La farsa socialista, su farsa Sr. Rodríguez Zapatero, tiempo ha que tocó fondo y su final cada vez está más próximo. Las arcas del Estado están exhaustas y solo guardan deudas, con las cuales es imposible comprar obediencia y subordinación para mantenerle en el poder. Se terminó el cupo de las refinanciaciones con las que se cometieron impunemente vergonzosos derroches y despilfarros a todos los niveles.
No se pueden tolerar las barbaridades y arbitrariedades económicas consumadas por parte del Gobierno Socialista presidido hasta el 22-M por José María Barreda, amigo personal de Zapatero, en la Comunidad de Castilla-La Mancha. Tales desmanes deberían ser juzgados y castigados con la inhabilitación a perpetuidad para cualquier cargo público con responsabilidad política. Este expresidente autonómico ha mentido y debe responder por sus presuntas actuaciones sin control de ningún tipo con dinero público. Ante tan ejemplar conducta, son muchos los ciudadanos que se están preguntando qué ocurrirá en la Comunidad de Andalucía cuando se proceda al traslado de cuentas…Como anticipo, la juez que investiga la trama de los ERE, está demandando a la Junta que acredite la aprobación por parte del Gobierno de la ampliación de crédito, a favor del “fondo de reptiles” que no aparece publicado en el Boletín Oficial de la Junta de Andalucía (BOJA).
Desde hace varios meses, oposición, ciudadanos y ciertos medios, vienen demandando la celebración de elecciones anticipadas sin el más mínimo éxito. Tanto el presidente como sus “voceros leales”, los que le quedan, siguen manteniendo el agotar la legislatura hasta marzo-2012. Ášltimamente, la citada petición de adelanto y que nadie podría esperarse, ha sido ejercida, producto de la venganza, por el periódico amigo del régimen, concretamente, El País. El pasado lunes 18 de julio, dicho rotativo, tanto en el editorial como en un artículo firmado por su consejero delegado, Juan Luis Cebrián, criticaron tan duramente a Zapatero, que los propios dirigentes socialistas reconocieron haberles dañado más que todo el “caso Faisán”. Este suceso ha constituido una auténtica carga de profundidad capaz de modificar muchas hojas de ruta y estrategias aceptadas como idóneas hasta el momento.
Recomendar a Zapatero que debe abandonar cuanto antes la Moncloa y que “los españoles en su conjunto, y los votantes socialistas en particular, se lo agradecerán”, es una de las peores descalificaciones que se le pueden adjudicar a un presidente en plena zozobra y con el rumbo totalmente perdido. Añadiendo como colofón, un golpe directo donde más le duele, consistente en esa permanente acusación de pérdida de confianza en su gestión con carácter irreversible. Cebrián, con todo el regodeo y más saña, se dedicó en su artículo, entre otras lindezas, a resaltar “la falta de liderazgo” y censurar su patológico optimismo. No estuvo tan acertado en titular su artículo con el nombre de la novela de Milan Kundera (La insoportable levedad del ser), que no corresponde a un periodista de su categoría.
El verdadero problema originado por las publicaciones de El País, es que no solo se ciñen a vituperar a Zapatero, sino que cargan contra todo el partido. En el Comité Federal del PSOE, nadie ignora la proverbial relación que Rubalcaba mantiene con PRISA e igualmente como está moviendo los hilos para lograr el adelanto electoral, si bien, en este caso, dudan que tuviese nada que ver con lo publicado, aunque dado lo tenso y complejo de la situación, nadie se atreve a afirmar o negar con rotundidad. Según han publicado algunos medios, las “ocasionales” razones del repunte de El País con Cebrián a la cabeza, se basan en: el odio personal a Zapatero, reposicionar al periódico ante una más que posible victoria del PP, y pretender que El País siga marcando las pautas políticas en España. Quizá podría apuntarse algún motivo más, por ejemplo, la negativa sobre ayuda económica al Grupo Prisa por parte del Gobierno, etc.
Ante el tétrico panorama del estado en que se encuentra la política nacional, caben argumentaciones y especulaciones de todo tipo. Para algunos, parte de lo que sucede obedece a una posible alianza entre Felipe González y Rubalcaba. El exvicepresidente y candidato, sabe que cada día que pasa, el PSOE pierde más votos, pero Zapatero se niega a ceder, mientras que la ya famosa “prima de riesgos” terminará con España y los mercados terminarán colocándonos al límite de una intervención.
Mantener a Zapatero por más tiempo, no solo es una irresponsabilidad del propio presidente, sino de todos los componentes del Gobierno. Una persona en sus condiciones psíquicas, puede llegar a cometer o tomar decisiones de las que tengamos que arrepentirnos toda la vida.
Sin ir más lejos, lo que está ocurriendo con el traspaso de cuentas originado por el cambio político en Autonomías y Ayuntamientos, es la mayor venganza por parte del PSOE tras siete años largos en el poder. La ausencia de verdaderos controles administrativos era total, con lo cual, muchos de ellos se encuentran en una quiebra funcional de la que es imposible salir sin un gobierno dotado de personas dignas y cualificadas.
Rubalcaba persigue hacerse cuanto antes de la Secretaria General del Partido para evitar que el presidente nombre a alguien de su cuerda como Carmen Chacón. Es totalmente ficticio el acuerdo ZP-Rubalcaba. Ese tipo de simbiosis no se tolera en política. De ahí el terrible mar de fondo existente en el PSOE y la errática búsqueda del “carguito perdido”, donde sea y como sea. Muchos militantes y votantes ya comienzan a desconfiar de la tan cacareada inteligencia y eficacia de Rubalcaba, considerándole otro desastre más del sistema a lo que debe unirse sus turbios antecedentes…Por su parte, Zapatero, jamás a creído en las reformas porque le fueron impuestas y eso atenta directamente contra su estúpido e infantiloide orgullo. Se le escapó el tiempo de las ridículas fotos con Sindicatos, Patronal y notables empresarios. Además, está olvidando que en agosto cierra el Parlamento pero no los mercados.
La maldad de ZP es pobre, exenta de ingenio y de baja categoría. El haberse rodeado de inutilidades para evitar que le hiciesen sombra es típico en gobernantes de sus características, algo que nos ha sumergido en lo más profundo de las adversidades, pero con estos mimbres, difícilmente podrían haberse obtenido otros resultados.
El Partido Popular, que nadie se equivoque, intentará hacer todo lo posible, o al menos eso es lo que nos vienen repitiendo. Provocarán importantes cambios tendentes a recuperar la tan necesaria confianza y credibilidad a nivel nacional e internacional, todo ello a costa de grandes sacrificios y con mayor lentitud de la deseada, pero los milagros, al menos por el momento, en esta sufrida España nuestra no se despachan. Sobre la reciente dimisión de Francisco Camps, presidente de la Generalidad Valenciana, que cada español le corte y venda el traje que más le guste pero recomendándole no pierda el ticket…Al final e inexorablemente, el tiempo nos pone a cada uno en nuestro sitio.