Tristes guerras
Mil (1.000) soldados españoles, sumados a los sesenta y ocho mil (68.000) soldados de los Estados Unidos de América, sumados a los soldados de más de 20 países dan como resultado ciento cuatro mil doscientos treinta (104.230) soldados del mundo por la guerra en Afganistán. En la sede de la Academia militar más cinematográfica del universo –West Point- Barack Obama ordena el envío de unos treinta mil (30.000) soldados más al frente afgano, frontera con Pakistán y pide más refuerzos a los países, dando un nuevo plazo de dos años a la guerra. Si tanta fuerza, en lugar de obedecer al consejo del romano Vegecio “qui desiderat pacem preparet bellum” (si alguien desea la paz, prepare la guerra), sin duda conocido por los que dicen querer la Paz, se trocase en celebración del centenario de Miguel Hernández (Orihuela, 1910), otro mundo sería posible.
Tristes guerras
si no es amor la empresa.
Tristes, tristes.
Tristes armas
si no son las palabras.
Tristes, tristes.
Tristes hombres
si no mueren de amores.
Tristes, tristes.