Yo abogo por…
¿Por qué hemos de ser rehenes en nuestro propio país? Y si, rehenes del hampa y de la policía; rehenes del servilismo al comunismo mundial y de fidel; rehenes de grupos narcoterroristas importados y de los militares que cabizbajos aceptan sus ordenes aun cuando juraron defender nuestra patria; rehenes de la verborrea gobiernera y del brutal e ineficiente, para el país, gasto público; rehenes de las corrompidas instituciones gubernamentales que mancillan al pueblo; rehenes del uso y abuso del adjetivo pobres, desamparados, desvalido, soberano, para mantener un discurso de odio y separación.
Y es que ¿hemos despreciado tanto nuestra historia, que no logramos darnos cuenta, que este régimen neocomunista, no comulga con ninguna de las ideas independentistas que nos hicieron patria y que se tergiversa la historia al antojo?; ¿Será que estamos tan permeados del miedo y los dineros doblegantes que han logrado modificar la realidad y la vemos a distancia, como ajenos a nosotros?
¿Habrá sido la intención de los libertadores de nuestra patria, que 200 años después este remedo de hombre con su seudo ideología revolucionaria hipoteque el porvenir del país por los próximos 100 años?
¿Se revolverá en su sepultura, hace poco profanada, Bolívar el padre de 5 naciones, por el aprovechamiento de su nombre para lucrar ciertos bolsillos impúdicos, hasta el punto de convertirlo en objeto de veneración cuasi religiosa?
¿Dónde perdimos el rumbo?; ¿desde cuándo permitimos que los políticos y parlanchines orquestaran y manejaran nuestros destinos y aprendimos a quedarnos callados? Aquí y ahora nos mienten, engañan, roban, usurpan, privan, estafan, despojan, malversan, asaltan, expropian, desvalijan, asesinan, secuestran y extorsionan. Lo peor, lo vamos a seguir permitiendo. ¿Hasta cuándo?
¿Por qué nunca exigimos un mejor gobierno y siempre votamos por el menos malo?; ¿No nos damos cuenta que con gobiernos tan infames, abyectos, canallescos e ignorantes, solo logramos profundizar la diferencia con el crecimiento económico, social e intelectual, la libertad, la educación, el desarrollo?
¿Será que se perdió la visión de futuro y nos merecemos el abominable lema de “patria socialismo o muerte”?
Pues mueran canallas, consúmanse en su odio. Yo me niego a aceptarlo. Yo abogo por “Libertad, Igualdad y Fraternidad”
Arq. Víctor Juan Mión Pivetta
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27.08.2010