El cambio climático está afectando al tamaño poblacional de las aves europeas según un estudio del Museo Nacional de Ciencias Naturales (CSIC). Las poblaciones meridionales sufren mayores fluctuaciones debido a su distribución marginal, que no se ven compensadas por los beneficios que el incremento de temperatura tiene en las poblaciones septentrionales.
En las regiones templadas del hemisferio norte se aprecia una deriva hacia el norte en el rango de distribución de las especies. Este desplazamiento podría deberse al efecto positivo que tiene el aumento de la temperatura en las poblaciones septentrionales, pero también a los efectos negativos que ese calentamiento tendría en las poblaciones meridionales.
La localización geográfica de las poblaciones también puede condicionar su dinámica. De hecho, la abundancia de una especie tiende a incrementarse desde los bordes hacia el centro de su rango de distribución, lo cual se atribuye a unas mejores condiciones ecológicas en el centro respecto a la periferia.
Dos investigadores, del Museo Nacional de Ciencias Naturales y de la Universidad París Sur, han estudiado las especies de aves nidificantes en Europa a lo largo de un gradiente latidudinal, que incluye doce países, analizando el modo en que la latitud y la marginalidad de la distribución afectan a la variación temporal en el tamaño de las poblaciones. Sus resultados han sido publicados en la revista PLOS ONE.
El estudio refleja la estrecha relación que existe entre la latitud y las tendencias poblacionales de las aves europeas. Mientras que las poblaciones septentrionales aumentaron su tamaño, en las meridionales no se apreció ese incremento.
Otro factor que afecta a la variación temporal del tamaño de las poblaciones es la marginalidad, ya que las poblaciones próximas a los límites del área de distribución de la especie fluctuaron más que las situadas en el centro. Aunque la marginalidad afecta negativamente tanto a las poblaciones meridionales como a las septentrionales, las más vulnerables son las poblaciones meridionales. Ello es así porque, al beneficiarse menos del calentamiento global, potencialmente son más susceptibles a la extinción.
Fuente: www.mncn.csic.es