Sociopolítica

Ya sólo queda el «después», Zapatero

Todo resultó como estaba previsto en el discurso programático del candidato oficial del PSOE. Los que trabajan con Rubalcaba conocen cómo controla y cuida todo hasta el último detalle. El papel del presidente Zapatero se limitaría a escuchar, sonreir y aplaudir sin hacer uso de la palabra como así fue.

Las declaraciones previas efectuadas por el presidente del Gobierno, siguiendo instrucciones de su vicepresidente primero, anunciando el discurso de su sucesor, eran puro veneno. Afirmar que el advenimiento de Rubalcaba significará «un antes y un después», es como reconocer tácita y públicamente que sus siete largos años de gobierno fueron una inútil pérdida de tiempo. Nada que ver con las propuestas del vicepresidente, quien desvelará «su gran proyecto de país». Lo que implicará adelantar su salida de la Moncloa, que se realizará cuando Alfredo lo considere oportuno.

Al sacrificado Marcelino Iglesias, secretario de Organización, con su voz de pena, le tocaría hacer el ridículo una vez más, afirmando la escrupulosidad del proceso de primarias y así lo hizo. Según el PSOE, todo se ajustaría y respondería «a la idea de país» que tiene Rubalcaba.

Como suele ocurrir, cuando algo se anuncia con excesivo bombo y platillo, creándose excesivas expectativas, al final acaba defraudando al personal, entre otras razones porque el acto no tuvo nada de novedoso ni sorprendió a nadie. En el fondo, Rubalcaba tenía la obligación de procurarle satisfacción a las bases del partido y eso lo logró con su claro giro a la izquierda, aunque solo sea para la galería.

Anunciar, por ejemplo, la recuperación del Impuesto de Patrimonio, fue pura demagogia política, ya que su efecto recaudatorio tiene escasa repercusión. Mayor resonancia originó el impuesto a la Banca para crear empleo, sin entrar en detalles. Todo un intento de acercamiento al movimiento 15-M-(DRY), que el vicepresidente maneja con sumo cuidado, al igual que la propuesta de reforma del sistema electoral, cuyo proceso es altamente complejo y requiere el acuerdo de los dos partidos mayoritarios.

El gran error de Rubalcaba, por mucho que pretenda maquillar sus propuestas a lo largo de la campaña electoral, consiste en haber incrementado las desconfianza en los mercados, de los que dependemos totalmente a efectos económicos. Igualmente, su mensaje logrará espantar a los inversores nacionales y extranjeros que tanto necesitamos.

Las redes sociales, tal como se esperaba, mantuvieron una gran actividad durante todo el dia. En Twitter el PSOE se movió todo lo que pudo pero fué desbordado. Lo peor fue que el tema GAL se repitió hasta la saciedad, cumpliéndose la sentencia de «no es bueno ser rencoroso pero sí tener memoria», y en efecto, se demostró que los ciudadanos no olvidan fácilmente.

En toda esta historia, el que lo pasó fráncamente mal fue Zapatero. Sus gestos y mirada perdida le delataban. Por primera vez acudía a un acto multitudinario de su partido como convidado de piedra, porque a quien apludían era a «otro». Muy duro eso de oír al auditorio gritando !!presidente, presidente¡¡, sabiendo que no se referian a él. Francamente patético. Todo un triste entierro y final de ZP.

Tu «antes» ya no existe presidente, y el «después» pertenece totalmente a tu sucesor. De pena lo tuyo, José Luis, pero sinceramente…  ¿creías posible otro final?

Sobre el Autor

Jordi Sierra Marquez

Comunicador y periodista 2.0 - Experto en #MarketingDigital y #MarcaPersonal / Licenciado en periodismo por la UCM y con un master en comunicación multimedia.