Sociopolítica

Teoría del Poder en el Estado Democrático

La única fotografía de Abraham Lincoln en el discurso Gettysburg

 

 

«Los que niegan las libertades y los derechos a los demás, no se merecen ellos mismos ni libertades ni derechos. Los que niegan la libertad a otros, no la merecen para sí, porque bajo un Dios justo no pueden conservarla por mucho tiempo.» – Abraham Lincoln

 

Dr. Belisario Rodríguez Garibaldo

Abogado, Sociólogo, Periodista, Analista Político, Profesor y Escritor.

Miembro del Partido Revolucionario Democrático – PRD (Panamá)

E-mail: brodgari@hotmail.com

Web: http://www.pa/secciones/escritores/rodriguez_belisario.html

 

La constitución es un texto solemne que contiene el estatuto supremo de ley superior del Estado, que contiene disposiciones que regulan la estructura básica del Estado, comprendiendo la organización, establecimiento y atribuciones de sus poderes y órganos públicos, así como la regulación de las normas de reconocimiento y protección de los derechos fundamentales de los ciudadanos.

 

La constitución establece la organización general del Estado como forma de normar a  la debida relación del ‘contrato social’ que pauta los derechos y deberes entre gobernantes y gobernados, representantes y ciudadanos.  

 

El Estado democrático moderno establece la subordinación de todos los poderes públicos a los representantes electos y delegados en la administración del Estado, con la separación de poderes en armónica colaboración, en el cual el poder legislativo asume la disposición de la ley, el poder ejecutivo asume la capacidad de hacer cumplir lo dictado por el legislativo, y el poder judicial asume la competencia de juzgar a las violaciones a la ley.

 

El sistema político puede ser reformado parcialmente por medio de reformas constitucionales aprobadas por el parlamento, o por medio de una constituyente que permite al soberano popular ciudadano dotarse de una reforma general hacia una nueva constitución orgánica del Estado.

 

El derecho al sufragio universal (cambio de gobierno) es la base del sistema democrático moderno, especialmente en el sistema presidencialista, mediante el voto electoral directo de la ciudadanía que elige a sus gobernantes y representantes en los cargos electos. En algunos sistemas parlamentarios, al ser electos sus representantes parlamentarios, estos eligen de forma indirecta al gobernante y el órgano ejecutivo.

 

Ambos son mecanismos viables dentro de las formas en que suele regirse una democracia representativa. Vale aclarar que en occidente, en la tradición constitucional de las Republicas americanas se establece en general al sistema presidencialista, mientras que la tradición constitucional de los Estados europeos se establece en general al sistema parlamentario.

 

La esencia del Estado democrático moderno radica en la existencia plena del sufragio universal, separación de poderes (ejecutivo, legislativos, judicial), Estado de derecho y derechos fundamentales de los ciudadanos.

 

En la era moderna, los derechos fundamentales de los ciudadanos han sido pautados en la Declaración Universal de los Derechos Humanos, que promueve a la existencia universal tanto de los derechos civiles y políticos, como de los derechos económicos, sociales, culturales y colectivos. La existencia del pluralismo político debe ser indispensable en una democracia moderna como concurrencia de la diversidad de expresiones políticas de los ciudadanos. 

 

Las elecciones además son un arma poderosa de libertad de elección y deliberación publica en manos de una ciudadanía pensante, reflexiva, critica y participativa. La esencia de una democracia participativa radica en una ciudadanía organizada por el bien de la comunidad como vigilante de la debida administración de los recursos públicos de parte de sus representantes electos.

 

La esencia del parlamento es la representación de la comunidad, en el sentido de una asamblea de ciudadanos, tal como deviene de la democracia mas antigua del Ágora en la antigua Grecia, que se desarrolla en la Republica senatorial de tribunos de la antigua Roma, pero que adquiere vigencia hasta la modernidad gracias a la revoluciones ilustradas como la revolución francesa y americanas que marcan la pauta del Estado democrático moderno en occidente y el mundo. 

 

Los gobiernos deben ser limitados y controlados por el Estado de derecho, en un gobierno de leyes e instituciones, no de hombres. Así mismo que los ciudadanos deben tener mayores mecanismos, además de las elecciones, para hacer valer sus derechos, mediante la petición, la revocatoria de mandato, consultas y plebiscitos, iniciativa ciudadana de ley, cabildos, asambleas y juntas comunales, libertad de expresión, manifestación y asociación, etc. Son medios legítimos de ejercicios ciudadanos en el marco de una democracia representativa directa.

 

El modelo de referéndum revocatorio (a mitad) de mandato de los cargos electos (como establece la actual constitución de Venezuela) también se implementa en algunos países con sistemas parlamentarios. En otros países con sistemas presidencialista o parlamentarios, las elecciones parlamentarias y locales que sean a mitad de un mandato presidencial, permite que dichas elecciones parciales puedan otorgar un balance del poder por el mandato popular (tal como ocurre en Estados Unidos). 

 

En países con sistemas parlamentarios se establece a la moción de censura de un gobernante por el parlamento, así como en el sistema presidencialista se establece al debido juicio político de un gobernante por el parlamento, que son mecanismos constitucionales de revocar el mandato a un gobernante por medio de la decisión parlamentaria de los representantes de la ciudadanía.  

 

El modelo de referéndum revocatorio que se establece que sea para cargos electos de presidente u otras autoridades electas (gobernadores, parlamentarios, alcaldes, concejales), requerirá una petición al Tribunal Supremo Electoral firmada por un porcentaje de electores de la circunscripción electoral, para que se convoque a un referéndum revocatorio de mandato.

 

El modelo de consulta popular, sea plebiscito, referéndum, encuesta o consulta electoral, sea de carácter vinculante obligatoria o no vinculante, a nivel nacional o en una circunscripción electoral, es un mecanismo que permite a la consulta de los ciudadanos participar en la toma de decisiones de los gobiernos electos mediante el llamado a sufragar en determinadas deliberaciones publicas para temas que sean de su interés general, en el marco de una democracia participativa directa en su forma de sufragio deliberativo de participación ciudadana.   

 

Todas las formas de democracia, directa e indirecta, presidencial y parlamentaria, representativa y participativa, formal y deliberativa, serán pertinentes en la medida que permita a la observancia de las decisiones colectivas adoptadas por medio de la voluntad general de los ciudadanos, mediante el ejercicio de un sufragio universal plural que otorgue a la debida legitimidad de las formas de gobierno del Estado y de sus representantes electos que administren debidamente a los recursos públicos. He allí la madre del cordero, la democracia como forma del buen gobierno de la cosa publica. Al decir de Abraham Lincoln acerca de la democracia: “el gobierno del pueblo, por el pueblo y para el pueblo”.

 

Sobre el Autor

Jordi Sierra Marquez

Comunicador y periodista 2.0 - Experto en #MarketingDigital y #MarcaPersonal / Licenciado en periodismo por la UCM y con un master en comunicación multimedia.