SÃ, por cuanto la palabra dictador para mà es diferente a la de tirano; puesto que dictador «es el que dicta por que sabe» (o permite ser asesorado); y tirano es el que dueño ya del poder, hace con él lo que le da la gana y no admite oposición a su voluntad que en gran medida está sometida «a sus estados biliosos»… ¿Entonces que es el que dicta hoy en Venezuela… y también otros muchos que hay por el mundo?
Hace once años escribà y fue publicado el siguiente artÃculo. Y lo reproduzco puesto que sigue teniendo vigencia por «sus enlaces».
Venezuela, Venezuela, Venezuela…
(«o cuando la polÃtica se convierte en plaga»)
He titulado nombrando tres veces al paÃs, como asà lo hace una dulce canción venezolana que canta las excelencias de tan rico y enorme territorio, doble de extenso que España y poblado por algo asà como la mitad de los habitantes de «la España de todas las autonomÃas».
¿Que por qué escribo de tan lejano paÃs?… pues en realidad hoy cuando lo hago (9-12-98) es por cuanto «mi impulso habitual me empuja a ello»; quizá también por cuanto muchos españoles que allà emigraron en nuestra triste y «hambrienta» posguerra, allà encontraron patria, pan y fortuna y allÃ… se quedaron muchos y otros muchos regresaron con la suficiente fortuna como para establecerse en la que fuera hostil «patria propia» (la España de los que perdieron la Guerra); de entonces acá han pasado varias décadas y el entonces próspero y rico paÃs, hoy se nos muestra arruinado por una plaga de malos polÃticos que lo han asolado y han dado pie con ello a que surja de nuevo… «el salvador», el hombre que todos (o la inmensa mayorÃa) pide cuando llegan esos momentos calamitosos, donde esa inmensa mayorÃa ya no puede ni casi… «comer caliente». Suele haber en la actualidad alrededor de sesenta asesinatos semanales sólo en la capital de Venezuela (Caracas).
Y ese es el hecho y ese el impulso («mi impulso») que me lleva a escribir, puesto que preocupante es que un militar asalte el poder de un paÃs y no lo logra por la fuerza, pero seis años después lo ha conseguido mediante los votos que le dan las urnas y por una mayorÃa absoluta… «de parecida forma llegaron al poder aquellos tan temidos dictadores de los años treinta y cuarenta y que fueron conocidos como Hitler y Mussolini».
¿Que Venezuela está lejos… muy lejos?: sÃ, efectivamente, pero Rusia también estaba lejos (muy lejos) en 1.917 y sin embargo… «19 años después España empezaba a ser asolada por una sangrienta guerra intestina»… la que se convirtió igualmente en una especie de «monstruoso ensayo militar», que luego continuó en lo que se conoció como la II Guerra Mundial que… para qué contar lo que arrastró consigo y cuyas secuelas aún pueden producir dolores de cabeza pero de los de tipo mundial»… y el que lo dude que simplemente «mire» a ese gran cadáver que hoy es la que se creÃa omnipotente URSS (Rusia) y la que como dice la filosofÃa sobre «la rueda del mundo»… ha dado una inmensa vuelta para simple y tristemente estar hoy aún peor que cuando presumieron salir del dominio de aquellos zares y prÃncipes, que cuasi eran dueños de vidas y haciendas del inmenso paÃs».
¿Pesimismo, casualidad, consecuencia, azar?… ¿Quien sabrá la verdad sobre cualquier «gran incendio», que como casi todos suele empezar… «en una simple cerilla que a su vez provoca el mÃnimo fuego inicial?… «y hoy el mundo está mucho más interconectado que en 1.917 ó en 1.914, pues habrÃa que remontarse a los hechos que provocan las caÃdas de los imperios Austriaco, Alemán y Turco y… «alguno más pequeño».
De cualquier forma sugiero a quien pueda estar interesado que «busque y relea la prensa de mayor tirada en España» y quizá pueda ver impresas palabras y frases que a algunos… «nos hacen poner la carne de gallina»; pues malo (muy malo) cuando se habla de «un salvador», o anécdotas como la que reflejo sin omitir ni una sola «coma» y que junto a otras muchas cosas «van sueltas en la gran cantidad de páginas dedicadas a Venezuela y al cambio que se espera»… y que Dios quiera que sea «bueno para todos»; la citada anécdota dice asÃ: «una señora de clase media entraba en su urbanización con el coche, y vio al vigilante durmiendo. Estaba borracho. Cuando se despertó, dijo a la señora: «acabo de venir de un mitin con mi comandante Chávez. Y, ¿sabe una cosa? Cuando ganemos, usted estará en esta garita y yo en su casa». Quien lo dude lo puede comprobar en «Diario El Mundo» del 7-12-98 en sus páginas 18 y 19, las que se extienden en una gran serie de detalles que preocupan a quienes «ya sufrimos en nuestras carnes lo que de ninguna manera deseamos se repita en ningún lugar del mundo»; pero tristemente se repite y multi-repite, por cuanto los polÃticos, mejor dicho los inútiles polÃticos, se olvidan de lo principal y lo principal es educar al pueblo, al propio tiempo que se le estimula a progresar trabajando de verdad, pues si nó… «llegado el momento de la revancha, pueden surgir a millones esa espeluznante anécdota, donde un pobre diablo sin ninguna luz en su cerebro, considera aún que la justicia, la verdadera justicia (adrede y con minúsculas) es el trágico y fatÃdico hecho de… quÃtate tú que me ponga yo». ¿Recuerdan los revolucionarios españoles de 1931 y que prometieron quitar las riquezas a los ricos y repartirlas a los pobres… cómo terminó todo ello? Con la dictadura de Franco… que al menos fue un dictador y al morir, dejó bastante bien rico y preparado a la mayorÃa del pueblo español, que quiso trabajar.
Pobre Venezuela, si todos los seguidores «del nuevo comandante», piensan como el guarda de esa urbanización.
Y por descontado… «pidamos a todos los dioses del Universo, el que nuestros polÃticos lean de verdad y se enteren de éstas noticias de prensa»… «ya que deben estar enterados y bien enterados, pues aunque lejana… Venezuela es un ejemplo más de cuando en la polÃtica entran los ladrones y bandidos a una escala que ya las urnas sólo sirven para llamar al dictador… si es que antes no las ha roto éste».
Luego y como ocurre siempre… «paga el que menos culpa tiene» y los polÃticos de corcho («asà los denominé en uno de mis libros publicados»)… flotan y se encaraman en los lugares donde puedan seguir chupando… amén».
Venezuela, Venezuela, Venezuela… («dice la canción»).
II
¿Qué ocurrido después en Venezuela? Supongo que habrá montañas de papel escrito y registros sonoros, de las barbaridades cometidas, puesto que el dictador/tirano; se ha llenado de soberbia y se cree ya «el amo de América del Sur»; puesto que como dueño y señor de unos yacimientos riquÃsimos en petróleo y derivados; dispone de un dinero inmenso y de una materia prima, que por lo insustituible en la actualidad, le ha dado el poder que se irroga… y no escucha ni respeta a nadie que se le oponga. Por descontado que entiende que… «Venezuela es suya y puede hacer lo que le venga en gana»
Para mayor claridad de sus intenciones; «adora y venera» al tirano de Cuba, que convirtió a tan hermosa y rica isla, en una cárcel inmensa (recordemos que Castro también prometió no sé cuantas cosas cuando derrotó al dictador Batista) y de la que ya han huido casi la mitad de los habitantes y si los dejaran… «la isla se quedaba sola»: cuando esto escribo, dÃas atrás, en las Islas Canarias, se han quedado dos deportistas de élite que aprovechando una competición, se han negado a regresar «al paraÃso cubano».
También el «emperador Chávez»; está interfiriendo en casi todos los paÃses de habla española y fomentando lo que él, denomina… «revolución bolivariana»; sin tener la menor idea de que está manchando la figura de Simón BolÃvar, puesto que es obvio que no sabe la historia de este gran americano, sobre cuyo retrato aparece siempre y del que una copia acaba de regalar a su venerado Fidel Castro.
Y el que no sabe o no quiere saber nada de BolÃvar lo demuestran este extracto que sigue y que es un texto de aquel gran hombre que fue Simón BolÃvar.:
BOLÃVAR Y LA TIRANÃA POLÃTICA: «La continuación de la autoridad en un mismo individuo, frecuentemente ha sido el término de los gobiernos democráticos. Las repetidas elecciones son esenciales en los sistemas populares porque nada es tan peligroso como dejar permanecer largo tiempo a un mismo ciudadano en el poder. El pueblo se acostumbra a obedecerle y él se acostumbra a mandarlo; de dónde se origina la usurpación y la tiranÃa. Un justo celo es la garantÃa de libertad republicana, y nuestros ciudadanos deben temer con sobrada justicia que el mismo magistrado, que los ha mandado mucho tiempo, los mande perpetuamente».
Leà en una biografÃa sobre este gran hombre, que siendo rico, dio libertad a todos sus esclavos, que eran cientos… gastó toda su fortuna en tratar de educar polÃticamente a los pueblos donde quiso influir… al final, murió fuera de su patria y está o estuvo enterrado en una isla caribeña… para amortajarlo, hubieron de pedir prestada una camisa o camisón para que le sirviera como tal. ¿En qué se parece el dictador/tirano Chávez a éste gran hombre? Responda el que sepa y pueda, pero antes lean buenas biografÃas de Simón BolÃvar.
PodrÃa seguir escribiendo muchas cosas, puesto que recibo noticias de Venezuela y no sólo de los periódicos que aún y con nobleza y coraje defiende el verdadero y único LIBERALISMO. También tengo escritos de venezolanos que cuentan cosas horribles y que hoy se pueden saber gracias a la red de Internet; pero dejo mis dos artÃculos aquà y que otros los continúen. Yo me limito a recordar dos hechos de hace milenios, para ver que «la sucia polÃtica», que como tal no es polÃtica; puesto que la polÃtica era la que preconizaba BolÃvar y que yo resumo hace tiempo con la frase siguiente.. «Es el arte de gobernar bien a los pueblos».
«El patricio romano Cayo Julio César, el viejo (100-44 a. C.) nos lo demuestra con gran desprecio, manifestando lo siguiente: «Si la clase media sirve para algo es para trabajar y pagar impuestos, con los que podemos sobornar a la plebe de Roma y tenerla contenta y mantenerla dócil. Es cierto que los plebeyos de Roma son animales, pero son muchos y necesitamos sus votos para alcanzar el poder. Que la clase media nos sirva hasta el final, porque los nuevos ciudadanos no piensan nada más que en el trabajo, la industria y el ahorro y otras preocupaciones por el estilo». Marco Livio Druso (122 a. C.) tribuno de la plebe, dice: «Es difÃcil decir quienes son peores, si los que sobornan a las masas o las masas que aceptan el soborno. Es cierto que el soborno corrompe, pero también es cierto que el que lo acepta es el mayor de los delincuentes».
Han trascurrido más de dos milenios… ¿Y qué ha cambiado? ¿Qué han solucionado las revoluciones? Tan poco que la historia vuelve a recordarnos aquella «plebe o chusma de Roma y la manipulación que de ella hicieron los patricios romanos»; a los que como los actuales, lo que menos les interesa es educar a las masas y hacer buenos y responsables ciudadanos… «cultivan por tanto la chusma y la masa y como entonces, la entretienen con espectáculos, caramelos y golosinas… y poco más.
Un pueblo bien educado y formado integral e intelectualmente, serÃa difÃcil de gobernar por demagogos y tiranos; y es claro que ellos lo saben lo suficientemente bien; por ello lo primero que hacen es silenciar las lenguas valientes y veraces, cerrar periódicos y todos los medios de comunicación hostiles y por descontado, mantener (comprando con el dinero de todos) todo cuanto les es útil a sus desastrosos fines, que como siempre terminan en desastres, que por cuanto sabemos de la historia, se van repitiendo sin que de verdad, sean renovados los mandos por verdaderos polÃticos… «Por verdaderos SIMONES BOLÃVARIANOS».
Simón José Antonio de la SantÃsima Trinidad BolÃvar Palacios Ponte y Blanco, mejor conocido como Simón BolÃvar , (Caracas, 24 de Julio de 1783 – Santa Marta, Colombia, 17 de diciembre de 1830)… Descanse en paz y surjan sus verdaderos discÃpulos en bien de América y del resto del mundo.