Sociopolítica

¿POR QUÁ‰ VOTAN A LOS CORRUPTOS?

Posiblemente ya el mundo  está tan podrido que la podredumbre nos va llegando hasta niveles inimaginables. Si no fuese así, muchos de los que dicen gobernarnos (gobierno es algo mucho más limpio y eficaz) no gobernarían. Sin embargo los reeligen, los votan, los aceptan e incluso los defienden. No extraña pues, lo que está ocurriendo en ese mundo que dicen democrático, pero donde la democracia (que no existe como tal en muchos de ellos) está tan corrompida, que hasta las urnas «huelen mal».

Y no es democracia, puesto que se han creado unas clases que como antiguamente ocurría son intocables y hagan lo que hagan, salen ilesos o con daños que dan risa.

Veamos: en Italia y según encuestas a Berlusconi «le consienten todo»; da igual lo que haga, que para la masa que lo vota «es el mejor». ¿cómo será el resto?

En España (en otros  países igual o peor) a la vista está el anquilosamiento en los partidos y pese a lo que muchos de sus miembros hacen e hicieron; siguen mandando y se han anquilosado dos mayoritarios, que gobiernan con cierta alternancia mediante «la compra» de votos y múltiples corrupciones en un sistema que tiene de todo, menos democracia; puesto que democracia es simplemente que manda el más votado y punto. Para ello hay que votar nombres de candidatos y no lotes en listas cerradas, con las que la dictadura del grupo o camarilla dominante, se asegura los mejores puestos para sí mismos o para los que ellos eligen para ocupar determinados puestos.

No hablemos de «la elección de los altos jueces o fiscales»; que los eligen esos grupos dominantes, con lo que los elegidos contraen unos compromisos cuyos resultados son «los chanchullos» más o menos grandes pero abundantes en demasía. Los jueces y fiscales debieran ser elegidos por el pueblo, como debieran ser elegidos los alcaldes y los jefes de gobierno; luego elegidas «las cabezas», que ellos busquen sus auxiliares. El denominado parlamento no es quién para elegir en nombre del pueblo, a quienes les van a gobernar y menos a quienes les van a juzgar.

Y para salvaguardar y mantener mucho más limpio un sistema político; al igual que  ya hay un jurado particular para considerar culpable o inocente a un reo que ha delinquido contra los códigos de justicia; de forma parecida debieran existir jurados de hombres y mujeres de reconocida valía y que entendieran en casos en que los jueces no han juzgado con toda la claridad y justicia que de ellos se pide. Por descontado que éste jurado, pudiéramos denominar «selecto», debiera estar conformado por hombres y mujeres mayores de sesenta años, elegidos igualmente por el  pueblo y por tiempo indefinido, salvo que alguno delinquiera y pasara a ser un reo más a responder de sus hechos y por tanto expulsado inmediatamente de tan alto ministerio.

En una democracia limpia, todos deben tener iguales obligaciones y derechos y nadie (repito nadie) puede estar exento de responder de sus actos; así pues, imaginen el largo camino que queda para que de verdad se llegue a  una democracia.

En la situación actual y donde tantos fraudes hay, tantas salidas impunes y tanta manga ancha; lo que ocurre es que los cargos políticos son el mayor señuelo para los más inútiles, sinvergÁ¼enzas, ladrones, etc. que sueñan con llegar a ese cargo donde manejando el dinero público llegan a «hincharse» y sin responder con la dureza que sería menester, puesto que robar dinero público debiera ser uno de los delitos mayor penados de todos los que realiza el hombre o mujer que delinquen.

Sé que pedir «estas cosas» en la situación de podredumbre actual, es pedir que «las vacas vuelen»; pero hay que crear conciencia y trabajar por que se llegue a esas hoy lejanas metas, que alguna vez han de llegar.

Sobre el Autor

Jordi Sierra Marquez

Comunicador y periodista 2.0 - Experto en #MarketingDigital y #MarcaPersonal / Licenciado en periodismo por la UCM y con un master en comunicación multimedia.