuera de él muchos dÃas, para poder concentrarse mejor en su actividad, sin necesidad de rellenar un solo papel. Esto sin duda favorece su creatividad y su rendimiento profesional, pero es una ventaja de la que carecen otros grupos administrativos. Los proyectos europeos tienen una mayor carga administrativa que los españoles. Cuando los recursos son escasos suele existir un mayor control del gasto público en ciencia y en cualquier otra actividad. Algo diferente es la flexibilidad en la contratación que es manifiestamente mejorable.
Fuente: www.mncn.csic.es