Sociopolítica

Toro de la Vega: el salvajismo de una tradición atávica

toro de la vega 2014

Asesinato de Elegido, Toro de la Vega 2014El asesino de Elegido, Toro de la Vega 2014, Alvaro Martín, «El Portu» de Serrada (Valladolid). Foto: PACMA

He aquí el rostro satisfecho del energúmeno que, fiel a las costumbres arcaicas de un salvajismo indefendible, enarbola orgulloso la lanza enhiesta con la que ha matado cruelmente, por mera diversión, a un toro acorralado por una turba sedienta de sangre y carente de sensibilidad y civilización.

Podría ser  la cara de un troglodita que, reivindicando las tradiciones atávicas de su tribu, se cree con derecho de matar a un ser vivo para regocijo de unos vecinos anclados en los estadios previos a la Humanidad. Acude a la tradición en defensa de una conducta irracional, tal y como lo hacen los defensores de la ablación del clítoris en ciertos países o de la lapidación de condenados en otros.

Esta es la “fiesta” que se promociona como torneo del Toro de la Vega, en la localidad supuestamente moderna de Tordesillas (Valladolid) y a la que se adhiere el satisfecho portador del instrumento de tortura animal que muestra la imagen.

Ocurrió esta semana, en la España de 2014, aunque sus habitantes continúan comportándose con la mentalidad de sus ancestros medievales.

Sobre el Autor

Jordi Sierra Marquez

Comunicador y periodista 2.0 - Experto en #MarketingDigital y #MarcaPersonal / Licenciado en periodismo por la UCM y con un master en comunicación multimedia.