Estos días estoy teniendo la oportunidad de atender a personas afectadas por las cuotas participativas, participaciones preferentes y deuda subordinada de CAM. En casi todas ellas hay varios puntos en común: edad media de 75 años, desconocimiento pleno de productos de inversión y de lo que habían contratado, ausencia de firma del test de idoneidad, pero sobre todo, plena confianza en su entidad, en muchos casos, de toda la vida.
Además, con la excusa de que cuando aproximadamente entre marzo y abril de este año desde Bruselas se autorice la operación de adjudicación de CAM al Banco de Sabadell, desde CAM se está mintiendo al impositor, a su cliente de toda la vida, asegurando en muchos casos que el dinero está garantizado y que el Sabadell se hará responsable de todo. Falso, completamente falso. Son productos complejos de riesgo y además en el caso de las cuotas participativas ya es público que no se traspasó este producto al subastado Banco CAM. El dinero no está garantizado en su totalidad.
No está sólo en juego que sean 53.000 personas afectadas, ni que estemos hablando de posiblemente el mayor escándalo financiero que se conoce en nuestro país, estoy diciendo, además, que está en juego la credibilidad de todo el sistema financiero, cuyo órgano supervisor, el Banco de España, hace oídos sordos ante esta situación, cuando es su labor, tal y como dice la ley 3/1994 de 1 de junio por la que se regula la autonomía del Banco de España, en su artículo 7.5.b es la de “promover el buen funcionamiento y estabilidad del sistema financiero….”
Que nos expliquen cómo puede el Gobernador de esta institución decir que : “la CAM es lo peor de lo peor…” cuando debería haber actuado antes de llegar a esta situación. Cómo podemos creer en las cuentas que nos presentan las entidades si en estos días vemos que la CNMV que ha pedido información adicional a 10 entidades financieras sobre sus cuentas de 2009. No es de extrañar que se hayan retirado de las entidades nacionalizadas e intervenidas durante los 10 primeros meses de 2011 la nada despreciable cantidad de 10.890 millones de euros de depósitos, sí que ha influido la competencia, pero sin lugar a dudas la falta de confianza y la credibilidad es el factor pleno para esa fuga de depósitos.
El ciudadano no deja de ser una marioneta para el sector financiero. Con un incremento de comisiones bancarias de hasta un 50%, una nueva bajada en las retribuciones en nuestros depósitos al tener ahora dinero del Banco Central Europeo, esa famosa barra libre, y no hacerles tanta falta el dinero de quienes tienen ahorros y un sinfín de historias que cada día vemos y que no dejan de sorprendernos.
No debemos caer en la pasividad y el conformismo. Hay medidas y herramientas para adoptar y evitar que esto sea más que una vergÁ¼enza de campeonato.