Una de cada tres personas adultas que padece TDAH consume drogas
- La droga más consumida por personas con TDAH es la cocaína.
- Su consumo responde a una “automedicación” cuando no se recibe el tratamiento adecuado.
- La cocaína reduce el foco de atención, lo que supone una “liberación” para personas con TDAH.
Madrid, 24 de agosto de 2016.- Entre el 30 y 40% de personas adultas que padecen el TDAH (Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad) son consumidores habituales de alcohol u otras drogas y pueden presentar trastornos de conducta adictiva con más frecuencia que el resto de la población.
“Cuando se estudian las distintas condiciones que pueden resultar un factor de riesgo para el consumo de sustancias, uno de los elementos destacados son las distintas dimensiones de los rasgos de personalidad. En este sentido, es fundamental investigar si el paciente en cuestión ha padecido TDAH en la infancia”, afirma Fermín Ferrero, psicólogo coordinador de la Clínica IVANE, situada en Hospitales Nisa.
Cocaína como “automedicación”
Cada vez se objetiva una mayor correlación entre adultos con diagnóstico de TDAH y abuso o dependencia de estas sustancias. Esta relación no es extraña desde el punto de vista del consumo de drogas como una ‘automedicación’, lo que significa que los usuarios de sustancias hacen uso de éstas buscando una regulación del malestar cuando no reciben el abordaje terapéutico que necesitan, a modo de una medicación que les evite el sufrimiento.
La sustancia de abuso que se suele observar en los adultos con TDAH es la cocaína, según señala el Dr. Ferrero, lo cual suele generar dudas en torno a la aparente contradicción del proceso: si el TDAH se caracteriza por un elevado nerviosismo, inquietud y falta de concentración, entre otros síntomas, ¿cómo es posible que una droga estimulante como la cocaína pueda jugar efectos calmantes?
La respuesta es sencilla: el TDAH hace que se capte demasiada información y detalles de nuestro entorno, hasta tal punto que nuestro cerebro es incapaz de procesar todo lo captado y, por ello, reacciona con nerviosismo, impulsividad, hiperactividad motora y toda la serie de síntomas que caracteriza este trastorno. Como el consumo de cocaína presenta como efecto la disminución del foco de atención hacia un número menor de estímulos, el cerebro se relaja y es capaz de enfocar y concentrarse mejor en una o pocas actividades.
Esto es congruente con la medicación contrastada que usualmente se receta a los niños con este mismo trastorno, los psicoestimulantes, que, como indica la propia palabra, provocan una acción de enfoque a nivel psicológico en los pacientes que sufren TDAH, según los expertos.
Sobremedicación
Como prevención de esta situación, el doctor explica que “cada vez hay una mayor población infantil (sobre)diagnosticada y (sobre)medicada por TDAH. Debemos abogar por una máxima racionalización tanto de los diagnósticos fiables y multidisciplinares por profesionales expertos, así como plantear alternativas terapéuticas efectivas, biológicas, psicológicas y educacionales, para dotar desde la infancia el máximo bienestar posible a estos niños y evitar una vulnerabilidad adquirida para el desarrollo de dificultades psicológicas o trastorno mentales en la adolescencia y, consecuentemente, disminuir la actual prevalencia de consumo de drogas y adicciones en personas adulta que padecen TDAH”.