Sociopolítica

Supuestamente: suposiciones sobre Juan Carlos I

El escritor Rymer utilizó la expresión “poetic justice” en una de sus obras, hacia finales del SXVII, para justificar que, a pesar de que en la vida real la justicia no siempre se produce, en la literatura debería corregirse esta contradicción y así, una obra, podría inspirar el comportamiento moral por medio del triunfo del bien sobre el mal. Es un poco tarde, pero si hoy Rymer levantase la cabeza, sonreiría y nos recordaría que tenía razón.

Debe existir la justicia poética, o algo parecido, porque, SUPUESTAMENTE, la intranquilidad de estos tiempos, en los que el Estado, los políticos y la banca nos chantajean y nos amenazan con una lenta agonía laboral y económica, se ha trasladado, al menos temporalmente, al palacete de la Zarzuela, a tocarles, SUPUESTAMENTE, las narices (parte de marcado carácter de la anatomía borbónica) a la Real familia. Un poco más, porque ya andaban algo intranquilos, SUPUESTAMENTE, con los todavía supuestos tejemanejes del yerno deportista.

El periodista, con inicial de letra adosada al nombre, afirmaba que el rey non stop en un quirófano o en una cacería había recibido de su papá una herencia millonaria, que SUPUESTAMENTE logró pasar el férreo (y sospechosamente selectivo) control del amenazante Montoro y aguarda en Suiza rentando supuestos intereses. Y claro, la imagen de este señor que en Navidad se mete en nuestros comedores y nos habla con dulzura (y gangoseantemente, es cierto) sobre justicia e igualdad, se dibuja supuesta pero muy distinta a esa que nos han intentado siempre vender de un rey que sufrió lo indecible en el exilio, que no vivió con la holgura económica que un por-coronar merece y un etc. Real irreal.

rey del ajedrez

La Monarquía, tan tocada y hundida como esta farsa democrática que nos han vendido…Foto: Eldar_

Cuenta El Mundo que el papá del coronado, tal y como constó en la apertura de su testamento, legó una fortuna que ascendía a unos 1.100 millones de nada, incluidos otros 728,75 millones, también de nada, en fondos depositados en el mismo extranjero donde viven SUPUESTAMENTE los dineritos del pobre Bárcenas. De las propiedades inmobiliarias, supuestamente legadas, es preferible que nos les cuente porque nos íbamos a marear un poco con tanto cero seguido de ídem., pero se dice y se cuenta, basándose en el artículo de El Mundo y otros dimes y diretes, que el monarca SUPUESTAMENTE contribuyó con un pequeño donativo al SOGENAL  (Societé Genérale Alsacienne de Banque) ingresando tres cheques en una cuentecita a su Real nombre por valor de 2.500.000; 533.000 y 1.067.744 francos suizos (un total de 375.628.150 pesetitas de aquella época en la que Montoro andaba preparándose en una academia de superhéroe fiscal)

Pues bien, para desmentir los rumores que intentaban convencernos de que el yerno deportista era un díscolo cuyas prácticas transaccionales eran rechazadas por un suegro pulcro de ideología intachable y austeridad notable (!) nos hemos puesto a indagar en la SUPUESTA historia del pasado del reino de España y hemos encontrado SUPUESTOS que se SUPONEN, SUPUESTAMENTE reales, que pueden servir para que abramos los ojos (un poco más).

Léanse con SUPUESTO interés ya que son SUPUESTOS, SUPUESTAMENTE afirmados. Búsquense referencias, no en La Razón, ni en la COPE, ni en ABC, por supuesto, y ya me dirán, ya me dirán…

1. En una de las biografías no autorizadas del monarca cazador, queda reflejado un pasaje, supuestamente perteneciente a su infancia, que ha quedado tipificado como el supuesto debut como “negociante o bróker sui generis”: cuentan que el monarca ha reconocido en más de una ocasión que cuando tenía seis años metió su primera pata empresarial. Vivía entonces, en su humilde morada, el económico Hotel Royal,  en Lausana, y vio cómo una visita entregaba, como regalo a su papá, una estilográfica de oro. El aún-por-coronar niño tuvo una idea brillante, premonición de las posteriores, supuestamente: intentó venderle al portero del hotelito la pluma en cuestión, supuestamente, para conseguir unos centimillos de franco (no el dictador y mentor del niño cuando creció, sino la moneda) con los que adquirir unas golosinas que le tentaban desde una tiendecilla de caramelos próxima. El papá del empresario debutante tuvo que darle al botones, otro que según parece no era nada tonto, 10 francos como compensación. Cuentan que desde esa experiencia, cuando el monarca aún no conocía estilos tan exitosos como el estilo Botín o el estilo Prado y Colón de Carvajal, a Juanito le quedaron unas ganas desmesuradas de enmendar su error a base de presuntas intentonas empresariales. Tal es así que muchos, supuestos, creen que la esposa del yerno deportista supuestamente heredó el gen del emprendedurismo de su Real padre.

2. Desde mediados de 1900, el gobierno del reino, lleva pasando una rentita anual a la Real Casa de quien fue niño humilde-en-el-exilio,que ya empezó a ser efectiva en una cantidad de 25.000 pesetas. El amigo del bigote del monarca, ese que estaba siempre con la cara al sol, devolvió supuestamente, a la Casa Real, las propiedades valiosísimas que la República había confiscado a los borbones, aunque este patrimonio inmobiliario duraría, en su cuantía original,  hasta que murió el del bigote, fue coronado el heredero de cabellos acaracolados y su papá, Don Juan de Borbón, supuestamente hasta las narices de tener que utilizar el ingenio para arreglárselas para tener lujo de gorra y no dejar de beber sus adorados martinis on the rocks, se puso, supuestamente también, a vender palacetes y edificios como un loco (cuentan que llevado por su premonición de que la monarquía, encabezada por su Juanito, no iba a ser muy duradera). El papá del coronado colocó un cartelito precioso de SE VENDE sobre fachadas bien excelsas: el palacio de la Magdalena, en Santander; el palacio de Miramar, en Donostia; la isla de Cortegada, expropiada previamente para ser regalada a los borbones, en Arousa; Villa Giralda, en Estoril, vendida supuestamente utilizando la después utilizada con pprofusión técnica del testaferro;  etc. En fin, que supuestamente, el no supuesto sino Real padre real, se forró, literalmente, ejerciendo como agente inmobiliario de alto standing. La pregunta derivada, tras leer el periplo de ventas, es qué hizo el susodicho con los millones que obtuvo. Pues bien, cuentan las supuestas voces que, supuestamente, el Juan que no llevaba número romano, sino don, figuraba como miembro de honor en la relación de los afectados por el PERDÁN FISCAL del PSOE ¿Recuerdan el episodio?

3. Suposiciones varias apuntan a que las teorías de que el monarca cazador está curtido por una vida militar, austera, de pocos lujos y que no le permite olvidar los duros años de su exilio son, precisamente, eso: meras suposiciones. Algunos supuestos amigos del no supuesto rey han contado, supuestamente, en más de una ocasión, que una pareja de pobrecitos enamorados, el futuro rey y la señora de cabellos esponsorizados por laca Nelly, emprendieron un humilde viajecito de novios, pagado por unos amigos de la humilde familia, solidarios y conmovidos por la injusta pobreza de los borbones en aquel entonces. Supuestamente, el novio de la corona ha explicado más de una vez, se supone que como prueba de las increíbles penurias que ha afrontado, que no pasó la vergÁ¼enza de no poder comprarle a la recién esposa Sofía un caprichito que se antojó poseer en tierras tailandesas. Claro que deberíamos pensar, antes de enternecernos y estallar presos del llanto, que los pobres desposados no fueron de viaje melero a Albacete o a Parla, sino por sitios exóticos entre los que estaba la cuna de la comida Thai, ni Sofía se encariño con un suvenir que consistía en un pisapapeles, con el rótulo I was in Thailand, sino  que le echó, muy espabilada ella, el ojo verdoso a un gordo y brillantoso zafiro.

4. Otro supuesto que es tomado como supuestamente cierto es aquel que prueba que la solidaridad entre los millonarios también se da, de un modo curioso y nada altruista, es verdad…pero darse, se da. Y si no, sepan que desde que el rey cazador se desposó con quien parece, pero no es, una esfinge griega, supuestamente comenzó a recibir una cantidad de dinero nada desdeñable, una especie de colecta, en versión pija de Cáritas, un precedente con glamour de El Rastrillo, de manos (de bolsillos, perdón) de un grupito de solidarios banqueros, nobles y empresarios pelotas del dictador del bigote. Corría el 1962 (bueno, corríamos nosotros, delante de la policía) cada mes, supuestamente, Juanito-ya-Juan, recibía lo que le permitía un poco de la liquidez merecida que su cargo debiera proporcionarle. Cuentan que quien encabezaba el grupo de la hucha real era Valls Taberner, un banquero franquista, fanático primero del papá del monarca y buenísimo y rentable  amigo después, del hijo rey, cuando percibió que tenía más a ganar si su amistad con el muchacho de cabellos tirabuzoneros se hacía más intensa. Hoy nos escandalizaríamos y llamaríamos al asunto…¿un lobby?

5. Otro que sufrió un ataque agudo de solidaritis interesatis fue el señor de las abejas, alias Ruíz Mateos. Llegados a este punto, el escribir supuestamente no tiene mayor sentido si nos paramos a tirar de hemeroteca, porque hallaremos bastantes declaraciones del superman-de-rumasa, afirmando lo que ahora describiré e intentando utilizarlo, en aquella época, para presionar-chantajear a las esferas reales, en un intento de conseguir cierta protección después de sus reiteradas metidas de pata. Ruíz Mateos repitió hasta la saciedad que había llegado hasta el monarca cazador de grandes animales, animado por las palabras de Valls Taberner y otros babeadores reales. Ruíz Mateos no le llevaba al monarca un cargamento de flanes Dhul sino maletines de piel de lujo, repletos de billetes de pesetas de la época, en cantidad variable y frecuencia no modulada sino más bien constante ¡Aquello si era lujo y no ahora, porca miseria de crisis, que lo más que se trajinan son sobres y no attachés! El ex mentor de los chocolates Trappa jura y perjura que conserva la documentación que supuestamente probaría el recibo, por parte de las reales manos, de unos…mil millones de pesetas, aunque curiosamente nadie se ha interesado oficialmente por comprobar si el de la abeja decía la verdad y en la zarzuela se comieron muchas, muchas cajitas de bombones de chocolate y miel.

Estos cinco apuntes, supuestas verdades supuestas, no son más que el inicio de una lista mucho más…real y extensa.

Para que no nos abrumemos, y podamos estar concentrados en idear cómo narices sobrevivir un día más a esta crisis impuesta, inventada y “quita-dora”, no voy a extenderme con los restantes supuestos. Los dejo, redactándose para una entrega posterior a cuya lectura, por SUPUESTO, están invitados.

Sobre el Autor

Jordi Sierra Marquez

Comunicador y periodista 2.0 - Experto en #MarketingDigital y #MarcaPersonal / Licenciado en periodismo por la UCM y con un master en comunicación multimedia.