Por suerte estamos viviendo momentos de grandes descubrimientos. La ciudadanía empieza a saber que en la crisis, si bien ha influido una evolución mundial del ciclo económico, ni los trabajadores ni su productividad han tenido la culpa de nada, y sí más bien algunos de los ‘señores’ que consiguieron grandes cuotas de poder, político y económico. En estos momentos aparecen las ‘Tarjetas Negras’ que utilizaban los Consejeros de Caja Madrid para gastarse grandes sumas en divertirse, regalos, joyerías, viajes y hoteles, etc. como es ya sabido por toda la opinión pública con detalle, ya que la prensa ha conseguido los listados de gastos, y allí están todos: partidos políticos, sindicatos, patronal, etc.
Pero el motivo de mi escrito es que mientras todos los partidos y sindicatos han puesto literalmente en la calle a las personas que utilizaron las tarjetas, la patronal sigue manteniendo en la dirección a los sujetos implicados y el Comité de Garantías del PP, después de una larga reunión, dice que eso de expulsar al sr. Rato y los demás puede esperar. Esto me ha hecho recordar un chiste, muy conocido pero que viene al caso: un señor va al dentista con una muela cariada, se pone en el sillón y cuando ve al dentista que pone en marcha el torno, le agarra con fuerza los ’00’ y le dice «No nos haremos daño, ¿verdad doctor?»
Pues bien esa es la impresión que se tiene en los diversos casos de corrupción que van apareciendo. Da la impresión de que los ciudadanos no nos demos cuenta de dónde han salido los ‘sobresueldos’ a los políticos. Si hacemos un poco de reflexión, nos daremos cuenta de que de las cotizaciones de los militantes es imposible, no dan para tanto, sin embargo, el juez de la trama GÁ¼rtel procesa estos días a 35 dirigentes políticos populares por el tema de la concesión de basuras, traducido en hablar llano: al parecer hemos pagado por las basuras el doble del precio real para que otros se pudieran enriquecer.
En otra noticia nos dice la policía que el PP-V se financió con dinero B desde el año 2002. Pero mientras tanto, el gran gastador de la Black-T que hundió Caja Madrid está en la calle y el juez que lo mandó a la cárcel por riesgo de fuga, ya que al parecer tenía intereses en paraísos fiscales, ha sido condenado a 17 años de inhabilitación.
Mientras que estos señores de la Black-T se gastaban el dinero alegremente, los contribuyentes rescatábamos con dinero público Bankia con 61.000 millones de euros, según informe del Banco de España.