“Mobbing” es una palabra inglesa que describe lo que en español llamamos “acoso laboral”. El “mobbing” es un término maldito entre los trabajadores de la banca ya que durante años ha sido y sigue siendo utilizado para deshacerse de cualquier empleado de forma muy simple: Proponerle o conminarle a que acepte el traslado a otra población que suele estar bastante distante de aquella en la que habita y desarrolla su trabajo. De no aceptar la “invitación” que normalmente no se acepta por que hay que desplazar a la familia, buscar colegio para los hijos, creándoles a estos un trauma al separarles del medio social en que siempre se han desenvuelto a más de tener que aumentar el gasto a través del pago del alquiler de la vivienda, ya que el banco no corre con este gasto, y con el hándicap de que siguen cobrando el mismo sueldo con lo cual su poder adquisitivo sufre un serio trastorno, de no avenirse a “razones” el empleado es despedido o relegado a efectuar trabajos que dañan su imagen y dignidad tanto personal como profesional. En definitiva, el trabajador se ve represaliado y por tanto maltratado psicológicamente. Esto no solamente ocurre en la banca sino también en otras empresas que tienen sucursales en distintos puntos del país.
La Infanta siempre protegida por un buen ‘paraguas’…Pero hay empleados de banca y empleados de banca. Tenemos el caso de la Infanta Cristina que ha sido destinada por La Caixa, a cuya plantilla de trabajadores pertenece, a Suiza. Pero no va a tener los problemas que pueda tener otro compañero de trabajo en su mismo caso ya que La Caixa se va a hacer cargo del pago del alquiler de la vivienda, 5.000 euros mensuales o sea, 60.000 euros anuales y el costo del colegio de sus hijos, un colegio de élite en el que anualmente se pagan 30.000 euros por alumno, en el caso de la Infanta a La Caixa le va costar la friolera de 120.000 euros anuales el colegio de los hijos de la hija del Rey. En total entre alquiler y colegio La Caixa va a desembolsar 180.000 euros anuales, a más de lo que aumente el sueldo, que actualmente es de 320.000 euros al año, ya que por trabajar fuera del país el sueldo es mayor. O sea, que el “mobbing” es una maldición para unos y una bendición para otros, depende de la “calidad social” del individuo afectado. Evidentemente en el caso de la Infanta Cristina este “mobbing” no tiene nada que ver con el acoso laboral. Más bien le han hecho un enorme favor, muy bien remunerado además, ya que su situación, sobre todo la de su esposo Iñaki Urdangarín les estaba siendo un tanto agobiante en España.
Dios los cría y ellos se juntan… Jaume Matas con Urdangarin…Pero no solamente se favorece a la familia Urdangarin-Borbón en lo que respecta a vivir con una cierta tranquilidad al evitarle el bochorno que diariamente venían sufriendo. Ahora el fiscal que entiende en el caso Nóos, el caso Urdangarín, el mismo que se opuso a que la Infanta tuviese que declarar ante el juez que instruye el caso, con la posibilidad de ser imputada, este mismo fiscal ha pedido al magistrado que impute a la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá y al expresidente de la Generalitat Valenciana, Francisco Camps. De acceder el juez este caso pasaría a depender del Tribunal Supremo en la Comunidad Valenciana y aquel o aquellos magistrados a los que les “cayera” este asunto tendrían que estudiar los 160.000 folios que hasta la fecha componen el sumario, con lo que se puede decir que el caso se haría eterno con muchas posibilidades de “perderse” en el tiempo. No, de momento no pintan malos tiempos para este matrimonio.