Horas y horas de confrontación dialéctica en el Congreso de los Diputados no han servido para hacernos saber a los españoles cuál va a ser la política social de Rajoy.
La Ley de Dependencia, que aunque no lo parezca existe, está en vigor, no ha sido mentada por ninguno de los intervinientes ni mucho menos refrendada por Mariano Rajoy. En el caso del futuro presidente no me extraña en absoluto, es más yo creo que lo que hizo fue no mencionarla por aquello de evita la ocasión y evitará el peligro, y digo evitar porque Rajoy es consciente de que en aquellas comunidades gobernadas por el Partido Popular esta ley fue muy mal recibida hasta el punto de que hemos asistido a espectáculos frívolos y sangrantes como el de conceder las ayudas que obliga esta ley a dar a los que se encuentran en situación de dependencia a personas ya extintas, aquí en la Comunidad Valenciana se han dado centenares de casos en los que se ha concedido esta ayuda después de fallecer los que las han solicitado, en el caso de la comunidad madrileña se ha llegado hasta el extremo de haber concedido esta ayuda a más de 3.200 personas después de que estas hayan fallecido. Por lo visto la táctica a seguir para que la cosa no salga muy cara es demorar la concesión de ayudas y esperar a que los solicitantes fallezcan ya que dada su precaria situación en lo que a buena salud se refiere, es cuestión de tiempo. La prensa ha sido muy contundente con esto al publicar que mueren más dependientes de los que acceden a las ayudas.
Otra prueba de la desidia con que se está procediendo al “cumplimiento” de esta ley, es la del pago a los geriátricos privados que tienen establecidos conciertos con las comunidades autónomas para acoger a personas en situación de dependencia, aquí en la Comunidad Valenciana el Consell ha puesto al borde del cierre a los geriátricos privados con concierto porque no pueden soportar la deuda que el Consell tiene contraída con ellos y que asciende a más de 30 millones de euros, lo que pone en grave riesgo la continuidad asistencial a las personas allí acogidas que se pueden ver en la calle. Como se puede comprobar Rajoy tenía “razones” más que suficientes para no abordar el tema directamente, indirectamente tampoco lo hizo, pero lo cierto y verdad es que en todo su largo, tedioso e indescifrable discurso, los españoles nos hemos quedado sin saber cuál va a ser la política social de Rajoy.