Sinceramente, me parece increíble que la Prensa de la provincia de Alicante no se haya hecho eco de uno de los eventos políticos de mayor relevancia desde que tenemos democracia: las Primarias abiertas a la sociedad civil, puestas en marcha por el PSPV-PSOE.
Y digo que me parece increíble porque los diarios alicantinos tienen periodistas especializados en temas internos del PSOE, que incluso son capaces de predecir la próxima disputa del grupo municipal antes de que suceda. Además de mantener casi diariamente militantes socialistas con rúbricas de opinión.
Que no se haya mencionado la visita a Pintor Gilber (agrupación socialista alicantina) del candidato oficial a las primarias Toni Gaspar, me parece alucinante, aunque solo fuese por su valentía de pequeño David que se enfrenta al gigante Goliat, con el control del aparato del Partido, y haber conseguido en tan solo diez días el doble de los avales necesarios para optar a la candidatura.
Si la visita de Toni Gaspar hubiese sido cubierta por los diarios provinciales, buena cantidad de alicantinos, sobre todo ese 40% de militantes que se ha dado de baja en los últimos años, se hubiesen enterado de que este chico representa un cambio sustancial en la mentalidad moderna de dirigir un Partido Político y en las formas de ver la gestión política, cercana a la ciudadanía, que desde hace un par de años están pidiendo a gritos los valencianos y valencianas.
Si nos preguntamos ¿qué tiene Toni Gaspar que no tenga Ximo Puig? La respuestas es obvia, Ximo Puig representa 20 años de sequía política del PSPV-PSOE, el más de lo mismo que se traduce en una pérdida de 6 diputados en las encuestas de intención de voto. Los representa porque desde hace 30 años, que era Jefe de Gabinete de Joan Lerma, ha tenido cargos de gran relevancia, pero nunca fue capaz de ganarle las elecciones a la familia Fabra en Castellón, siempre consiguió su representación por estar en los puestos de salida de las listas electorales.
La propuesta de Toni Gaspar, de limitar el tiempo de los cargos públicos porque piensa que todo militante tiene derecho propio a tener la oportunidad de poder realizarse en política, hace que todo el aparato esté en su contra, un aparato que no quiere dejar de mantener sus privilegios sirviéndose de esos militantes adoradores del poder.
Puedo asegurar que si ese 40% de militantes socialistas que dejó el PSPV-PSOE participara en los comicios, puede suceder lo que a Almunia con Borrell, el pequeño David le ganó a Goliat, y muy posiblemente en las próximas autonómicas tengamos un presidente del cambio socialista en la Comunidad Valenciana.