Sociopolítica

Toros sí… toros no

Hace ya bastantes años realicé un estudio o ensayo, sobre el tema; hoy tan controvertido en la región catalana, donde nada menos que en su parlamento, se va a debatir este asunto; recordando a quienes no lo sepan, que en la otra parte de los pirineos y de habla igualmente catalana; hay toros puesto que aquella parte, también fue España durante muchos siglos y allí se sigue toreando y matando a los toros igual que aquí.

Aquel ensayo fue incluido con otros sobre los gitanos y la gastronomía y resultó un libro bastante interesante, pero que por su corta tirada, se agotó rápidamente y en el ámbito donde soy conocido; no habiendo logrado el que se editara en el ámbito nacional aún; pero hoy aportaría mucho a ese debate “del toro y del toreo”; cuya historia es apasionante y de la que muchos que hoy discuten, estoy seguro no saben una papa.

Anteponiendo a todo, el que si el toreo no existiera, el toro ibérico tampoco hubiese existido y diciendo que, ese “miedo/adoración” al toro, viene de milenios atrás y antes incluso que los griegos, que ya “danzaban ante los toros”… los hindúes lo adoraban y tenía un gran significado religioso en su mitología; hasta llegar a las corridas hispanas, que datan de antes de Cristo, puesto que aquí… “corrió o picó toros, nada menos que Julio César” y que “otro César, hijo de Papa católico, llevó corridas y las protagonizó incluso en el Vaticano, con gran contento de la corte papal… hay para hablar y honrar a este bellísimo animal, que es obra del hombre que lo torea; por lo que es “una joya” viva que se ha ido elaborando por el cuido y selección de muchos siglos; por ello es el toro de España y no hay otro igual en el mundo, salvo los que se crían en la América de habla española y que fueron llevados desde aquí.

Yo no estoy ni a favor ni en contra de las corridas de toros; de hecho hace muchos años que no voy a ninguna, pero como tantas cosas que existen y que se toleran, no me explico la persecución tan encarnizada de unos exterminadores, puesto que ya digo, los que quieren eliminar las corridas de toros, de hecho eliminarían también al animal, que sin estas dejaría de existir, con todo lo que arrastraría de ruina social y económica, por cuanto su cría influye incluso en el cuido de la naturaleza virgen, ya que las dehesas, son algo así, como parques naturales y los que tanto se cuidan hoy por esos políticos que los propician con toda dedicación y que sin embargo… “persiguen al toro”.

Aquel ensayo termina como termina hoy mi artículo; veamos si alguien se interesa por que sea reeditado y se conozcan muchas cosas del toro y el toreo, que por su larguísima historia no debiera desaparecer… quizá sí, seguir evolucionando como lo ha ido siendo a lo largo de su historia, puesto que hoy hay muchísima menos crueldad que hubo en la muerte de este animal, y esa evolución es reciente en su larga historia, que fue mucho más bestial y sangrienta en tiempos pasados.

SOBRE LA HISTORIA Y MITOLOGIA D E L T O R O Y E L T O R E O: Tantas y tantas cosas han ocurrido en España «alrededor de las corridas y los toros», que se podrían llenar miles y miles de hojas, simplemente recopilando lo que «otros han escrito», pero sinceramente pienso que con el presente boceto, cualquier persona interesada en «el toro y su entorno a través del tiempo», tiene ya elementos de juicio y puede tener igualmente un somero conocimiento de ese «misterio español», cual es… «el qué y el por qué de los toros en España y donde los españoles han podido irlos llevando y manteniendo pese al que y al por qué y a lo que digan propios y extraños»… Puesto que -hay que reconocerlo- para muchos, muchísimos españoles/españolas España sin toros ni aún siquiera se la podrían imaginar; respetemos pues los sentimientos y aficiones de esas inmensas multitudes y que sea la historia venidera la que cuente a quienes en esas épocas vivan, lo que fue o sigue siendo… «el mundo del toro y del toreo», pues curiosamente aún se mantiene el nombre de «corridas» cuando en realidad ya no se corren los toros (salvo en excepcionales lugares, como Pamplona, por ejemplo) hoy los toros, se lidian, o dicho en el idioma llano de ese pueblo que supo adueñarse de la fiesta… se torean… y luego son matados a estoque… «cuando no hay que rematarlos mediante la final… y piadosa puntilla con la que se ultiman los últimos sufrimientos de ese mítico y poderoso ser que protagoniza esa fiesta… el toro bravo de España».
«Ese toro de España», que al decir o afirmar de un profesor inglés, el señor Walter Johnston, después de arduos estudios ha llegado a la conclusión de que el toro de lidia no sufre durante la corrida. «Cualquiera que haya sufrido una herida importante», dice, «sabe que la sensación inicial es de insensibilidad, y que el verdadero dolor no aparece hasta media hora más tarde. En el caso de la res, para entonces ya está en el desolladero».
Por mi parte yo ya no tengo que decir más, «por hoy»… «del toro y el toreo».

Antonio García Fuentes
(Escritor y filósofo)
www.jaen.ciudad.org (aquí más temas)

Sobre el Autor

Jordi Sierra Marquez

Comunicador y periodista 2.0 - Experto en #MarketingDigital y #MarcaPersonal / Licenciado en periodismo por la UCM y con un master en comunicación multimedia.