EL CRISOL
“Este Wert a más de provocador nos ha salido narcisista”
Por lo visto el ministro de ¿Cultura y Educación?, José Ignacio Wert, pretende eclipsar o relegar a un segundo plano a su jefe Mariano Rajoy y pasar él a ser el chico de la película. Raro es el día en que no suelta una de sus desafortunadas frases o insulta al primero que se le poner por delante, al parecer no se conforma con desempeñar el papel de figurante y quiere todo el protagonismo para él.
Su última “actuación” ha sido la de insultar a todos los padres de alumnos representados por la Confederación de Padres y Madres de Alumnos (CEAPA) y llamarles irresponsables por, según él, seguir las directrices de un sindicato que ha promovido una huelga que él califica de política y también según dice “inspirada en supuestos de la extrema izquierda y antisistema”. Vamos, que no ha dejado títere con cabezas. Wert, ha valorado “muy negativamente” que este colectivo, la CEAPA, anime a “vaciar las aulas” el próximo día 18, cuando a su juicio, ahora va resultar que Wert es una persona juiciosa, lo que hay que ver, cuando a su juicio, repito, “tienen la obligación de procurar la mejor educación de sus hijos”. Está claro que Wert no se entera, precisamente los padres apoyan la huelga por eso: “por procurar la mejor educación de sus hijos”. ¿O es que Wert cree que lo que él está haciendo lleva mejorar el sistema educativo? Este Wert a más de provocador nos ha salido narcisista.
Dice el ministro que los padres deben leer la convocatoria para la huelga para que “deduzcan si se trata de una huelga política o una huelga contra los recortes”. Se le olvida a Wert que le ha recortado a la Educación 3.000 millones de euros cuando a este sistema le falta de todo y encima se rebajan las becas y se aumenta el costo de las matrículas. ¿Le parece este poco motivo para apoyar la huelga?
Ante la actitud y el comportamiento de Wert, me he preguntado como veo yo a este individuo y la respuesta que me he dado es la de que le veo como un tarambana provocador que va por ahí insultando y diciendo lo primero que se le antoja. Lo de tarambana no lo digo en sentido peyorativo, lo señalo así porque es el término, en mi opinión, que mejor se corresponde con su forma de actuar. El significado de la palabra “tarambana” es el siguiente según los diccionarios: “Persona alocada, informal y de poco juicio” y en estas tres definiciones se fundamente mi visión sobre este sujeto y me explico: “Alocada”: para justificar este calificativo basta con recordar aquello tan desafortunado que dijo de que “España tiene un problema con el dopaje”. “Informal”: Es evidente que esta definición habla por sí sola ya que es un hecho más que constatado de que este Gobierno, del que forma parte Wert, no está cumpliendo sus promesas electorales. “Poco juicio”: Obvio es decir que un ministro no puede ir por ahí diciendo lo que él dice e insultando a todo aquel que discrepa de sus decisiones. Eso es poco juicioso.
Si algo hay que reprocharles a los padres es que realmente ellos, sin proponérselo, han ayudado al deterioro progresivo de la enseñanza, al menos en lo que respecta a la Comunidad Valenciana, que es la que mejor conozco, el principio del deterioro fue el consentir que sus hijos fueran escolarizados en barracones tercermundistas, en la Comunidad Valenciana hay más de 20.000 alumnos escolarizados en “contenedores”, y este sistema va creciendo de día en día. Esto es algo que los padres jamás debieron consentir, ahí si deberían haberse mostrado “extremadamente radicales”. Mi padre solía decirme que en “en esta vida cuanto más te agaches más te dan por…” Cuando un Gobierno ve como los padres consienten que algo tan fundamental para la dignidad de las personas como es el contar con un hábitat decente y decoroso, en este caso un colegio “de verdad”, no se hace efectivo, es cuando ese Gobierno cree, con falso fundamento, que los padres van a “tragar” lo que les echen. Cuando los males no se cortan desde su inicio suele ocurrir que la cosa vaya a peor.
Finalmente decir que estos calificativos de “huelga política”, y de “supuestos de la extrema izquierda radical y antisistema”, lenguaje muy parecido, casi calcado diría yo, al que emplea el ministro del Interior, me hacen repetir, una vez más, que en España no tardará en haber en las cárceles presos políticos.