EL CRISOL – Pascual Mogica Costa
Con toda esta eclosión de supuestos casos de corrupción que se está dando en el Partido Popular uno llega a pensar en que caso de confirmarse algunos de estos casos, el partido de la derecha se va a parecer más a una charcutería que a un partido político.
Hay quien dice que aunque su esposa le coja con otra señora en la cama en un acto de fornicación, él lo negaría y le juraría que era mentira, algo parecido está sucediendo en el Partido Popular. Negar lo que parece evidente es la máxima que están empleando Rajoy y sus adláteres. A la presunción de inocencia solo tienen derecho los cargos del PP, por cierto bastantes, que están siendo investigados por los tribunales de Justicia, los demás, los otros, son todos unos delincuentes que merecen estar en la cárcel.
Pero es que en este país esta actitud de la derecha parece que se ha convertido en una especie de cultura. Los españoles no emplean la misma vara de medir cuando se trata de casos de corrupción protagonizados por la derecha o los llevados a cabo por la izquierda. Siempre suele castigar con mayor rigor a la izquierda que a la derecha, hay quien dice que ello es debido a que esto estuvo ocurriendo durante casi cuarenta años y que los ciudadanos lo ven como algo normal. Ya digo, parece ser que se ha convertido en una manifestación cultural. Lo que perdura a través de los tiempos es todo lo que pasa a ser una costumbre o una tradición. Es cultura.
El ya ex director del Centro Nacional de Inteligencia (CNI) Alberto Saiz, ha dimitido al ser acusado de haber gastado dinero público en asuntos personales, tales como comprar una cosecha de patatas a un familiar para regalarlas, o haber utilizado a dos empleados del CNI, no quiero pensar que fueran agentes secretos, ¡que bochorno! para limpiarle la piscina. El dimitido director ha dado todo tipo de explicaciones y ha mostrado todos los documentos habidos y por haber ante las comisiones parlamentarias creadas al efecto admitiendo estas que todo estaba en orden, pero no, en esta lucha ha salido y saldrá triunfante todo el ejército que el PP tiene metido en el caso GÁ¼rtel. La agencia de espionaje ha perdido la batalla ante las tropas de Rajoy el cual aboga por la inocencia de todos los implicados, muchos de ellos imputados, en dicho caso. Mariano Rajoy es el principal valedor de Bárcenas y eso lo dice todo.
Hay ocasiones en que se puede confundir a un partido político con una charcutería. Lo de charcutería lo digo dentro del más estricto significado culinario y alimenticio.