Como réplica a su artículo “Violencia de género, de las palabras a los hechos” publicado el último día 25 de noviembre en el diario ABC:
Sr. Rajoy se jacta usted, presume, alardea, se vanagloria (nunca mejor dicho “se gloria usted vanamente”), se complace y alegra en su artículo de haber formado parte de los Gobiernos del Partido Popular que tienen el más que dudoso honor, “vergonzoso mérito” de haber puesto en marcha leyes “de género”, supuestamente para proteger a las mujeres en situación de riesgo de ser víctimas de la violencia, con o sin resultado de muerte, ejercida por parte de sus compañeros, novios, esposos, y de cuanto varón deambula por el solar de eso que su antecesor denominaba una realidad “discutida y discutible”, o séase España.
Se pavonea usted, Sr. Rajoy, de que los gobiernos de los que usted formó parte fueran los “pioneros” e hicieran el grandioso descubrimiento de que la integridad de las mujeres, su derecho a vivir en paz, y a no ser maltratadas, violentadas de ninguna forma son “derechos humanos”. ¡Enhorabuena Sr. Rajoy, han descubierto ustedes poco menos que la pólvora!
También menciona usted con engreimiento, henchido de orgullo, fanfarroneando, jubilosamente, con enorme entusiasmo que usted y su partido han sido los adalides en la protección de la “dignidad y la igualdad”. Aunque no nos cuenta usted a qué personas se refiere usted que son merecedoras de igualdad y dignidad, ¿Acaso no estaba ya claro en la Constitución de 1978 que todos los españoles, sin distinción de sexo o cualquier circunstancia personal, somos merecedores de iguales derechos y obligaciones, y especialmente ante la ley, y que solamente serán tenidos en cuenta la capacidad y el mérito a la hora de la promoción personal, social, académica, profesional, etc.?
Permítame que le pregunte, ¿a qué se refiere cuando utiliza la expresión “violencia de género”? Dice usted que la tal “violencia de género” no entiende de diferencias ideológicas, de demagogias, ni ambigÁ¼edades, y que por tales motivos apoyaron ustedes, su partido, el Partido Popular, la ley “integral de medidas de protección contra la violencia de género” promovida por el Partido Socialista, y que entró en vigor el día de los Santos Inocentes de 2004.
Sr. Rajoy: me voy a tomar la libertad de decirle que más que alborozo, regocijo, debería usted sentir vergÁ¼enza (si es que algún ápice le queda aún de ella) por recurrir, como tantos políticos de su partido (y del resto de partidos con representación en el Congreso de los Diputados, salvo honrosas excepciones) al embuste, a falsear la realidad para ocultar el rotundo fracaso de la denominada ley “integral de medidas de protección contra la violencia de género”
Sr. Presidente del Gobierno del Reino de España, ¿Por qué falta usted reiteradamente a la verdad? ¿Por qué usted y su Gobierno ocultan que en España también hay hombres/varones que sufren violencia con y sin resultado de muerte? ¿Por qué usted y su gobierno no informan de que una de cada tres personas adultas muertas en el ámbito familiar es un hombre?
Sr. Presidente del Gobierno, ¿Por qué ocultan ustedes a la opinión pública que alrededor del 65 por ciento de los hombres denunciados por sus “parejas”, son absueltos o se archiva la denuncia en los tribunales de excepción, que ustedes apoyaron que se crearan de forma entusiasta con su voto en 2004? (¡Ojo, son datos del Consejo General del Poder Judicial!)
Señor Rajoy, se le ha olvidado decir que más del 35 por ciento de los hombres que son denunciados ante los juzgados de “violencia de género”, y acaban condenados lo son mediante “sentencias de conformidad” (logradas con amenazas y coacciones entre otras cosas) y también en un elevado número de casos, tras procesos absolutamente arbitrarios, en los que se conculca diariamente el derecho constitucional a la presunción de inocencia, y en los que –además- se priva a los acusados de su derecho a la “tutela judicial efectiva” (artículo 24 de la Constitución Española de 1978) que entre otras cosas supone que el acusado tiene derecho a un “juez imparcial”, a un juicio justo, con todas las garantías previstas en las leyes procesales, y a que se le permita presentar todas las pruebas que considere oportunas para la defensa de sus intereses… También, en la mayoría de los casos, se aplica la jurisprudencia del Tribunal Supremo, según la cual en casos tales como de los que venimos hablando, basta con la versión de la supuesta víctima, a la que siempre se le dará mayor credibilidad…
Luego, también están las directrices que los fiscales (por aquello de la “obediencia debida”) siguen al pie de la letra de pedir por sistema la condena para el supuesto maltratador… Da igual como se desarrolle el juicio… y si no es suficiente, siempre quedará el socorrido recurso de considerar que “el acusado tiene todo el perfil de ser un controlador, celoso, y la mujer síntomas claros de mujer maltratada…” para lo cual se recurrirá a la inestimable colaboración de Psicólogos y Psicólogas de género…
Señor Mariano Rajoy Brey, me voy a tomar la libertad de decirle que lo suyo, y lo de su partido ha llegado a ser una cuestión obsesiva, casi patológica, me refiero a su ‘fundamentalismo de género’; es rara la vez que no incurren usted en expresiones generalizadoras absolutamente injustas, rara es la ocasión en que no meten a todos los varones en el mismo saco, da igual el lugar donde vivan, da igual el momento histórico de que se trate, da igual su extracción social, su formación…
Señor Presidente, ¡Paren ya ustedes de insistir (de veras que ya aburren…) en que los varones somos la causa de todos los males habidos desde que el mundo es mundo, y todos los males que puedan estar por llegar. Según se desprende de sus intervenciones públicas, los hombres somos seres egoístas, perversos, sin sentimientos de clase alguna (¡¡¡Qué malos somos los hombres por el simple hecho de haber nacido con pene…!!!) No se privan ustedes de decir una y otra vez, cosas tan sensatas como que los hombres no saben hacer otra cosa que abusar de las mujeres, sojuzgarlas, discriminarlas, … Lo suyo es una relectura del Génesis Bíblico, una forma de «creacionismo laico-progre de género», absolutamente disparatado. En la nueva versión del Génesis Bíblico, de la que ustedes se han acabado convirtiendo en entusiastas propagandistas, la raza humana ha sido expulsada del paraíso debido -solamente- a los pecados del hombre, no los de la mujer. En su fábula feminista, los varones son los únicos responsables de lo negativo, mientras que las mujeres representan todo lo positivo. Este planteamiento está presente una y otra vez en toda la doctrina feminista, de la que usted, y su partido, se manifiestan partidarios, acérrimos, obstinados y fieles creyentes, dando a entender sin tapujos, que la mujer es superior moralmente al hombre…
Permítame igualmente, que le formule otra pregunta:
¿Su padre, su abuelo, usted mismo, sus ancestros también participaron en esa conspiración perversa, egoísta de la que usted y su partido no pierden ocasión de pontificar (eso sí, ‘laicamente’) para que el mundo en que vivimos sólo sea maravilloso para los varones, obviando totalmente las necesidades y los intereses de las mujeres, o por el contrario estaban hechos de otra «pasta»?
Su disparatado discurso ‘feminazi’, o si le gusta más ‘hembrista’, ‘androfóbico’, ‘misándrico’, es una suma de disparates, un «totum revolutum», e incluso cabría hablar llanamente de charlatanería, como en el caso de la astrología u otras pseudo-ciencias. Por supuesto, a cualquiera que se le ocurra hacer objeciones a la ortodoxia que usted, y sus acólitos, sus compinches predican, de la que usted es un entusiasta publicista, corre el riesgo de ser tildado de enemigo de la causa de las mujeres, de machismo, de misógina, de cómplice del patriarcado, “neomachistas”,etc.
Sr. Rajoy, usted, y algunos de su partido, es de los que afirman -como dogma de fe- que las mujeres están «sojuzgadas, oprimidas, marginadas, etc.», que hay una verdadera conspiración de lo que denominan «clase hegemónica del patriarcado masculino, heterosexual,» contra todas las personas de su sexo. Y también afirman (sin rubor, asombrosamente) que las mujeres siguen sin tener apenas acceso a las instituciones, que no se les permite tener capacidad de decisión, que no se las respeta, etc. Pero, ¿Todo ello es realmente cierto? La consigna feminista de que la «mujer española, europea, occidental» es una «víctima» impotente es una idea absolutamente absurda, un insulto a la inteligencia, que se ha ido imponiendo con machaconería, acabando por instalarse como un axioma que nadie se atreve a cuestionar…
Por ponerle algunos ejemplos:
– Las mujeres españolas viven, en general siete años más que los hombres. Controlan de «facto» más del 80% de las rentas familiares y son ya más del 60% en la universidad. Las mujeres tienen alrededor del 55% de los votos en cualquiera del las elecciones que se convocan en España, motivo por el cual difícilmente pueden “los feministas”, como usted, afirmar que están siendo dejadas de lado en el proceso de toma de decisiones políticas…
– Las mujeres españolas tienen ganado anticipadamente, de manera sistemática cualquier contencioso referido a custodias de menores tras el divorcio.
– Las muertes ocurridas por accidentes laborales afectan escasamente a las mujeres (un 6% únicamente, el otro 94% es cosa de hombres)
– Sólo en el 35% de los crímenes violentos las víctimas son mujeres; pese a ello, el Parlamento (especialmente presionado por gente respecto de la que usted se siente afín) ha legislado una normativa especial para castigar «la violencia contra las mujeres» como si ésta fuera un crimen más horrendo que el de «la violencia contra los hombres». Llegándose incluso al disparate de que nuestro Código Penal castigue más severamente a un hombre que a una mujer, cuando ambos comenten el mismo delito (esto es lo que se conoce como «Derecho Penal de Autor», a la manera de la Alemania Nazi…)
– De los 25 empleos peor considerados, teniendo en cuenta factores como salario, stress, seguridad y esfuerzo físico, son casi en su totalidad, masculinos. Evidentemente ésta es una de las explicaciones de por qué los varones suelen ser más propensos a suicidarse (80%)
Las mujeres españolas, occidentales, constituyen sin duda alguna el grupo social con mayores privilegios de la historia de la humanidad, ostentando (o ¿tal vez detentando?) una capacidad de influencia, un grado de poder, de bienestar, y salud nunca antes conocidos,…
Sepa usted, Don Mariano, que el mayor fraude de esta “doctrina” de la que usted es converso ¿o aún es catecúmeno? es asumir que la agenda propuesta por las feministas, se realiza en verdad para beneficio de la totalidad de las mujeres. Si el feminismo fuera sinceramente liberador, promovería relaciones armoniosas entre ambos sexos y fortalecería la familia; sin embargo, la agenda feminista, al hacer lo contrario, perjudica a la mayoría de las mujeres, y por descontado a los hombres. Como resultado de una eficaz propaganda (todo hay que decirlo) divulgando falsedades y medias verdades, la gente de buena voluntad, la gente “educada” ha ido aceptando todo el discurso demencial del feminismo de género, sin hacer apenas cuestionamientos…
¿Cómo puede usted decir semejantes insensateces sin sonrojarse ni sentir vergÁ¼enza?
Parece mentira que usted, y muchos más “notables” del PP se hayan unido al coro de quienes de forma obsesiva, casi patológica, incurren en expresiones generalizadoras absolutamente injustas, metiendo a todos los varones en el mismo saco, da igual el lugar donde vivan, da igual el momento histórico de que se trate, da igual su extracción social, su formación… Es penoso que usted ¡Vaya tela! También se haya sumado a quienes no paran de insistir (de veras –insisto- que ya aburren…) en que los varones somos la causa de todos los males habidos desde que el mundo es mundo, presentes, y todos los males que puedan estar por llegar.
¿Teme usted Señor Rajoy ser tildado de enemigo de la causa de las mujeres, de machista, de misógino, de cómplice del patriarcado, o tal vez de “neomachista”, etc.?
(“El hombre se hace feminista cuando no sabe ya cómo agradar a las mujeres. La mujer se hace feminista cuando ya no sabe cómo agradar a los hombres”. Enrique Jardiel Poncela)
¿Acaso, Don Marianao, usted es de la opinión de que para combatir la misoginia, hay que fomentar la “misandria”, la “androfobia”, hay que “feminizar a los varones”, hay que “ayudarlos a encontrar su lado femenino, la nueva masculinidad”…? (Bibiana Aído dixit)
¿Debemos sacar como conclusión de sus palabras que, usted, Señor Rajoy, hace tiempo que “vio la luz”; a la manera de Pablo de Tarso, que cuando hacía el camino de Damasco cayó en tierra, y cegado por la luz divina, se paso sin vacilar al Cristianismo… y ha acabado convirtiéndose en un converso al feminazismo?
¿Debemos entender por su discurso que usted, Don Mariano, es de la opinión de que si se es varón, sólo caben dos cosas, ir constantemente pidiendo perdón –cada vez que uno abre la boca- por haber nacido hombre, o manifestar, que uno está en camino de redimirse y que ya ha entrado en contacto con su lado femenino, y que todos los hombres (¡¡¡qué malos somos, por el hecho de ser hombres!!!) debemos pasar por el purgatorio feminista, para pagar la deuda histórica que tenemos contraída con las mujeres, después de siglos, milenios de sojuzgamiento, opresión, marginación… a las que las sometieron nuestros ancestros…?
Don Mariano, fue el PSOE (con el apoyo unas veces cómplice, otros entusiasta, otros negligente del Partido Popular) el que puso en marcha el tinglado fraudulento de la industria del maltrato, de la que hay mucha gente viviendo del cuento (más de 100.000 “profesionales-liberadas” para los asuntos de “igual-da y género”), y consiguiendo pingÁ¼es beneficios… Fue Felipe González el que creó el Instituto de la Mujer, y el PP continuó creando Institutos autonómicos, en las regiones en las que gobierna… Don Mariano, fue el Partido Popular el que continuó el camino iniciado por el partido de los Gal y el Faisán, poniendo en funcionamiento las “casas de la mujer” (y antros similares, donde son asesoradas cientos, miles de mujeres, y aleccionadas para que presenten denuncias falsas contra sus compañeros, esposos, etc. para conseguir ventajas procesales en los pleitos por divorcio y las custodias de menores)
Don Mariano, el Partido Popular apoyó, con verdadero entusiasmo, la iniciativa del PSOE (partido ‘feminazi’ español) de crear tribunales de excepción, para juzgar exclusivamente a hombres; Don Mariano el Partido Popular dio su aprobación a la reforma del Código Penal para que se castigue a los hombres más severamente que a las mujeres cuando incurran en el mismo “ilícito penal”. Don Mariano, el Partido Popular apoyó la introducción en el Código Civil (artículo 92 y siguientes) de la posibilidad de que cualquier mujer denuncie a su esposo (por ignorancia inexcusable, o por cobardía el Partido Popular dio su aprobación a la legalización del “repudio”, de la mujer hacia el hombre, por supuesto…) para obtener de inmediato la guarda y custodia de los menores en pleitos de divorcio, y la posibilidad de que se quede con todo el patrimonio acumulado durante la convivencia…
Usted, Don Mariano (y muchos más del PP, por desgracia) están apoyando, con su actitud de cobardía, con su “inacción” la política antifamiliar que promueven las asociaciones de mujeres más extremistas, “feminazis” las llaman en nuestro entorno cultural…
Don Mariano, le dirijo esta carta porque hoy he leído en la prensa con sumo asombro, mezclado con estupor, a la vez que desesperación, que usted ha prometido “medidas más directas en la lucha contra la violencia de género…” ¿Más? Ante semejante afirmación, se me ocurre preguntarle:
¿Si en España la media anual de muertes, de personas adultas, por disputas de pareja (generalmente de hombres y mujeres inmersos en procesos de ruptura matrimonial) ronda las 100/120 personas, y alrededor del 60 por ciento son mujeres, por qué merecen más atención esas aproximadamente 60 mujeres muertas, que las otras 40 personas muertas por el mismo motivo, y en el mismo contexto?
Por otro lado, ¿Por qué es tan importante este asunto, y no otros asuntos por los que se producen mortandad en España, pongo por caso por accidentes de tráfico, o por consumo de alcohol?
También podemos, si usted quiere Don Mariano, hablar de muertes de menores debidas a maltrato, desamparo, y negligencias… ¿A que no sabe cuál es el sexo predominante entre los adultos autores de infanticidios y maltrato a la infancia?
Casualmente estamos hablando de mujeres…
Otro tanto ocurre en el maltrato y muerte de personas ancianas…
Don Mariano (y ya no lo distraigo más, ni le robo más del precioso tiempo que usted dedica a la noble causa de la liberación de la mujer) permítame que le diga que la denominada “ley integral contra la violencia de género” no funciona, crea mayores problemas que los que pretendía solucionar, y sobre todo propicia la detención de hombres –de forma masiva e indiscriminada- acusados falsamente de maltrato, por sus esposas, novias, compañeras…. Pasados ya casi si diez años de su entrada en vigor –para recochineo el día de los Santos Inocentes de 2004- ya han pasado por los puestos de la Guardia Civil, y las comisarías de policía más de 1.500.000 hombres…. (SÁ, MILLÁN Y MEDIO)
Don Mariano, ¡por favor! paren ya su desvarío (todo ello dicho sin ánimo de ofender, sino con el de llamar su atención…) Cada vez que abren la boca para hablar del asunto es para ahondar más (¿Más aún?) en la persecución antihombres que se viene practicando desde hace años en España, con el apoyo entusiasta del Partido Popular… Eso sí todo ello por “la noble causa de la liberación de la mujer”…
Permítame, Don Mariano, que les diga que parece que muchos de ustedes han perdido el norte…
Me despido de usted desatentamente, y con total acritud (por supuesto).