Economía

¿Un cambio en el sistema económico?

La teoría clásica del comercio internacional tiene sus raíces en la obra de Adam Smith, que plantea la interacción entre comercio y crecimiento económico.

Según los principios establecidos en sus obras, los distintos bienes deberán producirse en aquel país en que sea más bajo su costo de producción y desde allí, exportarse al resto de las naciones. Por tanto define la denominada “ventaja absoluta” como la que tiene aquel país que es capaz de producir un bien utilizando menos factores productivos que otros, es decir, con un coste de producción menor.

Defiende además el comercio internacional libre y sin trabas, para alcanzar y dinamizar el proceso de crecimiento económico, y este comercio estaría basado en el principio de la ventaja absoluta. Asimismo aboga por favorecer la movilidad internacional de los factores productivos. En pocas palabras se destruye el empleo en los países occidentales y se crea en los países con menores salarios, un pensamiento válido para las colonias del Imperio Británico, pero ni ético ni justo con las personas de los países que deslocalizan su producción de bienes.

En realidad este pensamiento sigue la línea de  que hay que tratar de maximizar beneficios reduciendo los costes, pero no se tiene en cuenta que los trabajadores pagan impuestos en su país, ergo si pierden su trabajo se reducen los ingresos de ese país. También hay que tener en cuenta que los procesos de producción se automatizan más y más, es decir, se elimina la necesidad de mano de obra y se crea desempleo. El uso generalizado de Internet hará que no sean necesarios muchos trabajadores para realizar trámites con la Administración, y el comercio electrónico provocará que se minimicen las plantillas de trabajadores de los centros comerciales.

En el presente,  la situación económica de los mercados es que se están acaparando oro, plata y otros bienes con liquidez (p ej: China compra cobre). Se encarecen las materias primas y vivimos tiempos difíciles.

Pero también Adam Smith, en su obra “La riqueza de las Naciones”  apunta que habría conflictos si los trabajadores fueran mal pagados por los dueños de las fábricas.

En realidad, la raíz del sistema comercial y financiero es muy anterior a Adam Smith. La Orden de los Pobres Caballeros de Cristo, comúnmente conocida como los Caballeros Templarios o la Orden del Temple,  fue una de las más famosas órdenes militares cristianas. Esta organización se mantuvo activa durante poco menos de dos siglos. Fue fundada en 1.118 por nueve caballeros franceses, liderados por Hugo de Payns, tras la Primera Cruzada. Su propósito original era proteger las vidas de los cristianos que peregrinaron a Jerusalén tras su conquista. No sólo supieron crearse todo un sistema de mercado, sino que se convirtieron en los primeros banqueros desde la caída de Roma. Y lo hicieron a sabiendas de la escasez de moneda en la vieja Europa y ofreciendo en sus tratos intereses mucho menos usurarios que los ofrecidos por los mercaderes judíos. Así pues, crearon libros de cuentas, la contabilidad moderna, los pagarés e incluso la primera letra de cambio. En esta época pesaba mucho la idea de transportar dinero en metálico por los caminos, y la Orden dispuso de documentos acreditativos para poder recoger una cantidad anteriormente entregada en cualquier otra encomienda de la orden. Solamente hacía falta la firma, o en su caso, el sello. Es decir de nuevo la confianza que es necesaria en la economía de mercado.

Interesa saber:

Economía Social de Mercado

Economía del Bien Común

Análisis de la situación económica actual

En España, durante el periodo anterior a la democracia, y un corto periodo del periodo democrático, el sistema económico estuvo supervisado, además de establecerse precios máximos en bienes de consumo, desde el pan hasta los combustibles. De esta forma se controlaba que no subieran los precios más allá de lo permitido y se perdiera poder adquisitivo.

La medida no es arbitraria y responde al carácter de los españoles, como pudo verse en la entrada del mercado libre y con la transición al euro, donde un café pasó de 60 céntimos a 1 euro y se redondearon al alza los precios y la actitud de las empresas fue adoptar esas subidas provocando una inflación muy elevada. Para un país como España, que tiene como fuente principal de ingresos el turismo, suponían una gran ventaja, frente a otros destinos, sus precios bajos respecto a otros países europeos.

España tiene otro gran problema: el que supone, desde el periodo democrático, la intervención de los partidos políticos y sindicatos para aprovechar su poder. Existen miles de trabajadores en empresas públicas, cajas de ahorros y organismos oficiales que, con o sin la preparación necesaria para el puesto, son elegidos por cargos electos libremente. También sus fundaciones e instituciones reciben subvenciones o, como el caso de los sindicatos, fondos europeos destinados a la formación, que les generan altos beneficios económicos.

El sistema económico social de mercado ha funcionado en Alemania y Austria, pero presenta graves deficiencias que hacen difícil su utilización en un medio o largo plazo.El avance de la tecnología, el uso de Internet y una maquinaria cada vez más autónoma, hacen que el número de trabajadores necesarios sea menor con el paso del tiempo, esto unido al envejecimiento de la población, con una esperanza de vida mayor, hace que sostener el sistema de pensiones sea muy difícil, ademas de incrementarse el desempleo.

Se hace necesaria la intervención de organismos públicos que detecten las necesidades de la demanda e investiguen en nuevas fuentes de empleo. También se ha dado, por asumir riesgos excesivos en préstamos hipotecarios en España, una crisis de confianza en los mercados financieros internacionales, unida a una situación desesperada en el sector bancario, por lo que se ha hecho necesario ayudar a la banca española por parte de España. Esta situación se ha dado en otros países como Alemania e incluso Estados Unidos.

Existe otro riesgo que es la deslocalización de empresas para reducir costes de personal, trasladándose a países asiáticos principalmente, aunque es cierto que afecta más a España o Estados Unidos que a países europeos como Alemania. Quizás debido a los valores personales que reivindica el sistema del bien común, prácticamente en su totalidad compatible con una economía social de mercado; o el preferir buena calidad en lugar de preocuparse del coste únicamente.

Se suelen aplicar al mundo de la economía enseñanzas como las del libro «El Arte de la Guerra» de Tsun Tsu, pero la realidad es que, como en la guerra actual, no se respetan normas, leyes ni valores humanos. En España Bankia ofreció públicamente datos que eran falsos y suponían un engaño para los futuros accionistas. Ni su auditoría interna explicó qué ocurrió para no detectarlo, ni le fue impuesta sanción alguna por abusar de la confianza de los inversores mintiéndoles. También se dan otros casos curiosos: en teoría un mayorista no puede vender al por menor, o sea al público de forma directa, las cadenas de supermercados y grandes superficies logran ventajosos precios utilizando esto, es decir, compran a las fábricas directamente como mayoristas y venden directamente al público.Existen cientos de ejemplos como estos, e incluso es posible aplicarlo para los consumidores o los pequeños y medianos empresarios de un mismo sector, creando una central de compras y colaborando entre todos. De igual modo los pequeños productores agrícolas pueden crear una central de ventas para vender sus productos directamente (actualmente el precio al que se compran algunos productos, como la leche o productos agrícolas, no cubre el coste de producción). Existe una sobreoferta en el mercado, pero el ajuste que debería de darse por efecto de los distintos competidores, o el balance de oferta y demanda, no funciona, y lo que se hace es actuar sobre la oferta, para incentivar el consumo a través de publicidad u otros medios como la moda. Sobre cómo actuar sobre la demanda: está el ejemplo de la alta producción de uva en España hace años y el comer uvas para tener suerte en Nochevieja… después se ha mantenido como tradición y mucha gente desconoce su origen.

La economía que muchos siguen como acertada, la de Estados Unidos, no es más que un gigante con pies de barro, a pesar de haber creado barreras para evitar una situación como la de la crisis de 1929. Siguen utilizando las mismas políticas macroeconómicas keynesianas, sin tener en cuenta que la situación actual, con la globalización y el mínimo coste del dinero en Estados Unidos y Europa.

Por otra parte, nadie cuestiona la veracidad de los datos macroeconómicos, e incluso algunos no se publican desde 2007, como la masa monetaria de Estados Unidos. El incremento del gasto publico en infraestructuras y otras actividades suponen un menor efecto que hace años, y además el desempleo es alto a pesar de ello. Tampoco se controla la veracidad de productos y datos de bancos o fondos de inversión… Y no hay que olvidar que los activos tóxicos son, sin lugar a dudas, uno de los principales motivos de la crisis mundial actual.

Sobre el Autor

Jordi Sierra Marquez

Comunicador y periodista 2.0 - Experto en #MarketingDigital y #MarcaPersonal / Licenciado en periodismo por la UCM y con un master en comunicación multimedia.