Sociopolítica

Una juventud arrinconada o destruida

Yo y hace ya mucho tiempo fui niño, luego adolescente y después joven… las tres etapas que recuerdo con gran claridad, fueron duras, difíciles y en algunas épocas incluso terribles (era la terrible posguerra “incivil española”)… puesto que las primeras luchas que conocí, simplemente eran para poder comer, vestir y dormir abrigado y bajo techo… ni teníamos opción (muchísimos españoles) a poder ir siquiera a una escuela estatal y menos privada… muchos aprendimos de… “Maestros aficionados y que daban clases nocturnas”; lo que no insta que para mí fuesen magníficos maestros y los que me enseñaron todo lo necesario para y con mi esfuerzo prosperar bastante.

 

De miedos ni hablo (lo hice y con bastante amplitud en un reciente artículo)… pero curiosamente y en aquella durísima época que empezó a cambiar en 1953, cuando ya suprimidas las cartillas de racionamiento (que nos racionaban hasta el pan) y cerrado el pacto que los norteamericanos cerraron con Franco (fueron los USA los que vinieron a Madrid a pactar, por cuanto el territorio español les era vital para su expansión y control del comunismo; que ya controlaba media europa y amenazaba a la otra media)… entonces, “la inteligencia acumulada sobre la base de pasar hambres y necesidades, que pasaron millones y millones de los españoles de entonces”… aquella inteligencia, brotó como una bendición para todo el territorio nacional (separatismos incluidos que pese a lo que diga, vivieron infinitamente mejor que el resto, puesto que a Franco “también lo ordeñaron y bien”)… y aquel que junto a su inteligencia creativa, tuvo “cuatro pesetas” o la ayuda de alguien y trabajó lo indecible (los bancos ni las cajas nunca prestaban a nadie que no tuviese garantías de sobras: o sea como hoy)… montó su chiringuito, su modestísimo negocio de lo que fuere… y así, se pusieron en marcha miles, cientos de miles, puede que millones de negocios y que la mayoría prosperaron… destacando entre todos el gran complejo que el gallego Barreiros, montó partiendo de una modesta empresa y cuyos avances en tiempos tan difíciles, preocupó hasta al gigante americano, que vino, lo lió o engañó y luego hizo desaparecer aquella ya gran marca, puesto que les estorbaba en su mercado internacional… algo parecido a lo que ocurriera con los camiones Pegaso y su anexo de aquellos bellísimos automóviles de lujo y carreras… los gobiernos de Franco, en aquello fueron bastante idiotas; y se dejaron dominar por los extranjeros… claro que cosas peores hemos sufrido con estos “capullos” de la nueva ola… tras ser enterrado Franco, que nos han dejado ya para el arrastre… cosa que el dictador no hizo, puesto que al morir dejó España bastante bien pertrechada y como nunca soñamos los españoles… y menos los que dicen que perdimos la guerra; pues estos lo pasamos infinitamente peor que los otros… aunque la guerra la perdió toda España, por cuanto se autodestruyó enormemente y de ahí todas las demás consecuencias o secuelas; que inexplicablemente han durado hasta “la devastadora estancia, de un tal Rodríguez Zapatero, que pasará como una plaga más, a la insólita historia de una nación que aún en los mapas figura como España”; esperemos que tras ésta última plaga, “las negruras de aquella guerra civil, queden por fin archivadas”.

 

Hoy y por cuanto se desprende de la parálisis actual; ni hay inteligencia, ni hay medios, ni hay capacidad, ni sobre todo… HAY ILUSIÁN; que es el peor crimen a cargar sobre “esa nueva ola antes mentada”, que ni me explico cómo tienen el valor o la poca vergÁ¼enza de subirse a un estrado y hablar del porvenir, puesto que porvenir está hoy tan lejano, como lo estaba en 1939 o quizá mucho más difícil aún… y lo dice, el texto que les copio a continuación:

 

“EN EL ABISMO DE LA NADA: Tengo 23 años y he finalizado este año mis estudios universitarios. En este punto de mi vida, en el que debería acceder al mercado laboral, sólo puedo ver mi futuro como algo oscuro e incierto. Grandes esfuerzos tras una carrera y un máster para caer en el abismo de la nada. Puedo decir con vergÁ¼enza que pertenezco a la que llaman “generación perdida”.

 

El escrito es mucho más largo y cruel; lo firma Sergio López Salas, en Cáceres y se publica en XLSEMANAL del 11-09-2011, por lo que lo pueden leer ya que está en la red.

 

Y es que hemos entrado, o mejor dicho nos han metido en un Estado inútil (en muchos aspectos se va pareciendo al comunismo) ya que… El Estado apenas crea nada bueno, todo es intervenir, intervenir, controlar… crear nichos para parásitos de sus nepotes o de su cuerda política y un Estado así, ha llegado a ser el monstruo devorador de sus víctimas que somos el resto de los que estamos fuera de su aparato y teniéndolo que mantener, como los nuevos esclavos en que hemos sido convertidos.

 

En la época en que antes cito de mi propia vida; y dentro de las miserias que había… pero había muchos caminos; los padres, las madres, hablaban con el tendero, con el taller, con las múltiples oficinas que había, con quienes tenían huecos para aprendices y allí colocaban a sus hijos (incluso diciéndole: “si tiene que darle un tortazo por cuanto se lo merece, déselo, que si viene protestado yo le daré dos”)… y así, así, aprendimos infinidad de niños (también niñas, puesto que había talleres para ellas también) y nos hicimos profesionales y triunfamos en nuestra profesión… y muchos incluso llegamos a reunir unos bienes que ni soñábamos… “y sin tenerle que chupar el pirulí a nadie”… ya digo, había caminos, había ilusión y… “había cojones”. ¿Dónde está hoy todo ello?

 

Sólo nos ha quedado un Estado parásito, que como una inmensa Hidra de millones de cabezas, todo lo quiere controlar y todo lo devora; y además los que dicen dirigirlo, ya no saben ni crear mentiras… “han acabado hasta con las mentiras”. El Estado hay que reducirlo, muchísimo y dejar a la iniciativa privada que ande con mucha más libertad que hoy puede hacerlo… y a aquellas etapas comentadas me remito.

 

Y es triste tener que recordar aquellas terribles épocas, como mucho más favorables para que el verdadero emprendedor emprendiese negocios prósperos y que lo fueron para todos (no se olvide este detalle), puesto que la prosperidad genera prosperidad… “la miseria sólo miseria y es lo que tenemos por cuanto es lo que nos han dejado”.

Sobre el Autor

Jordi Sierra Marquez

Comunicador y periodista 2.0 - Experto en #MarketingDigital y #MarcaPersonal / Licenciado en periodismo por la UCM y con un master en comunicación multimedia.