El problema de la independencia de Cataluña sigue estando presente para los ciudadanos del año 2017 después de varios años con vicisitudes complejas en las relaciones entre la Comunidad Autónoma y el Estado. No hay solución viable que guste a todos y, por eso, la confrontación sigue existiendo.
A finales del pasado año, el Tribunal Constitucional alemán dictó una sentencia, cuyo contenido pudo conocerse por varios medios de comunicación, que establece la prohibición de celebrar un referéndum independentista en Baviera. El argumento jurídico que se empleó esencialmente fue el relativo a la naturaleza del Estado alemán, en el que la soberanía corresponde a la totalidad de los ciudadanos, no pudiendo depender el mantenimiento del territorio de una parte de los alemanes.
Curiosamente, las razones que explican jurídicamente la resolución del Tribunal Constitucional alemán son exportables a España. El dato puede comprobarse observando cuidadosamente la Constitución Española de 1978.
El artículo 2 de la Constitución dice que «La Constitución se fundamenta en la indisoluble unidad de la Nación española, patria común e indivisible de todos los españoles, y reconoce y garantiza el derecho a la autonomía de las nacionalidades y regiones que la integran y la solidaridad entre todas ellas». Este precepto marca que España es un Estado, formado por nacionalidades y regiones que tienen, únicamente, el derecho a la autonomía dentro de los límites constitucionalmente fijados.
La independencia de Cataluña solo podría lograrse de un modo jurídicamente válido, como ha indicado el Tribunal Constitucional español en varias resoluciones, por la vía de la reforma constitucional para introducir el derecho a decidir sobre la autodeterminación de las Comunidades Autónomas. Optar por otra vía para conseguir la independencia de Cataluña implicaría permitir el nacimiento viciado, por falta de absoluta legitimidad, de un Estado catalán.
Muchas veces hay que mirar al exterior para encontrar la solución de los problemas que hay en el interior. Eso no sucede siempre con el Derecho, pero si en muchas ocasiones.
Diego Fierro Rodríguez.