Siempre me he definido como un ‘hombre de Izquierdas’, dicho de otra forma: centroizquierda o socialdemócrata, simplemente porque no me gustan los radicalismos y porque, no sé cómo llamarlo, he tenido la ¿suerte?¿desgracia? de haber recorrido, por mi trabajo, los cinco continentes y he visitado muchos países llamados Repúblicas Populares (Comunistas) y he visto mucho de lo que en esos países está pasando, incluso en estos momentos.
En la foto: Denisse L. Ramirez – Jorge E. Barney. Procesamiento Color: Mauricio Moreno. Foto: Mauricio Moreno
Podemos observar en la actualidad, como los jóvenes de izquierdas se radicalizan y nos sueltan parrafadas sin ningún conocimiento, sobre las glorias del Comunismo, exactamente como en la posguerra española se hacía en voz baja después de escuchar las soflamas que ‘la Pasionaria’ enviaba a nuestro país a través de Radio- España-Independiente- Estación Pirenaica.
No sé si en estos momentos influye el ver cómo los rusos vienen a nuestro país comprando propiedades, los chinos invadiéndonos con sus negocios y algunas otras cosas que no son la realidad de lo que se vive en aquellos países.
No debemos olvidar que el PCE no tiene nada que ver con la socialdemocracia que representa el PSOE. Se fundó por jóvenes socialistas, y desde ese mismo momento su mayor empeño ha sido anular a los socialistas, si fuese posible acogiendo a su joven militancia. Los mayores se van al PSOE, sabiendo que los comunistas nunca conseguirán el poder en nuestro país.
Internet ha puesto muy fácil conocer la realidad de los países ex-comunistas soviéticos: basta buscar en Google para conocer el estado en el que vive su población.
He visitado Cuba, donde si no fuese por el difunto Presidente Chávez, estarían pasándolo muy mal, o sea peor aun de lo que están.
La República Popular de Corea del Norte se ha tenido que tragar las bravatas de su joven Presidente sobre las bombas atómicas, porque el pueblo está sufriendo hambruna.
Moldavia, Kazajistán, Kirguistán, Tayikistán, Turkmenistán, Uzbekistán, son países de la antigua Unión Soviética que, en la actualidad, todavía son considerados entre los más pobres del mundo. Mientras tanto, los hijos de los dirigentes se pasean en coches de alta gama, cometen fechorías y quedan impunes. Podemos decir, ¿nosotros no somos iguales? Quién lo sabe.
Todo esto, unido a la falta de democracia y el esparadrapo en la boca, hace que mi forma de ver la Izquierda sea únicamente democrática y moderada, sin negar los principios de la lucha obrera y la salvaguarda de los derechos ciudadanos.
