EL CRISOL
“Tenemos ministro de Cultura y Educación para rato, salvo que Rajoy lo eche de un puntapié está claro que Wert no se va a marchar por propia voluntad”.
Esto es para salir corriendo. Cuando uno lee en la prensa noticias tales como la que ha surgido recientemente en el sentido de que los funcionarios a los cuales se les ha quitado la paga extra de Navidad pero sin embargo cotizarán por esta paga como si la hubieran cobrado, aunque pueda parecer algo anecdótico o irreal no lo es en absoluto, es algo muy serio que pone de manifiesto que este país está gobernado por un grupo de atolondrados, entiéndase presidente del Gobierno y los ministros, y que poco podemos esperar los españoles de ellos.
Resulta que toman la decisión de no pagar la extra de Navidad a los funcionarios y no se percatan de que hay una Ley de Clases Pasivas que obliga a los funcionarios a cotizar por catorce pagas al año. Ahora que un sindicato ha denunciado este hecho y que además exige, con toda la razón, que a los funcionarios se les pague media paga extra ya que el decreto que amparaba la decisión de este grupo de atolondrados fue firmado el 15 de julio, desde el Gobierno ven bastante difícil que se pueda soslayar lo que esa Ley de Clases Pasivas dice con respecto a la cotización de las catorce pagas. Según lo veo yo, y no creo ir desencaminado, cuesta bien poco rectificar basándose en la realidad de los hechos que no son otros que el error, el olvido, o la ignorancia de las leyes que pueda afectar al Gobierno. ¿Cómo es posible que obliguen a alguien a cotizar por un dinero que no ha cobrado? Esto ya es el colmo de los despropósitos de esta banda a atolondrados. Así van las cosas en este país, y encima hay que aguantar la letanía del PP de que en Galicia ha ganado la derecha por el buen hacer de Rajoy y su banda. Sobre esto no quiero entrar en comentarios, solo decir que a pesar de haber ganado el PP gallego ha perdido cien mil votos y que ha salido enormemente favorecido por la abstención. Por eso y por la débil oposición con que cuenta. Que todo hay que decirlo.
Espero que ningún componente de este grupo de atolondrados se sienta molesto por este calificativo, no lo digo en sentido peyorativo, sino desde el punto de vista y de opinión de cómo veo yo a este Gobierno. Es una manera como otra cualquiera de protestar por el mal hacer y la incompetencia de este grupo y si tenemos en cuenta lo dicho por José Ignacio Wert, de que “si uno no es capaz de acostumbrarse a las protestas, no vale para un cargo público” no hay ningún mal trato a la imagen del Gobierno, ellos, Rajoy y su grupo, ya se encargan de maltratarla. Estas palabras me hacen temer que aquí tenemos ministro de Cultura y Educación para rato, salvo que Rajoy lo eche de un puntapié está claro que Wert no se va a marchar por propia voluntad. Este Wert no valora el que las protestas no con precisamente una señal de que se esté refrendando positivamente la labor de un cargo público, en absoluto, todo lo contrario. Si un ministro se acostumbra a los abucheos y a las protestas mala cosa, eso denota pasotismo, prepotencia y una falta de respeto a la ciudadanía. En definitiva, que se lo pasa por el arco de triunfo.
Por cierto, ¿alguien sabe qué pecado han cometido don Felipe y doña Letizia, para ir a muchos actos acompañados por Wert y tener que soportar los abucheos que el público le dedica al ministro en cada acto público en que este comparece? Aunque hay que reconocer que de una cosa si puede presumir Wert: de ser el ministro más abucheado de todos los tiempos. Y en sólo diez meses. Todo un récord.