El nuevo libro del economista francés Thomas Piketty, Capital en el siglo 21, confirma el imparable crecimiento de la desigualdad en las últimas tres décadas y el grave riesgo de que aumentará en los próximos años… si no hacemos nada para frenar esta situación que amenaza con llevar nuestra Economía “social” al siglo XIX.
Porque Vilfredo Pareto (1848/1923) ya hablaba de desigualdad en el siglo XIX. Y su famoso Principio de Pareto 80/20 se ha aplicado siempre a los ámbitos de la política y la Economía. Se describió como una población en la que aproximadamente el 20% ostentaba el 80% del poder político y la abundancia económica, mientras que el otro 80% de población, lo que Pareto denominó «las masas», se repartía el 20% restante de la riqueza y tenía poca influencia política. Así sucede, en líneas generales, con el reparto de los bienes naturales y la riqueza mundial.
El Economista Joseph Stiglitz, Nobel de Economía en el 2001 y cuyas obras han sido una referencia para el movimiento “Ocupemos Wall Street” afirmaba que “El 1% de la población tiene lo que el 99% necesita”… Y en ese 1% también hay muchos políticos elegidos por el ciudadano…y que NO responden a sus problemas: gente muy rica usa el dinero para ser elegida (y/o controlar a los elegidos) para asegurar que seguirán siendo ricos bajándose los impuestos.
¿No recuerdan lo que ha pasado en España al subir el IVA para todos mientras se hizo una amnistía fiscal solo para algunos afortunados?
Ha pasado un siglo pero la desigualdad social no cambia, incluso empeora…
Piketty parte de una lógica muy simple y es que cuando la rentabilidad (financiera) del patrimonio es mayor que la tasa de crecimiento, se acelera la concentración de la riqueza. Esto es lo que se ha acelerado en los últimos 30 años con la generalización de los postulados del libre mercado y la desrregulación financiera.
Como decía Keynes… Lo esencial del sistema capitalista puede ser preservado si se hacen las reformas necesarias, pero un capitalismo no regulado es incompatible con el mantenimiento del pleno empleo y la estabilidad económica.
Desgraciadamente se ha creado un primer mundo en la periferia del tercer mundo y un tercer mundo en el corazón del primer mundo, y la investigación desarrollada por Piketty confirma que la desigualdad se está disparando en todos los países desarrollados, y que el 1 por ciento de la población es cada día más rico, y que el 0,1 por ciento es aún más rico, y que el 0,01 por ciento es aún más rico todavía. Esto demuestra que los beneficios reales del capitalismo quedan en muy pocas manos, y que si no se cambian las cosas, la tendencia continuará en ascenso haciendo que volvamos a los tiempos en que las élites económicas vivían de la riqueza heredada en lugar de trabajar por ello…
Para Piketty, la mejor solución sería un esfuerzo coordinado a nivel mundial para aplicar impuestos a la riqueza y cambiar radicalmente esta tendencia socialmente destructiva.
El 80/20 de Pareto estará siempre ahí…