Con los continuos y enormes derroches del nefasto y devastador Zapatero; sería ya como para ir recopilando un fichero del que indudablemente saldría, quizá un monto similar o incluso superior al que costara a España el mantener los tercios españoles en los denominados Países Bajos. Sabido es que aquello fue una ruina para la España de entonces y que allí se consumieron las riquezas «de la corona»; que como absolutista que fue, en vez de educar y formar al pueblo español, lo esquilmó e igualmente hizo con a las colonias americanas, puesto que el oro y la plata que de allí vino, se fueron consumiendo en mantener simplemente «el orgullo de España», que no fue otro que el orgullo de aquellos nefastos «Austrias», que no hicieron otra cosa durante siglos, que agotar los tesoros que habían recibido de los Reyes Católicos. Los posteriores y también nefastos Borbones acabaron de liquidarlos y como regalo, el último y cobarde heredero, nos dejó la puntilla final… o sea la terrible Guerra Civil «que aún colea» gracias al nefasto primeramente nombrado.
Pobres españoles siendo de las culturas más viejas de todo Occidente, llegar al siglo veintiuno en esta situación calamitosa y sin horizontes de un verdadero progreso.
Ese maldito orgullo hispano y que cubre toda la nación, sigue haciendo de las suyas; y los derroches con el dinero público o mejor dicho; del indefenso contribuyente, se emplean en todo lo que place al «absolutista de turno», que como tal repite la maldita frase que acuñara el enano y maldito rey francés hace más de dos siglos… «después de mi el diluvio».
Este largo y doloroso preámbulo, me lo provoca la siguiente noticia:
«Seis millones de euros para muebles de diseño y corbatas (grandes titulares)El Gobierno dedicará más de 90 millones de euros a la Presidencia de la UE, según reflejan los Presupuestos Generales del Estado para el próximo año. El grueso de esa cantidad lo aportará el Ministerio de la Presidencia dirigido por María Teresa Fernández de la Vega, con 52,7 millones de euros, seguido del Ministerio del Interior de Alfredo Pérez Rubalcaba, que reserva 19,3 millones para garantizar la seguridad durante ese periodo. Asuntos Exteriores, por su parte, dispondrá de 13,9 millones, mientras que Industria aportará otros 2,1 millones y el de Medio Ambiente 1,44 millones más, además de otras partidas menores procedentes de otros ministerios». (El Confidencial 06-12-2009).
Cualquier gobernante inteligente y práctico, procura que las inversiones fuera de su país, sean rentables al máximo; o sea que si gasta fuera uno, procura que revierta en varios enteros más y que vengan de retorno a la economía nacional.
¿Á‰sta ha sido la política zapateril? Yo estimo que no, puesto que en su mandato los posibles avances que existieran anteriores al mismo y de cara a la UE, no sólo se han perdido sino que se ha mermado una enormidad y a la vista está el campo español y la industria derivada del mismo; la que recientemente se ha manifestado en toda España llamándoles inútiles a estos gobernantes que no saben defender sus intereses ante ese coloso, que en general impone lo que más favorece a sus grandes «mangoneadores». El equipo de Zapatero (si es que existe) se limita por lo visto, a ir a las reuniones y firmar todo lo que les presenten. Lo último la invasión de productos agrícolas que producidos en Marruecos, inundarán los mercados nacionales y europeos, mientras aquí tienen que tirar millones de kilos de productos agrícolas, como recientemente hicieron los productores de verduras de invernaderos de la zona costera granadina.
¿Pero qué le importa al nefasto Zapatero todas estas cosas? A Zapatero no le importa otra cosa que «lucir su ombligo y mirárselo como lo más grande y maravilloso que se ha creado en este mundo». A Zapatero le importa mucho más el ver un equipo de fútbol que los asuntos a tratar en una importantísima reunión y así ha sido publicado.
«Cuando todos los latino americanos y los anfitriones portugueses estaban hartos de esperar y el Rey de España con un enfado monumental, se supo cual era la razón de tan dolorosa espera (tres cuartos de hora). El señor Rodríguez Zapatero había dicho a su corte que él no se movía hacia la inauguración de la cumbre hasta que pitara el final del partido entre el Barcelona Club de Fútbol y el Real Madrid».(Hermann Tertsch: en ABC del 03-12-2009).
Sí, aunque parezca mentira, es el Rey de España, el que tiene que esperar tres cuartos de hora a su primer ministro; que está ocupado en tan internacional o nacional trabajo, como es el ver la retransmisión de un partido de fútbol.
Es la estampa de un irresponsable total y que llega hasta ese extremo; lo que quiere decir que España y lo españoles, le importamos «un par de rábanos»… por no decir algo mucho más soez y contundente.