Siguiendo con la tónica de que en el Partido Popular nos han tomado por tontos a los españoles, ahora le achacan al PSOE la convocatoria de huelga general para el próximo día 29, cuando todos los españoles saben que la huelga solo pueden convocarla los sindicatos, otra cuestión muy distinta es que desde el PSOE se apoye la huelga cosa que no han hecho de forma explícita, aunque sí han mostrado su respeto a la convocatoria.
Ante esta postura del PP de hablar por hablar, en este caso de mentir por mentir, se me plantean tres preguntas. Estas son las siguientes: ¿Quién convocó las tres huelgas generales que tuvieron lugar cuando había gobiernos socialistas? ¿Quién mantenía una cordial relación con José María Fidalgo, el que fuera secretario general de CCOO? ¿Quiénes le hacían la “pinza” al PSOE en la época de Gobierno de Felipe González? Las respuestas son bien sencillas y son las siguientes: A la primera: El PP aplaudió esas tres huelgas generales, por lo visto en aquel entonces no eran improcedentes ni tampoco perjudicaban económicamente al país. A la segunda: Las relaciones entre José María Fidalgo y el PP eran más que excelentes, hasta tal punto que este sonó como posible componente del equipo ministerial de Rajoy. Y a la tercera y última: La entente cordiale entre Aznar y Anguita eran públicas y notorias, ambos se aliaron para formar un frente común contra los socialistas. Que no nos vengan ahora con connivencias ni con entendimientos entre los socialistas y los sindicatos.
No debería hacerlo por aquello de que allá cada cual se las apañe como pueda, pero le advierto a los del PP que se anden con ojo, con mucho ojo, la genta tonta no es. Ya no se acuerdan en el PP cuando intentaban engañar y confundir a la ciudadanía sobre la autoría del 11M y cuál fue la respuesta de esta en las urnas el 14M porque desde el Gobierno de Aznar no les respondieron cuando preguntaban aquello de “¿Quién ha sido?”
Lo cierto y verdad es que hay motivos más que suficientes para convocar y realizar la huelga general. No ya por el solo hecho de la reforma laboral que solo beneficia a los empresarios, por mucho que digan que van a haber menos despidos y que se van a crear puestos de trabajo cuando desde el mismo Gobierno con su presidente al frente se dice que este año se van a perder más de 600.000 empleos, eso a la gente le es muy difícil el digerirlo, a esto se une el maltrato, el desprecio, el insulto y la humillación que desde la parte triunfadora, la patronal, como consecuencia de la reforma laboral, se hace a los trabajadores con expresiones desafortunadas y chulescas de los dirigentes de la CEOE que “animan” a los ciudadanos a irse a trabajar a Laponia, o como las manifestaciones del presidente del máximo órgano de representación de los empresarios, un personaje sobre el cual prefiero reservar mi opinión, diciendo aquello de que los parados “milagrosamente” encuentran trabajo cuando les faltan dos días para acabar de cobrar el paro. Ya está bien, a la gente la pueden joder con leyes, decretos y otras disposiciones oficiales, pero lo que no pueden quitarle es du dignidad y su legitimidad para decir y hacer lo que piensan y crean más conveniente para salvaguardar sus derechos.