Los parásitos portadores de malaria que se encuentran en el oeste de Tailandia están mostrando ser inmunes a los medicamentos más efectivos usados para tratar dicha enfermedad. Esta observación, que muestra una tendencia creciente, ha hecho saltar las alarmas ya que se teme que la cepa pueda alcanzar el continente africano, donde el 90% de los casos de malaria terminan con la vida del enfermo. Este incremento en la resistencia a los medicamentos usados para tratar la malaria se observó por primera vez en el año 2006, en Camboya, de donde se extendió a la frontera limítrofe, al este de Tailandia.
Nicholas White, de la Universidad Madihol (Bangkok), junto a su equipo, buscó muestras de resistencia a los medicamentos en un grupo de 3.200 afectados residentes en la frontera este recién mentada. La metodología usada fue el conteo de células infectadas y su reducción a la mitad tras la ingesta del medicamento; mientras que en condiciones normales este fenómeno dura dos horas, las células los infectados en los que realizó el experimento comenzaron a disminuir tras cinco horas y media, más del doble que en condiciones normales.
En la frontera oeste de Tailandia, se ha observado , en un período que abarca desde el 2001 hasta el 2010, un aumento de la resistencia a los fármacos, medido en los mismos parámetros, de 2.6 horas a 3.7 horas. «Si esta tendencia se mantiene, tememos que los fármacos usados para tratar la malaria dejen de sernos útiles», afirma White. Existe una multiplicidad de factores para explicar este fenómeno, como la prescripción de fórmulas diluidas del medicamento o la mutación genética que ha hecho de las cepas encontradas en Camboya ser más resistentes que las que existen en otras partes del planeta.
Mientras tanto, la OMS aconseja cautela antes de arrojar cualquier resultado, ya que no existen evidencias -todavía- de que se trate de la reaparición de una variante de la malaria que se creía extinta o la expansión de una cepa todavía existente.
* Más información en The New Scientist o en ABC