La verdad es que nos vamos acostumbrando a las cada vez más desafortunadas frases del ministro de Educación, José Ignacio Wert, no son frases para la historia sino más bien frases para el cachondeo y la burla sobre quien las pronuncia. Está claro que tenemos un ministro de Cultura y Educación que carece de ambas cosas.
No voy a entrar en el ya tan manido tema de en función de que se le concede una beca a un estudiante porque el objeto de esa concesión está muy claro: No es, en absoluto, un premio al estudiante por sus buenas notas sino para que haya igualdad de oportunidades, para que los hijos de los pobres tengan la misma oportunidad a la hora de poder estudiar en una Universidad pública. Como claro está también que un cinco siempre ha significado que se ha aprobado, claro que la derecha ha vuelto a sus viejos hábitos de que los hijos de los trabajadores no deben ir a la Universidad, eso de mezclar a los hijos de los menos favorecidos con los hijos de papá rico es algo con lo que el Partido Popular está decidido a acabar.
Según Wert el hijo de un obrero no obtiene una beca aún a pesar de haber aprobado, repito que un cinco significa que ha aprobado y que por tanto tiene derecho a la beca que es lo que puede permitir que pueda seguir sus estudios universitarios ya que caso contrario la economía familiar no se lo permitiría. Sin embargo el hijo de papá rico sí puede, sacando un cinco, seguir estudiando porque su papá le seguirá pagando la universidad hasta que acabe, después de muchos años, muchos más de los normales, la carrera.
Resumiendo: Según Wert el hijo de una familia trabajadora y por tanto con una economía muy limitada tiene que llegar a obtener como mínimo el 6,5 para poder recibir la ayuda del Estado y seguir con sus estudios sin embargo el hijo de una familia pudiente puede seguir solo con obtener un cinco de nota máxima.
Son muchos los casos, muchísimos, en los que un considerable número de estudiantes universitarios tienen que compartir su tiempo entre estudiar y trabajar lo que hace imposible el obtener notas muy altas y esto hay que tenerlo en cuenta, ya que no por ello supone el que no puedan ser unos brillantes profesionales a la hora de desarrollar esos conocimientos que han obtenido en la Universidad.
El que un estudiante haya obtenido notas muy altas en muchos casos no quiere decir nada, pues perfectamente puede ocurrirle que no sepa desarrollar esos conocimientos. Eso puede ocurrir con algunos de los llamados “empollones”, lo memorizan todo de inmediato pero no pasan de ahí. Sin embargo un estudiante con notas inferiores a las del “empollón” puede sacarle mayor rendimiento a sus conocimientos y ser capaz de transmitirlos para enseñar a otros. Empollón no es sinónimo de inteligente. Todo el mundo no vale para enseñar por muy buenas notas que haya obtenido a lo largo de sus años de estudio. No, la beca no es un premio, la beca es algo que hace posible la igualdad de oportunidades.
De todo lo manifestado me quedo con la frase de Wert que ha dicho que cuando un alumno saca un cinco no es en absoluto una persona que pueda desarrollar su profesión con garantías. Eso no es verdad. Si fuera lo que afirma el ministro él tendría que dimitir pues las calificaciones, las notas que le dan los examinadores, los ciudadanos, son un “insuficiente” tras otro y desde luego obvio es decir que su trabajo no convence a nadie, algo que se debería hacer extensivo a sus compañeros de Gobierno con su presidente el frente. Ninguno de ellos aprueba, la mayoría están muy por debajo del cinco. Y desde luego Wert es el último de la fila. Si hay algunos que no se merecen la “beca”, su salario, son los miembros del Gobierno. Hay que predicar con el ejemplo.