Sociopolítica

Tecnología y/o salud

Paradojas, ironías… Todo lo que no mata, engorda y todo lo que engorda, mata. Dicen que la obesidad y el tabaquismo son las mayores amenazas que hoy se ciernen sobre nuestra salud. Me pregunto si no será la tecnología, ese niño mimado de las multinacionales, el tercer factor de riesgo y a la vez, paradójicamente, de salvación. Hay en su uso síntomas inquietantes para la salud. Citaré algunos. El microondas podría ser causa de cáncer y, en todo caso, destruye el valor nutritivo de los alimentos, que de ese modo dejan de serlo. Tírenlo a la basura, amigos, no calienten en él los biberones de sus bebés. Los déspotas que gobiernan el mundo occidental (Obama, Zapatero, Sarkozy, Gordon Brown… ¡Derechas e izquierdas unidas jamás serán vencidas!) y que para hacerlo necesitan que cunda el alarmismo con el que viven en permanente y, para ellos, imprescindible simbiosis, elevan ahora los amperios de la escalada del terror de Estado y tantean la posibilidad de someternos a escáneres en los aeropuertos. ¿Ignoran esas marionetas la brutal descarga de rayos cancerígenos, reiterada, además, una y otra vez en el caso de los viajeros habituales, que tan estúpida medida supone? Niéguense, amigos. Mejor el cacheo, cuando no haya otra opción, que es humillante, pero no dañino. ¿Algún otro ejemplo? Sí. Las autoridades sanitarias del estado de Maine contemplan la posibilidad de imprimir en la carátula de los móviles etiquetas similares a las que ya existen en las cajetillas de cigarrillos: “este teléfono puede ser causa de tumor cerebral”. Algo de cierto habrá en tal sospecha para que algunos la alimenten a riesgo de sufrir las represalias de las multinacionales mafiosas. Contrólense, amigos, y recurran, como mal menor, al pinganillo, si no son capaces de renunciar al móvil. Son sólo tres muestras. Cabría esgrimir otras muchas que están en la mente de todos (los transgénicos de la Monsanto, verbigracia), pero quizás, a la postre, redunde la tecnología en beneficio de la humanidad. ¿Cómo? Pues minando nuestra salud, como lo hace, y atajando así por la tremenda la metástasis de la demografía. El crecimiento de la población es la matriz de todos los males. Sobra gente. Disminuir o extinguirnos. No hay otra opción. Ironías, paradojas… La tecnología mata y, por ello, cura. Retiro lo dicho. ¡Benditas sean las multinacionales y los déspotas que siguen sus instrucciones! ¡Hosanna a quienes sólo piensan en salvar el mundo! Sigan votándolos.

Sobre el Autor

Jordi Sierra Marquez

Comunicador y periodista 2.0 - Experto en #MarketingDigital y #MarcaPersonal / Licenciado en periodismo por la UCM y con un master en comunicación multimedia.